El edificio se levantó en 1926 y desde entonces sigue igual, aunque los que han estudiado en el pasado de Aiete, como el historiador Manuel Lecuona, nos trasladan a finales del siglo XII, época en la que vinieron a la entonces villa de San Sebastián y se establecieron en ella, un gran número de gascones que se ubicaron por los alrededores rurales de la ciudad, principalmente en el Alto de Amara y en el Alto de Lugaritz.
De su llegada queda testimonio de los nombres de muchos caseríos ya desaparecidos como Txandarmene, Merkekin, Borroto, Puio, Miramón y Hayet, Famet o Ayet, que de los tres modos se escribió este apellido, según los tiempos, y del que ha derivado el actual nombre de Aiete o Ayete del original nombre gascón.
Pues bien, junto al caserío Hayet había una pequeña ermita del Cristo y su origen podría remontarse a los caballeros templarios que tuvieron en San Sebastián encomiendas y casas.
Muy pocas noticias se conocen de los primeros años de la vida de la ermita. En el año 1885, los duques de Bailén compraron en el alto de Amara varios caseríos con los campos y bosques de los alrededores, entre los que se encontraban el caserío ‘Aiete’ y la ermita del Cristo.
En 1878 los duques construyeron el actual palacio de Aiete. La ermita, situada dentro del recinto de los jardines del palacio, continuó abierta al público convirtiéndose en centro de reunión de los moradores del barrio y del palacio.
Los condes de Casavalencia, a la muerte del duque de Bailén, el año 1911, adquieren el palacio. Y en el año 1940 lo compró el Ayuntamiento donostiarra.
Pero volvamos unos años atrás, cuando a comienzos del siglo XX llegaron a Aiete, procedentes de México, los señores de Areitio, don José y doña María De la Arena, que fueron los que contribuyeron en la construcción de la nueva iglesia del Cristo. Los terrenos para la construcción de la nueva iglesia fueron cedidos por Manuel Mercader, señor del viejo palacio de Miramón y del caserío Olabene, junto al cual se construyó la nueva iglesia por el arquitecto Luis Elizalde, propietario del caserío Ugalde.
Y fue el 14 de septiembre de 1926, festividad de la Santa Cruz, cuando Fray Zacarías, obispo de Vitoria, a cuya diócesis pertenecía la provincia de Gipuzkoa, bendijo e inauguró la iglesia.
Cecilio Aguirre Isasa fue designado primer capellán y el Cristo que hasta entonces permanecía en la ermita fue trasladado a la nueva iglesia, la que hoy conocemos.
Al poco tiempo de la inauguración de la iglesia subió a Aiete la reina María Cristina, que acudió a visitar el Santo Cristo en su nuevo templo y como testimonio de esta visita se conserva un cáliz de estilo barroco, del siglo XVII, que regaló la reina.
La actual parroquia
Aiete iba creciendo en habitantes y hacia 1960 ya vivían en este barrio unas 3.000 personas. Y al incrementar el vecindario el 21 de marzo de 1961, el primer obispo de Donostia, Jaime Font Andreu, elevaba la actual iglesia a la categoría de parroquia bajo la advocación del Santo Cristo de Aiete. El primer párroco fue Eustoquio Iriarte Urdinarrain, natural de Belauntza. Primeramente sirvió a la Capellanía en los años difíciles de la posguerra, y después a la parroquia en los comienzos del crecimiento demográfico de Aiete por las familias de inmigrantes que iban llegando de las provincias castellanas a la capital de Gipuzkoa.
Sucedieron a Eustoquio Iriarte al frente de la parroquia, Juan Azpitarte, Antón Marcaide y en la actualidad es párroco desde 1993 Pedro Albizuri, a quien le toca dirigir esta iglesia enclavada en uno de los barrios más extensos de la ciudad, antes poblado de caseríos, casas, sidrerías y manzanos y hoy convertido en una amplia zona residencial con sus instalaciones empresariales y científicas, donde viven, según el padrón municipal, uno de enero de-2010, 12.986 personas.
Sobre un artículo de ALETXU PEÑA DV