El árbol castaño de Anne Frank está a 20 m de la escultura ‘Urte Haietan-Aquellos años’
La escultura ‘Urte Haietan-Aquellos años’, fue colocada alrededor del 30.04.2011 en los jardines del Palacio de Aiete, pero no tuvo una inauguración popular como se merece, porque se estaba en campaña electoral municipal. La obra del artista portugalujo Juanjo Novella homenajea a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista
La escultura ‘Urte Haietan-Aquellos años’ es importante para la memoria histórica de la ciudad, que carece de un recuerdo a las víctimas de aquellos dramáticos episodios
Lantxabe viene proponiendo en el Consejo de memoria histórica, desde la fundación de este hace cerca de dos años, celebrar un acto cultural en torno a la escultura y lo que representa, con presencia de familiares de personas que fueron fusiladas o represaliadas en la contienda y todas las que sufieron represión durante el franquismo.
Este Consejo, como la mayoría de los que formalmente está constituidos, carecen de operatividad, son consejos asesores de la nada.
La sencilla propuesta de Lantxabe no se abre camino.
Para más Inri, en el acta de la reunión del pleno, de 16 de abril de 2016, figura como uno de los miembros del Consejo, persona que forma parte del mismo por sorteo, hombre conocido en la ciudad, rechaza la escultura de Aiete, «ya que sólo recuerda los crímenes realizados hasta 1975, y porque está en un sitio que no le parece digno«.
El representante de Lantxabe protestó seriamente esta afirmación porque gracias a la ciudadanía, principalmente a la de Aiete, hoy el palacio y los jardines de Aiete lo son de todo el pueblo de San Sebastián y el Territorio Histórico al que pertenece.
Indigno, y otros calificativos más expresivos, se pueden dar a la persona que tuvo al barrio de Aiete, y a toda España, 40 años bajo su bota, pero no a estos bellos jardines que son para el disfrute de toda la gente de la ciudad.
El árbol de Anne Frank y la escultura ‘Urte Haietan-Aquellos años’ de Juanjo Novella son testimonios anti-fascitas
Pero en Donostia no son políticamente correctos los testimonios anti-fascistas
En memoria de Peter van Pels, el 8 de novembre de 2015, fue descubierta una plaqueta conmemorativa en el Monumento a la Memoria de Mauthausen (Austria). Peter van Pels es uno de los ocho escondidos de la Casa de Atrás, conocido gracias al Diario de Ana Frank. El sueño de Peter era, según escribe Ana, marcharse después de la guerra a las Indias Neerlandesas y vivir allí en las plantaciones. Qué distinto fue todo. Peter van Pels muere el 10 de mayo de 1945 en el campo de concentración de Mauthausen, a los 18 años de edad, cinco días después de que el campo fuera liberado.
Peter van Pels nace el 8 noviembre de 1926 en Osnabrück (Alemania), y es el único hijo de Hermann van Pels y Auguste van Pels-Röttgen. En 1937, Peter y sus padres huyen de la Alemania nazi y se instalan en Ámsterdam. Alemania es muy peligrosa para los judíos. Cinco años más tarde, tampoco los Países Bajos serían un sitio seguro para ellos. En 1942, la familia Van Pels se esconde en la casa de atrás del edificio del canal Prinsengracht n° 263, junto con la familia Frank y Fritz Pfeffer. El padre de Peter trabaja en la empresa de Otto Frank, padre de Ana.
Ana escribe a menudo sobre Peter en su diario; en él le da el nombre de Peter van Daan. Al principio, Ana opina que Peter – más de dos años mayor que ella – es un «larguirucho aburrido y tímido», pero más tarde se convierten en buenos amigos y florece entre ellos un corto enamoramiento. «Después de mi tortuosa conquista, estoy un tanto por encima de la situación, pero no te creas que mi amor se ha entibiado. Es un encanto, pero yo he vuelto a cerrarme por dentro […]», escribe Ana el 19 de mayo de 1944.
Auschwitz
Después de la detención del 4 de agosto de 1944, los ocho escondidos son deportados a Auschwitz desde el campo transitorio de Westerbork (Países Bajos). En Auschwitz, Peter ve cómo su padre, después de una selección, es enviado a la cámara de gas. Otto Frank, el único sobreviviente de los escondidos en la Casa de Atrás, contaría más tarde que Peter fue un gran apoyo para él en Auschwitz. Cuando el ejército soviético se aproxima y Auschwitz es desalojado, Peter forma parte de una de las llamadas «marchas de la muerte». Otto permanece en la barraca de los enfermos del campo.
Mauthausen
El 25 de enero de 1945 Peter llega a Mauthausen; allí realiza trabajos forzados para la construcción de una fábrica subterránea. Las condiciones de vida y de trabajo son inhumanas; el número de decesos es alto. En una lista confeccionada por el ejército estadounidense se lee que Peter van Pels falleció el 10 de mayo de 1945 in Mauthausen, cinco días después de que el campo fuera liberado. Peter tenía apenas 18 años.
Jose Luis Albillo