El Bosque de Miramón tiene 628.258 metros cuadrados. Ocupa una gran vaguada en la parte sur de la ciudad, un bosque con una gran variedad de especies de flora y fauna.
Y posee una amplia red de caminos en torno a la cota 85, muy andada por algunas convecinas y convecinos, muchas veces con mascota de compañía; un teatro con gradas de piedra en la que se fijan los ojos sorprendidos cuando lo avistan; diversas zonas de estancia, de «pic nic» y, cómo no, nuestro Caserío Katxola, que nos espera el próximo 4 de junio para cerrar la fiesta de la sidra que empezamos el pasado 24 de septiembre con la recogida de manzanas, y a la que todos los lectores estáis invitadas, invitados.
El empeño actual de Lantxabe es potenciar la gran masa boscosa de Miramón, especialmente de sus plantas autóctonas, como el roble, hacer visible y respetado la mancha negra del robledal de Errotatxo, rodear de manzanos el espacio del caserío Katxola; mejorar el estanque de la erreka Manda; arreglar los caminos de la cota 85, etc…
Más abajo de la cota 85, entre sus laderas con espesa vegetación y las zonas húmedas del fondo del valle, fluyen tres errekas, una por cada vaguada: Pakea, Manda y Errotatxo.
Sobre la Pakea la pasarela que da vista al teatro de Miramón, por encima del estanque apresado.
Sobre la Manda, desde Errotatxo, sin romper, ni manchar el robledal, se construirá la nueva pasarela de acero galvanizado de Jon Begiristain
Hasta Errotatxo, desde Illumbe, por las laderas de la Erreka que lleva su nombre, el arreglo de unos viales que nos lleven desde Amara, hasta la nueva pasarela y a cualquier punto del Bosque.
Cuando imaginamos San Sebastián pensamos en estampas urbanas, pero mucha gente donostiarra vive también en esas estampas rurales, paisajes bosque y de ribera, pequeñas cimas como las de Oriamendi o Ulía y sus salvajes acantilados. No sólo hay playas en Donostia.
El Bosque de Miramón representa algo del pasado, pero siendo hoy presente, seguro que será tenido muy en cuenta en el inmediato futuro