La foto que reproducimos no es de muy buena calidad pero resulta elocuente:
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Una pareja transita por el estrechamiento de la casa que visitó la reina y desemboca en el ancho espacio que, por prescripción del PGOU, dejaron las Oblatas. Ese encogimiento de la acera obliga, muchas veces, a bajar a la calzada, con la consiguiente incomodidad y riesgo.
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La chica que va en la bicicleta, sube la pequeña cuesta con evidente peligro y desprotegida. A efectos prácticos se puede dar un atropello y no ser penalizado, porque el ayuntamiento se niega a poner en la calzada el símbolo de bicicleta y máxima velocidad 30. Se puede escribir que jóvenes como la de la foto, son las que pueden vencer la tozudez de los técnicos municipales de movilidad que han visto esta estampa muchas veces, en algunas acompañados de la asociación de vecinos. Con este problema se han llenado páginas de periódico, horas de radio y minutos de televisión
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El resalte amarillo sucio -envuelto en la foto en un círculo rojo- es la base de los pivotes que han desaparecido. En frente está el aparcamiento de las Oblatas -¡fíjense ustedes lo que da de sí la aplicación del PGOU!-. Pues bien ayer mismo se pudo observar por qué la base del resalte carece de pivotes; en medio del tráfico que se observa en la foto, un coche salió marcha atrás, pasó por encima del resalte -lo pudo hacer porque no tiene bolardos, los han quitado a base de maniobras como la mencionada- y luego giró hacia su derecha rumbo al centro de Donostia (y todo para ahorrarse ir hasta la rotonda de las jesuitinas y dar allí la vuelta)
(Ver nueva foto con la citada base de los bolardos sin pivotes y el intenso tráfico)
Pues bien, seguiremos insistiendo ante el departamentooo de movilidad y el gobierno municipal porque el paseo de Aiete es el único tramo de Donosti sin Bidegorri (1000 m de un total de 67.000) y se necesita el carril-bici.
Se perseverará, hasta el empecinamiento y los recuros legales, con la necesidad de que se aplique el PGOU en el paseo de Aiete. Se porfiará en el logro de la Avenida de Aiete.
Seguiremos importunando con la limpieza y renovación de los bolardos, también por razones de seguridad