La puerta es de un sólido cristal serigrafiado con un motivo que remite al viejo caserío.
Poco a poco se van cumpliendo las propuestas de la vecindad para reponer el lugar de Munto como uno de los más emblemáticos del barrio.
Se derrumbó el caserío pero su memoria está en la plaza y en la exposición permanente de la bodega, cuya fase final está a punto de finalizar
Restauradores, departamento de obras y proyectos del ayuntamiento, vecinos asociados a Lantxabe, se apremian y ponen su atención para que el viernes día 9 se septiembre todo esté terminado y así proceder a su festiva inauguración.
A la vista tenemos el eje o ardatza del tolare en la Bodega
Se ha pintado de la bodega con colores claros para que resalten los objetos expuestos más oscuros y en tonos marrones, como era la bodega del caserío.
En la plaza los manzanos han dado sus primeros y hermosos frutos, la toka juega ya con su papel de deporte y entrenamiento, como lo era en la época de Manuel Matxain que todos recuerdan -hoy ce celebra la primera cita para preparar su centenario-, y la plaza es utilizada por una pletórica adolescencia, que juega y se divierte en ella. La plaza cada vez es más utilizada por vecinas y vecinos del barrio
Estos día se pondrán las lamas del “árbol señalético” con las referencias más importantes del barrio
La plaza dispondrá de un panel con una litografía de los antiguos caseríos del barrio
En la pared de fondo de la bodega va una fotografía temática de tamaño natural, y en torno al eje actual ya expuesto, dos potentes piezas correspondientes a la fabricación de la sidra en el caserío Munto y que fueron custodiadas hasta ayer en el almacén de Ignara. Irá también una antigua kupela del antigua lagar de Munto
La bodega dispondrá de iluminación para garantizar la vista de lo expuesto a lo largo del día y de la noche. Unos focos dará luz sobre las piezas principales.