El caserío Katxola será centro de interpretación. / Iñigo Sánchez
Los vecinos quieren convertir el caserío en el centro de interpretación del bosque, con Cristina Enea y Aranzadi
CRISTINA TURRAU Diario Vasco
Viernes, 30 marzo 2018
Para la asociación de vecinos Lantxabe de Aiete el caserío Katxola es el centro neurálgico del Bosque de Miramon. «Como museo sidrería muestra la historia y los valores de Aiete, que se han perdido por el boom inmobiliario», explica Ángel Alberdi. «Hemos hecho una plantación propia de 250 manzanos. Ya no tenemos ganadería pero sí bosque y manzanos. Esto lo queremos potenciar sobre todo para las generaciones jóvenes». Quieren que, de la mano de Aranzadi y Cristina Enea, Katxola sea el centro de interpretación del bosque y hable de su flora y fauna o de su erreka.
«El caserío euskaldun se vincula a los ‘jauntxos’, dueños de los terrenos y los montes. Luego se convierten en minifundios con sus tierras de labranza y sus bosques, de donde sacaban la bellota para sus animales, el castaño y la leña para calentarse». Muchos caseríos hubo en Aiete, ya desparecidos. «El bosque de Miramon pertenecía al caserío Miramon-Zar, al Ramonene, a Katxola, a Gure Pakea… y otros», dice Alberdi. «Al rescatar Katxola, del siglo XVII, reconstruirlo y convertirlo en caserío museo donde se fabrica la sidra queremos dar a conocer nuestra historia».
En opinión de Alberdi, no se puede entender el Bosque de Miramon sin Katxola como caserío cabeza del mismo. «Las ikastolas y colegios de la zona acuden Katxola y queremos unirlo al bosque para que tenga sentido, para explicar cómo se usaban los bosques en los caseríos de Aiete. En este barrio, hasta la explosión inmobiliaria, estaban los madrileños que venían a vivir a Aiete y los caseríos. Sin la intervención de los vecinos, sin el papel de Lantxabe el parque tecnológico y la invasión inmobiliaria hubieran seguido mordiendo al bosque».