Charlie Hebdo utiliza los mismos mensajes de solidaridad que recibió cuando sufrió el atentado de ISIS para cargar contra los titulares de las sociedades opacas en paraísos fiscales que desvelan los papeles de Panamá. En su portada de esta semana, y con el contundente titular de «Terrorismo fiscal», el semanario muestra a caricaturas de ricos sujetando carteles de Je suis Panama, además de con otras pancartas habituales en manifestaciones.
Este mensaje es una referencia al Je suis Charlie que recorrió todo el mundo tras los atentados de enero en la sede de la revista, donde fueron asesinados su director y varios redactores.
Siempre nos quedará Reikiavik, donde el pueblo ha salido a la calle para acordarse de la calavera de su primer ministro, uno de los chopecientos mandarines mundiales pillados con el carrito del helado de las ofsshores de Panamá y se ha pirado a su casa (aunque como Rajoy amenaza con volver). Antes de echarse a brincar se recuerda que toda Islandia no alcanza la población de la mitad de Gipuzkoa. Y recuerden que el partido del pájaro este formó parte de la coalición gubernamental que llevó al país a la bancarrota, y que fue restituido en el poder después de aquella revolución del copón.
Preocupémonos de lo que nos toca más de cerca: la Real? Anden, circulen, que ahí no hay nada que ver. Proclama el club y lo refrenda la autoridad fiscal competente en el territorio que eso está re-gu-la-ri-za-do.
Pero más allá de lo estrictamente legal nos preguntarnos por lo moral y “Los que utilizan estrategias para defraudar nos están robando a todos” Como reza la portada del Charly