Dos superbombarderos rusos visitaron el Golfo de Bizkaia el pasado 22 de septiembre, buscando a los bufones por si volvían al restaurante del paseo de Salamanca.
Informábamos que los viajeros de Lantxabe el pasado 27 de julio, organizaron en el Urepel del citado paseo, una comida de fin de viaje a las ciudades del Báltico, incluida San Petersburgo.
Pues bien, en la sobremesa del almuerzo se presentó un gracioso terceto de bufones.
Los polichinelas divirtieron a la concurrencia con canciones populares rusas, con dimes y diretes del periplo báltico y con chistes picantes y atrevidos, teniendo en cuenta que el objeto de alguna de sus bromas eran Hollande, Obama y, sobre todo, Putin, deberán tener cuidado en el momento de retornar a su tierra.
Pues bien ya tenemos las consecuencias de esta irreverente actuación..
Dos superbombarderos rusos visitaron el Golfo de Bizkaia el pasado 22 de septiembre. Tras volar frente a las costas de Noruega, Reino Unido, Irlanda y Francia, llegaron a un punto de la costa vasca que el Ministerio de Defensa galo sitúa encima del Urepel
“A las 9.13 horas, Noruega detecta los dos aviones al norte del país”, publicó la web del Ejército del Aire francés la pasada semana -y que ayer se dio a conocer a través de una información de El País-. A partir de ese momento del día 22, se activó el protocolo común de la defensa aérea europea.
Tras interceptarlos a unos 100 kilómetros de Bretaña, poco más de media hora después otros dos Rafale sustituyeron a los primeros aviones galos en las labores de vigilancia.
“Los dos aviones rusos a continuación se dirigen al oeste a lo largo de la costa ibérica escoltados por dos F-18 españoles. Llegados a una zona que se situaba justo encima del Urepel”, resume el comunicado del Ejército del Aire francés sobre un incidente con Rusia que es casi insólito desde el final de la Guerra Fría con la desaparición de la Unión Soviética.
Se ve que el sentido del humor de Putin está por los suelos
Es que el humor lo carga el diablo, como los chistecitos sobre Mahoma. El lío del Urepel ha supuesto que los organismos de la llamada defensa de Europa hayan puesto en marcha sus mecanismos y rápidamente diez cazas noruegos, franceses, ingleses y españoles se movilizaron para decirles que eso de andar por encima del Urepel, sin pedirle permiso al Gobierno Vasco y a la Diputación y al Alcalde, estaba feo. Pero esta noticia ha inquietado al personal, se ha dicho incluso que Putin apuntaba no sólo al restaurante de la broma, sino a toda Euskadi. Esto último ha alarmado a Simplicius, que se ha puesto rápidamente en contacto telefónico con el propio señor Túpolev, que está profundamente disgustado y preocupado por el impacto mediático de esta acción de sus aviones y le ha manifestado que solo se trataba de un simple error, que los pilotos no querían más que ver la goleada de la Real al Athletic, y que se habían equivocado de ciudad -para los rusos, como para el Gobierno Vasco, todo lo que pasa en Euskadi pasa en Bilbao- y de fecha.