Hace años que reclamamos para el paseo de Aiete un bidegorri que permita poder usar la bicicleta en el barrio. Los partidos que se presentaban a las elecciones municipales, incluían el carril-bici en sus programas. Pasaron tres elecciones, tres gobiernos municipales, hasta hoy. Ha costado pero la noticia, en esta ocasión, es que cuando el consistorio donostiarra dice apostar por la bicicleta, incluye el barrio de Aiete.
El área de Movilidad informó a Lantxabe del proyecto de bidegorri el pasado 21 de julio. El carril-bici se complementa con los nuevos ascensores que conectarán, en dos tramos, el paseo de Morlans con el paseo de Aiete. La materialización de este proyecto se llevará a cabo en dos fases.
La primera fase, que nos fue detallada por el técnico de moilidad sostenible, contempla una vía ciclista que partirá del puente que sobrevuela el paseo Pío Baroja y llega hasta la rotonda del colegio de las Jesuitinas, sobre una distancia total de 850 metros. Esta obra también se ejecutará en dos etapas.
Posteriormente se incorporará un segundo tramo que, partiendo de la citada rotonda, conectará con la de Oriamendi, pasando el colegio alemán. Los dos tramos suman 1,5 kilómetros de longitud y un coste de 350.000 euros.
El consistorio quiere garantizar que los ciclistas y los peatones puedan circular por la zona con mayor seguridad, pero cuando afirma que “el tránsito motorizado pueda discurrir fluido pero calmado”, se `nos pone la mosca detrás de la oreja´. Por el paseo de Aiete circular a más de 30 ó 20km/hora es una irresponsabilidad.
Un detalle. Volvemos a recordar que el paseo de Aiete llega hasta La Cumbre, en el inicio de la cuesta de Aldapeta, y no parece tan difícil incluir ese tramo en el proyecto. Más, resulta difícil de comprender no hacerlo.