El pasado 28 de febrero, -todavía no estábamos confinados-, una delegación de Lantxabe que acompañaba a la Concejala Mariaje Idoeta, por algunos lugares del barrio terminó su recorrido en el palacio de La Cumbre.
En las puertas de la parcela pública Lantxabe dio a conocer a la edil una petición muy comentada en el barrio y entre aquellas personas defensoras del medio ambiente y los parques naturales, como es que el Ayuntamiento se hiciera con el control del palacio y sus jardines, y los destinara a uso público, como en su día se hizo con palacio y jardines del palacio de Aiete.
Los jardines del palacio de Aiete tienen un extensión de 74.000 m²; la parcela de La Cumbre unos 18.000 m²; los jardines del palacio de Aiete son cuatro veces los de La Cumbre, pero esta parcela contiene dos veces y media las medidas de un campo de fútbol reglamentario y está abandonada, sin uso, dando trabajo de mantenimiento, sin servicio público alguno.
La sentencia por los horribles «casos de Lasa y Zabal» como lugar de las torturas la describe como «Una villa, sita en el Alto de Aldapeta de San Sebastián, consiste en un edificio rodeado de un jardín, con piscina y pista de tenis y era utilizada esporádicamente por miembros de las fuerzas policiales para guardar motocicletas y perros o incluso para jugar al tenis«
La semejanza de ambos procesos es obvia. Si abriendo las puertas del palacio de Aiete y su entorno a la ciudadanía donostiarra se limpió el aire viciado del franquismo…El palacio de La Cumbre arrastra en el recuerdo de la ciudadanía donostiarra el espeluznante crimen de Lasa y Zabala; en 1983, allí fueron fieramente torturados y después vilmente asesinados en un paraje de la provincia de Alicante, en el municipio de Busot, con dos disparos en la cabeza, José Ignacio Zabala y uno José Antonio Lasa. Sus cuerpos fueron arrojados a una fosa, cubiertos con cal viva y descubiertos meses después, en enero de 1985, aunque fueron identificados mucho más tarde.
En 1995 Ángel Vaquero, Felipe Bayo Leal, Enrique Dorado y Enrique Rodríguez Galindo, así como por el ex gobernador civil Julián Elgorriaga Goyeneche fueron condenaron por dos delitos de asesinato y de detención ilegal.
Todavía hoy -artículo de Público del 18 de enero de 2018- cuando gobernaba el PP de Rajoy se contestaba a una pregunta del parlamentario Iñarritu «que no tiene por qué autorizar la grabación de películas en su interior». Se refería así a lo ocurrido con el cineasta Pablo Malo, director del film Lasa y Zabala, quien en 2014 no consiguió los permisos necesarios para grabar algunas escenas dentro de La Cumbre.
El misterio en torno a este lugar siniestro continúa presente. Borrar este antecedente aterrador del palacio, manteniendo activamente en la retentiva a Lasa y a Zabala, es una obligación para con todas las personas de bien.
El ayuntamiento debe comprender que esta es una obligación no sólo con Aiete, sino con toda la ciudad y olvidarse por una vez de la cicatería con la que trata a los barrios periféricos. Este no es un asunto de barrio, es de memoria, reparación, justicia y uso democrático de los espacios públicos.
Las y los ediles que forman el pleno municipal deberían estar a la altura del reto y ser generosos con su propia ciudad
Nota.-
La finca está titulada como “bien de interés cultural”.
En la actualidad no sabemos si el Subdelegado del Gobierno en Guipúzcoa la utiliza o no; es una gran oportunidad de mediación que se ofrece a Guillermo Echenique, actual subdelegado del gobierno en Gipuzkoa y a Denis Itxaso recién nombrado delegado del gobierno en Euskadi.
A Gullermo Echenique le solemos ver en la parada del autobús de La Cumbre. Ahora no claro
¿Lugar siniestro para quién? Los vecinos no tenemos ningún problema con el Palacio de la Cumbre ni lo vemos siniestro?
Dejen de politizar el barrio.
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El Ayuntamiento debería negociar con el Estado, a fin de recuperar esta finca para el municipìo. Es una vergüenza que no esté dentro de sus prioridades. Su uso actual, como bien se explica en el artículo, es mínimo, por no decir nulo.
Tienen una gran oportunidad de hacerlo
El subdelegado del gobierno ni lo usa ni lo quiere
Los dueños de La Cumbre son los del PSOE y Podemos
El PSOE ‘gobierna’ en Donostia
Las estrellas de la constelación están pefectamente alineadas
Si cuarteles de Loyola ¿Por qué no La Cumbre?
..porque Aiete no les importa mucho
El PNV tiene el voto asegurado en el barrio
El PSOE va de capa caida, desde que Elorza abandonó Aiete a su suerte (¡Y así le fue!)
(¡Ojo Jeltzales!)
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Glorioso Alzamiento Judicial
La Justicia no es suya. Un país sin idea de justicia neutral es un país cuya convivencia está en riesgo. Dejen de manosearla. Dejen de avergonzarnos
El Glorioso Alzamiento Judicial sigue cosechando victorias por los campos de España. La última hazaña, que entra desde ya a formar parte del libro de los cantares de gesta, ha consistido en absolver al ultraderechista que durante meses acosó a la familia Iglesias Montero a las puertas de su casa. La jueza Belén Pérez Fuentes no consideró probado que el tipo que daba entrevistas por televisión presentándose como orgulloso líder del cerco a la vivienda fuese el organizador del acoso. Hay ocasiones, como el caso de Puigdemont cabecilla de un grupo terrorista, en las que los liderazgos son más fáciles de percibir que en otras. La Justicia española está en racha y una victoria llama a la siguiente. El mismo día y a escasos metros de este juzgado de lo penal que ha sentado jurisprudencia para que acosar a líderes políticos en sus viviendas sea una práctica legal e incluso saludable, llega un esperado anuncio de la Sala Segunda del Tribunal Supremo: se niegan a cumplir la ley de amnistía aprobada por el Congreso de los Diputados. Que el Poder Judicial, encargado de hacer cumplir la ley, se niegue a cumplirla, podría resultar chocante para quien haya estado fuera de España estos últimos años. Habría que explicarle que la sorpresa no es tanta si tenemos en cuenta que este mismo tribunal se manifestó en contra de la ley de amnistía cuando el contenido de ésta aún no había sido redactado.
Disimular no es una opción en el campo de batalla. Lo sabe por partida doble el juez Peinado y también el juez Peinado –al parecer usa dos DNIs distintos el hombre– que mantiene imputada a la pareja del presidente del Gobierno en base a informaciones falsas, y lo sabe el titular del juzgado número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre. El autor de la tesis consistente en definir a Puigdemont como una especie de espía a las órdenes de Putin no disimuló mientras conversaba con funcionarios judiciales, así que fue grabado asegurando que, gracias a su imputación, “al Gobierno le quedan dos telediarios alemanes, esto es su tumba, a tomar por culo”. Si a usted, cabreado por la indecencia de estos audios, se le ocurriese llamar al juez corrupto o prevaricador estaría incurriendo en una injuria que probablemente sería castigada. Así que no lo haga.
Si la Justicia no disimula es absurdo que el resto lo tengamos que seguir haciendo. Quizá la sociedad viva relativamente cómoda con esa idea abstracta de que la Justicia está politizada, así, en general. Pero, por incómodo que sea, toca decir la verdad como la dice el juez Aguirre en sus conversaciones de juzgado. La Justicia no está politizada en abstracto, sino que la derecha española con la que Pedro Sánchez acaba de pactar el Gobierno de los jueces, lleva años –y los que quedan– prostituyendo y dinamitando algo que no les pertenece, sino que es del pueblo: la idea de que ciertas reglas de neutralidad nos gobiernan. Esa neutralidad no existe en este país y hay que asumirlo. La Justicia no está politizada en abstracto porque no hay ningún juez de izquierdas que impute a Feijóo por posible tráfico de drogas en base a fotografías con antiguas amistades con yate. Hacerlo sin pruebas no sería serio ni sería justo. No hay acusaciones de pederastia contra políticos miembros de la derecha por posibles vínculos con la cúpula de una Iglesia que acumula miles de agresiones sexuales contra niños. ¿Alguien se imagina las consecuencias de poner en marcha una acusación tan grave sin pruebas? Es lo que se ha hecho con Mónica Oltra.
No hay un juez de izquierdas que decida imputar a Abascal por alta traición a España o espionaje para Israel cuando, en pleno conflicto diplomático, viajó a lamer las botas del genocida que nos amenazaba. No hay, como ustedes saben, jóvenes de derechas condenados a nueve años de prisión por agredir a policías en las protestas frente a Ferraz. Eso se reserva para los de Alsasua. No hay cantantes de derechas en la cárcel por las letras de sus canciones ni se ha condenado por injurias a la Corona a fascistas que llaman adúltera y satánica a la misma reina Letizia, por cuya viñeta satírica sí se condenó a la revista El Jueves. Los ejemplos son infinitos y tras cada uno de ellos podemos imaginar, sin mucho esfuerzo, a un honorable juez diciendo al estilo Joaquín Aguirre, “a la cárcel por rojo de mierda”.
Quizá olviden algunos salvadores de la patria con toga que, aunque la ley les ampare a la hora de dictar sin consecuencias los autos y sentencias más imaginativos para satisfacer sus fantasías políticas, la Justicia no es suya. Que un país sin idea de justicia neutral es un país cuya convivencia está en riesgo. Dejen de manosearla. Dejen de avergonzarnos. Si quieren que gobierne su partido político preferido o quieren tumbar leyes que no les gustan, dejen la toga y preséntense a las elecciones. Si quieren acosar a líderes políticos a los que odian, vayan ustedes mismos a las puertas de sus casas y expónganse. Pero dejen de llenar de mierda algo que no les pertenece.