2 comentarios en “Por eso vemos a mucha juventud en la plataforma “Gipuzkoa Zutik””
Eva
Un debate electoral con el doble de audiencia que un partido de fútbol. 437.000 vascos, 56 por ciento de cuota de pantalla, vieron el debate entre los principales candidatos el lunes.
Esto para que digan luego que pasamos de política. Todos los partidos, gabinetes sociológicos saben que es justo lo contrario. Sobre todo entre los jóvenes. Según el último sociómetro vasco, el 39% de los jóvenes entre 15 y 29 años está bastante o muy interesado en política. El dato más alto de los últimos 16 años. Pregunten en políticas, en la UPV. Las matriculaciones se han disparado.
Entre los adultos, aunque todavía son más quienes se declaran poco interesados, el interés se ha incrementado en once puntos en los dos últimos años (euskobarómetro de enero).
Si, se habla de desafección política (Paco Llera acaba de publicar un libro sobre ella), pero esta no se traduce en inhibición, sino cada vez más en implicación, responsabilidad, en un deseo de participar activamente en asuntos públicos, en exigencia de rendición de cuentas.
A veces entre hermanos, y guipuzcoanoas, vizcainos y alaveses lo somos, parece como si nos quitáramos el pan de la boca. Y no debe de ser así. Somos hermanos. Pero en ocasiones se ve un desvío de atención hacia los territorios de la capitalidad administrativa en que Vitoria-Gazteiz se ha convertido o hacia la red reticular empresarial en que se ha sabido reconstituir Bizkaia con lo que Gipuzkoa encuentra sin ubicar su papel en el mapa. Primero por no tener un modelo económico… definido. Con ello no tener una idea del peso de los sectores, servicios, turismo, industria, o agricultura. Y ello lleva a una navegación que resulta ser un sin rumbo del tipo amanece que no es poco. Para caminar hay que decidir la meta y el trazado, el camino. Y en este momento Gipuzkoa se halla falta de lo uno y de lo otro. Apelaciones vacías al mayor bienestar. Pero lo que hace falta es saber, diré mejor diseñar cómo se consigue. Y esa es nuestra tarea. Además de los agravios comparativos que en el ámbito de Euskadi pero sufrirse se sufren. Queda, pues, mucho camino interno y de entorno por andar, ahora que en el mundo expoimportador y en quienes nos conocen pasamos a tener nuestras principales fuentes, no diré de riqueza sino de subsistencia. Hay mucho camino, repito, por delante. Para devolver a Gipuzkoa su sitio en el mapa.
Un debate electoral con el doble de audiencia que un partido de fútbol. 437.000 vascos, 56 por ciento de cuota de pantalla, vieron el debate entre los principales candidatos el lunes.
Esto para que digan luego que pasamos de política. Todos los partidos, gabinetes sociológicos saben que es justo lo contrario. Sobre todo entre los jóvenes. Según el último sociómetro vasco, el 39% de los jóvenes entre 15 y 29 años está bastante o muy interesado en política. El dato más alto de los últimos 16 años. Pregunten en políticas, en la UPV. Las matriculaciones se han disparado.
Entre los adultos, aunque todavía son más quienes se declaran poco interesados, el interés se ha incrementado en once puntos en los dos últimos años (euskobarómetro de enero).
Si, se habla de desafección política (Paco Llera acaba de publicar un libro sobre ella), pero esta no se traduce en inhibición, sino cada vez más en implicación, responsabilidad, en un deseo de participar activamente en asuntos públicos, en exigencia de rendición de cuentas.
A veces entre hermanos, y guipuzcoanoas, vizcainos y alaveses lo somos, parece como si nos quitáramos el pan de la boca. Y no debe de ser así. Somos hermanos. Pero en ocasiones se ve un desvío de atención hacia los territorios de la capitalidad administrativa en que Vitoria-Gazteiz se ha convertido o hacia la red reticular empresarial en que se ha sabido reconstituir Bizkaia con lo que Gipuzkoa encuentra sin ubicar su papel en el mapa. Primero por no tener un modelo económico… definido. Con ello no tener una idea del peso de los sectores, servicios, turismo, industria, o agricultura. Y ello lleva a una navegación que resulta ser un sin rumbo del tipo amanece que no es poco. Para caminar hay que decidir la meta y el trazado, el camino. Y en este momento Gipuzkoa se halla falta de lo uno y de lo otro. Apelaciones vacías al mayor bienestar. Pero lo que hace falta es saber, diré mejor diseñar cómo se consigue. Y esa es nuestra tarea. Además de los agravios comparativos que en el ámbito de Euskadi pero sufrirse se sufren. Queda, pues, mucho camino interno y de entorno por andar, ahora que en el mundo expoimportador y en quienes nos conocen pasamos a tener nuestras principales fuentes, no diré de riqueza sino de subsistencia. Hay mucho camino, repito, por delante. Para devolver a Gipuzkoa su sitio en el mapa.