El precio de un nuevo parque en Aiete es la demolición de un caserío centenario: Txanponene.
Se priva a un espacio público verde, que se promete alegre, soleado, digno de ser paseado, casi en el centro de la ciudad, de una joya al no servirse de la histórica construcción para editar un museo del agua.
El caserío de la foto va a ser destruido. Es patrimonio de la ciudad. Debería conservarse como oro en paño.
Una nueva oportunidad perdida por la ansiedad devoradora del capital inmobiliario y el dejar hacer de las autoridades políticas.
(Por cierto el proyecto que se mantiene en la zona -leer más abajo-consiguió la subvención de 2016 euros de DSS2016)
La herencia que dejamos a nuestros hijos no puede ser más deplorable.
Cualquiera que a futuro se pasee por al parque de Arbaizenea se encontrará con algunos elementos arquitectónicos que funcionarán como hitos en el recorrido, como la fuente de Txanponenea, que se trasladará siete metros más arriba de su actual ubicación para que sea más accesible ya que ahora se ubica en una hondonada. También los viejos lavaderos de Txanponenea y de Morlans formarán parte del parque, de 100.000 metros cuadrados.
El Pleno del Ayuntamiento donostiarra aprobó ayer, de forma definitiva, la segunda modificación del Plan Parcial de este ámbito, que se suma a una anterior redefinición del mismo.
La suma de las correcciones sobre el planeamiento han hecho posible, según explicó el delegado de Urbanismo, Enrique Ramos, incluir mejoras en materia de accesibilidad en un parque con una pronunciada pendiente que pasó manos del Ayuntamiento en virtud de un acuerdo con la Casa de Alba. Ramos adquirió públicamente el compromiso de mantener y poner el valor el último elemento rescatado gracias al trabajo de los vecinos, que lo volvieron a encontrar y lo desbrozaron: el lavadero de Morlans.
(Ver entrada en esta web http://www.aiete.net/2017/02/restos-del-acueducto-de-morlans/)
Este compromiso fue adquirido por Ramos tras rechazar el Gobierno local una moción de EH Bildu en este sentido, un rechazo que no se basó en el contenido sino en razones procedimentales. La modificación del planeamiento aprobada ayer completa un ciclo que se inició hace ya dos décadas, cuando fue suscrito el convenio con la Casa de Alba para ceder espacio al Ayuntamiento y crear 80 viviendas de alta gama. Veinte años después se ha integrado al Plan Parcial de esta zona la posibilidad de incrementar la edificabilidad bajo rasante de los bloques de viviendas de la zona, para aumentar los aparcamientos. Además se acometerán distintas obras para “reducir la escollera” y mejorar los miradores.
Por su parte “Lantxabe propone el caserío Txanpoene como artesanal Museo del Agua en Donostia”.
Esta propuesta se puede leer en la entrada a la web, en fecha 7 de Agosto
La propuesta es que el ayuntamiento acuerde con la constructora no derribar el caserío y en su seno presentar un pequeño museo moderno e interactivo dedicado a explicar la importancia del agua en la historia de Donostia.
Txanponenea o Txanpuene está ubicado en el número 57 de San Roke. Una constructora ha decidido su derribo para levantar viviendas de lujo en la zona.
El caserío fue construido alrededor del año 1700 pero, a pesar de su antigüedad, no está protegido.
El Pleno municipal se ha comprometido a conservar el dintel tapiado, la cruz de que se ubica en el tejado del baserri, el lavadero de piedra de sillería (un edificio de pequeño tamaño, de unos 16 metros cuadrados, donde iban antaño, cuando no existían las lavadoras, las mujeres a lavar a mano, las prendas, ropas, telas y manteles del Marqués de Sotomayor, propietario de Arbaizenea, antes de pasar a manos de la Duquesa de Alba) y la fuente.
El ayuntamiento debe exigir que se preserven también dos garitones de donde manaban los manantiales que abastecían de agua a San Sebastián. El agua de estos manantiales se comunicaban con el acueducto de Morlans, que es por donde fluía para abastecer a toda la ciudad, incluida la Parte Vieja -de este acueducto no queda señal alguna por la desidia municipal respecto a su propia historia- En el año 1609 se inauguró el primer abastecimiento de aguas de San Sebastián desde estas fuentes de Aiete-Morlans, cuyo caudal se calculaba en 40.000 cuartillos. En aquel entonces no existían los embalses de Artikutza ni Añarbe. Los dos garitones están fuera de los pertenecidos a la duquesa, pero dentro del área que se va a transformar.
(Otro elemento a proteger es un roble de unos 300 años de antigüedad que se encuentra en el parque de Arbaizenea, dentro de la finca de la Duquesa de Alba, y próximo existe un tilo plateado, también protegido por el Plan General)
Txanpone dará nombre al parque que el ayuntamiento ha decidido fundar en la zonaprado
La propuesta es que el ayuntamiento acuerde con la constructora no derribar el caserío y en su seno presentar un pequeño museo moderno e interactivo dedicado a explicar la importancia del agua en la historia de Donostia.
Puede parecer tarde, pero estamos a tiempo…
En esa historia las más de 60 fuentes del cerro de Aiete tienen mucho que decir a los donostiarras.
Los expertos afirman que este cerro, en el que quedan dos fuentes, la de Morlans y la del propio Txanpoene, está recorrido, en su interior, por una amplia balsa de agua.
Además de centrarse en la historia y la importancia del agua para San Sebastián, el museo presentaría el valor de este precioso líquido desde una perspectiva local.
Nuestra propuesta es que en el caserío se instalen cuatro nichos experimentales:
1.El Laboratorio del agua para animar a los niños de entre 6 y 12 años a realizar todo tipo de experimentos con agua (abierto solo los fines de semana).
2.El mundo de agua con unos expositores que muestran la importancia del agua en la ciudad a lo largo de los últimos 500 años
3.Un centro de información sobre el agua con una biblioteca con respuestas a preguntas sobre el agua.
4.Proyección de documentales sobre la gestión del agua y la importancia de este líquido en otras partes del mundo (abierto solo los fines de semana).
Este pequeño museo -gestionado en Auzolan- sería una experiencia agradable y educativa para toda la familia.
escalerasNos haría valorar la importancia del agua en la historia del barrio y de la zona, así como la trascendencia del agua para generaciones venideras.
Este proyecto se ha comprometido gestionar, delante del ayuntamiento, Lantxabe con Iñigo Etxabe Goenaga (nacido en Txanpuene, 1964) en reunión de la junta directiva de la asociación celebrada el pasado miércoles 4 en el Topaleku de Aiete
Sería una continuidad del presentado como “Las aguas de San Sebastián, la fuente de Txanpoenea” subvencionado con 2.016 euros en el marco de olasdeenergia.dss2016.eu.
En ese proyecto Iñigo Etxabe Goenaga ha propuesto recuperar el abrevadero y lavadero del caserío Txanpoenea, situado en la calle San Roque de Amara. Se trata de una fuente de piedra arenisca utilizada hasta el año 1940 por la familia Etxabe para su uso propio y como abrevadero. La fuente, de 50m2, está compuesta por paredes, abrevadero, dos ventanas y una escalera. Las labores de recuperación se realizará con el trabajo en común de vecinas y vecinos. La fuente quedará integrada dentro del futuro parque municipal de Arbaizenea, y así las y los visitantes tendrán la oportunidad de conocer una parte del patrimonio histórico-cultural de San Sebastián, ya que en su día unas 60 fuentes de esa zona abastecían de agua la ciudad.
Txanpuene sería memoria activa también de los caseríos de las cercanías que han desaparecido Munto, Diuna, Mamelena-Olabene, Santa Teresa, Lazkano…
Una ablación es lo que es.
No deberíamos permitirlo
Estamos en nuestro derecho
No se olvide