Lo celebran en el Principal con ‘Lo bello que es vivir’
Se estrena el domingo día 28, al día siguiente del txotx en Katxola, con la actuación de alumnos y profesores; los padres colaboran en decorados y vestuario
En las Jesuitinas utilizan la metodología de las inteligencias múltiples. Y trabajan con proyectos. El profesorado llevaba dos o tres años planteándose la realización de un musical, porque en un proyecto así entran en juego las ocho inteligencias de las que hablaba Gardner. Además, se involucra al alumnado, familias y profesorado. Y se ponen en práctica valores de trabajo en equipo y cooperación. Cada uno aportaría lo que puede y sabe hacer. La idea estaba clara… y llegó su momento. «Era el 50 aniversario del colegio y el año de la Capitalidad», explica Laura Barinaga-Rementeria, profesora de música y, junto con Nieves Galisteo, directora del musical.
Llegó la tormentas de ideas y Nieves Galisteo comentó que había escrito el guión de un musical. «Nos presentó ‘Lo bello que es vivir’ y nos encantó», explica Barinaga-Rementeria. «Nos reunimos con la dirección y nos lanzamos».
Se abrió un casting en el colegio, desde 4º de Primaria a 4º de la ESO. Se presentaron 115 chavales. «Les hicimos pruebas de canto, de teatro y de baile. Y se seleccionaron los que iban a participar. Salen 39 niños en escena y cuatro o cinco profesoras. Hay profesores que están ahí moviendo el atrezzo. Un grupo de padres ha fabricado la carpiteria y electricidad en los escenarios. Hay madres que confeccionan trajes. Otros buscan publicidad y se encargan de la comunicación. Una familia se ocupa de grabar las voces. La parte teatral se hace en directo pero las canciones son pregrabadas, cantadas por nosotras y los alumnos, pero en el escenario se hacen en playback». Hay ilusión, muchas ganas y muchos nervios. El estreno será el domingo día 28 en el Principal.
La obra podrá verse de nuevo el 30 de abril en Lugaritz y están en conversaciones para llevarla a más sitios. «Es mucho trabajo el que hay detrás», explica Barinaga-Rementeria. «Vemos que el musical tiene acogida y que mucha gente se ha quedado fuera. Llevamos muchos ensayos entre semana y fines de semana. Nos ha llevado mucho esfuerzo y ya que hemos invertido en ello, queremos representarlo más veces».
La música incluye canciones de los años 80 y 90, con las letras modificadas. «El musical es una reflexión profunda sobre cómo pasa el tiempo y cambia la perspectiva de la vida según las edades», afirma. «Tiene puntos cómicos y también esperamos algunas lagrimillas. Es una forma de dar gracias a la vida y de valorarla».
En el colegio se valora el esfuerzo realizado con el musical como «una propuesta de reflexión y trabajo interdisciplinar, con la participación de alumnado, profesorado y familias». «Partimos del arte como puente de comunicación y aprendizaje», añaden desde la organización.
Se trata de una propuesta educativa que se enmarca en la pedagogía de ‘aprender a aprender’. «Encaja en el proyecto educativo del centro: realizar proyectos culturales interdisciplinares con repercusión y proyección en la sociedad».
Un regalo de un centro escolar de Aiete a la ciudad
El musical es el producto final de una reflexión conjunta y «un regalo que los participantes harán a la ciudad de Donostia».
La profesora Karmele Blanco es la responsable de las coreografías y una amplia comisión de padres y madres del colegio y profesores colaboran en la realización del decorado, vestuario , maquillaje y gestiones con entidades y empresas. «El hecho de ser realizado por todos los miembros de la comunidad educativa le da un plus de trabajo en equipo y de relación entre las familias y el colegio que valoramos muy positivamente, además de que sería imposible de otra manera».
CRISTINA TURRAU Diario Vasco
El actual colegio Jesuitinas de Aiete se construyó en 1966. Albergó la casa noviciado de las Hijas de Jesús de la provincia Norte y un centro de enseñanza, Ntra. Sra. de Aránzazu para los cursos de Preescolar y Primaria. El edificio de Miraconcha en el que había estado instalado el colegio quedó para los cursos superiores. Las Hijas de Jesús habían llegado a San Sebastián el 14 de octubre de 1925 con el deseo de responder a las necesidades educativas de la época. El primer colegio se instaló en Villa Amalia, propiedad de doña Amalia Vignau, edificio situado en la calle Gran Vía número 1 de Gros. En 1934 se firmó el contrato de adquisición de Villa Ulialde, en la calle José Mª Soroa, también en Gros, propiedad de la familia Gaytán de Ayala, en cuyo solar se construyó un pabellón que sería incendiado en 1936. En abril de 1938 se compra Villa Teresita, en Miraconcha, 3