En la ficción, Dostoievski escribió la obra El jugador, en parte autobiográfica. En el psicoanálisis, Sigmund Freud escribió un ensayo basado en esta obra.
El ciclo de literatura y cine organizado por Lantxabe en el Topalaeku (Aiete) se propone, en la programación del presente trimestre, ofrecer tras la tertulia literaria y la proyección de la película, una charla cuyo contenido coincida con el del libro y la película analizados.
En este caso “El jugador” de Dostoievski y, “El gran pecador” de Robert Siodmak, nos plantean con crudeza el tema de las ludopatías, presente en nuestra sociedad guipuzcoana, adaptado a las formas actuales y a las nuevas tecnologías
Por eso hemos invitado a Lorena Pidal Roa, psicóloga experta en la materia, a desarrollar, en la práctica, esta idea
La Ludopatía es una enfermedad y como tal, ha de tratarse en los centros de salud especializados o en los diferentes centros sociales como Ekintza Dasalud.
No solo hay que tratar al paciente afectado sino a la familia en caso de requerirlo, ya que es una adicción que afecta y repercute en todas las áreas de la vida de la persona incluyendo la familiar. La ludopatía no es un vicio ni algo que se supere de hoy a mañana, es un trastorno definido como “Fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos a jugar y en la aparición de una conducta de juego que compromete, rompe o lesiona los objetivos personales, familiares o profesionales del jugador”
La Ludopatía al igual que otras adicciones tiene curación pero implica reconocimiento de la enfermedad y búsqueda de apoyo, así como la puesta en práctica de las medidas básicas de control.
En la conferencia LORENA PIDAL intentará dar respuesta a las siguientes cuestiones :
¿Cuáles son los signos que nos advierten de estar ante un jugador patológico?
¿Cuáles son los factores personales de riesgo ante la ludopatía?
¿Qué puede hacer la familia?
En el debate ,tras la conferencia, los asistentes podremos intercambiar nuestros puntos de vista sobre este problema social.
Lantxabe quiere en esta ocasión invitar al acto a todas aquellas personas que estén o hayan estado cercanos al problema con el fín de que el acto además de informativo pueda servir de ayuda y orientación a todos los que lo necesiten.