Saben la gran expectación que han abierto entre la chavalaría del barrio, en toda la gente
Hace tiempo que Mari Domingi quería pasar de visitas esporádicas, a estar presente cada 24 de diciembre en Aiete
Ella se está preparando en el caserío para esta significativa visita al barrio, ha puesto una gran ilusión
Olentzero le acompaña en el baserri, ambos con el propósito de llevar alegría a la gente más pequeña.
El aroma a viejo roble llena el aire del caserío, la pareja revisa su saco de regalos, Mari Domingi estira su vestido, Olentzero ajusta su txapela, dan un sorbo a un vaso de sidra del baserri. Mari Domingi está en su salsa con las manzanas. En el piso principal tienen el tolare
Olentzero parece cansado, es ‘pertsona herrikoia’ mayor y muchos los regalos a repartir
El martes recorrerán el barrio, entre Katxola y la plaza Hiru Damatxo -un km y medio- encontrarán calles con nombres de baserris pero ya no quedan caseríos. Irán desde la ‘plaza de las ikastetxes’, a otras plazas, hasta Munto -otro caserío demolido del que queda la plaza de los manzanos en su recuerdo-. [Es un aspecto que hace especial la presencia de Mari Domingi en el barrio: su particular gusto por las manzanas. Este detalle refuerza la conexión de Mari Domingi con Aiete]
Haurrak, gurasoak, amona-aitonak, les recibirán con canciones; en la plaza de Hiru Damatxo el sonido de tikitiixak, pandero, txistularis va a sonar como un tamborileo anunciando su llegada; la pareja traerá alegría, esperanza y repartirá sueños envueltos en paquetes.
Hala, bihotza ilusioz beterik, Mari Domingik eta Olentzerok gogorarazten digute elkartasunaren eta magiaren berotasunak beti aurkitzen dutela neskatoen eta mutikoen arteko ibilbidea.