Mucha gente de Ayete se siente entrañablemente unida al Coro Easo. Son decenas los aietearras que han pasado por sus aulas y sus coros. El propio inolvidable Peli Egaña tenía en el Topaleku su oficina -si se le podía llamar así- y el Coro su sala de ensayos, la misma donde hoy celebramos nuestras tertulias literarias y el cine asociado a ellas.
Pues bien llevamos años estrenando cantera del Coro Easo. Y también aprovechamos las fiestas para hacerlo.
El sábado fue el Araoz Gaztetxo. Una auténtica delicia. 23 niñas dirigidas por Maddalen Dorronso (al piano Ana Belén García) nos hicieron disfrutar de lo lindo.
(Echamos en falta una mayor visión y un adecuada flexibilidad de las autoridades en la gestión del tiempo y el uso de las salas del Topaleku. Dichas autoridades son incapaces de ver que detrás de estos coros y estas fiestas hay muchas personas que prestan generosamente su colaboración a hacer más transitable la vida de nuestra ciudad. Da que pensar que sólo ponen interés en los folklores que les ayudan en sus mejunges electoralistas)