Pedro Berriochoa regresa al caserío Katxola para hablar ‘sobre la experiencia de la atsolorra en Ereñotzu (Hernani)’.

La “Atsolorra” es un rito vasco de nacimiento anterior a la imposición del bautismo realizado por la Iglesia Católica.

Pedro es Profesor de Ciencias Sociales y Cultura Clásica en la Educación Secundaria Obligatoria del Instituto Usandizaga
Es el autor del libro “Aiete: Caseríos, casas y familias» (se puede bajar en una de las pestañas de esta web). Pedro es muy popular entre nosotros. Presentó en la casa de cultura otro de sus libros ‘Como un jardín. El caserío guipuzcoano entre los siglos XIX y XX’
El sábado volvió a Katxola para hablar ‘sobre la experiencia de la atsolorra en Ereñotzu (Hernani)’.

Este tesoro está hoy presente en la memoria de las abuelas de Ereñotzu; ellas recuerdan que los últimos rituales los realizaron en los años 70. Después de 42 años de pérdida del ritual, el 29 de abril 2012 se recuperó en Ereñotzu; fue un encuentro emotivo, alegre, y feliz.
“Atsolorra” es una palabra compuesta cuyo significado etimológico es “Atso”/“Mujer Anciana”, “Mujer Mayor” que no ha sido madre y “Lorra” o “Lorpean” significa “arrear” o “acarrear”. Para la comunidad su significado era el esfuerzo que realizaban las mujeres con la madre y el recién nacido afrontando y llevando sus vidas hacia delante.
Pedro grabó este asunto con Rubén Flores, ha estudiado Audiovisuales en Leioa y tiene una beca para hacer un documental sobre la “Atsolorra”
Pedro Berriochoa, en su entrevista, explica que esta manifestación la realizaban mayormente las mujeres a los enfermos de la vecindad o de la familia, la llamada “visita”. Se trataba de una reunión de mujeres a primera hora de la tarde para visitar a aquella madre del barrio que acababa de dar a luz. Tampoco han tenido demasiada buena fortuna en la literatura misógina del país. Las vecinas traían algún regalo a la parturienta: chocolate, galletas, licor… y esta les obsequiaba con chocolate en taza, con algún dulce y licor. Cuenta la leyenda que duraban demasiado, que las vecinas (ayunas de relaciones sociales) demoraban la visita y que hablaban más y más alto en función de la pattarra (licor) que bebían. Al parecer, la charla degeneraba en todo un juicio severo de las distintas familias de auzoa. La madre estaba atenta de que el bebé fuera bien alabado y de que no hubiera ninguna vieja de aquellas que lanzaban el mal de ojo o begizko. Era también el momento de lucir el poco lujo del caserío: la porcelana, la cristalería o las servilletas de lino.
En la actualidad, como decimos, se celebra en Ereñotzu, con hombres, y un tinte de género y feminismo.
Con todo este material, y el inestimable asesoramiento de Berriochoa, Rubén Flores pretende hacer un documental de media hora y otro más largo, que seguro disfrutaremos también en Katxola.

2 comentarios en “Pedro Berriochoa regresa al caserío Katxola para hablar ‘sobre la experiencia de la atsolorra en Ereñotzu (Hernani)’.”

  1. Gracias queridos amigos de Lantxabe por permitir la grabación de la entrevista a Pedro Berriochoa en Katxola. Fué un verdadero lujo para nosotros. Y será un placer poder presentarlo, una vez concluyamos su montaje.

    ¡Un saludo!
    Rubén

  2. Querido Rubén, nos dejaste boquiabiertos con tu despliegue de talento, imaginación y medios.
    Era tal la concentración que hasta el ‘pasar páginas’ del compañero interfería en la grabación.
    Estamos seguros que tendrás un documental brillante, pleno. Y tenemos mucha ilusión para el día en que se proyecte en el caserío.
    Gracias por tu esfuerzo y colaboración. Las puertas de Katxola están abiertas, pero para actos como el tuyo ponemos la alfombra roja

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