Ochenta pisos (y apartamentos ya concluidos) ubicados en lo que fue Rozanés están preparados para recibir a sus moradores. Los primeros inquilinos comenzarán a habitar estas estancias dentro de un mes.
Todo está prácticamente acabado, aunque hay que tener en cuenta que se trata de residencias transitorias para jóvenes investigadores que están amuebladas por completo, preparadas para ser habitadas.
La dotación de estos apartamentos incluye ropa de cama y toallas, cubertería y vajilla camas, mesas, todo lo que pueden necesitar personas que llegan a trabajar a centros tecnológicos o a la universidad y que necesitan alojamiento por unos meses.
Los ochenta pisos disponibles tienen distintas tipologías, ya que buscan albergar a quien viene solo, a quien lo hace con su familia o a aquel que cuenta con alguna discapacidad. Y aquí no hace falta apuntarse a un registro especial: son los propios centros tecnológicos los que aportan datos sobre aquellas personas que encajan en el perfil que se busca y quienes las seleccionan para vivir en Rozanés.
Lo habitual es que las estancias de estos investigadores no puedan durar más de un año, aunque existirá flexibilidad según los casos, siempre para plazos de tiempo cortos. Porque, entre otras cosas, interesa que haya rotación y la iniciativa se beneficia con que pase por estas instalaciones el mayor número de investigadores posible.
Lo que van a encontrarse los vecinos de este nuevo Rozanés cuando lleguen a su nueva residencia es un edificio de sótano, semisótano, planta baja, tres alturas y ático, con esos ochenta apartamentos para el alojamiento transitorio y que tendrán diferentes características en función de las necesidades de las personas que acudan: familiares, individuales y adaptadas para personas discapacitadas. En total, edificio se reparte entre 11 apartamentos familiares, 23 grandes, 32 medianos, 12 pequeños y dos para personas discapacitadas.
Costo del equipamiento
La edificación de la residencia ha supuesto una inversión de 9,3 millones de euros. El Ministerio de Ciencia e Innovación, que refrendó la iniciativa desde el principio, ha aportado 1,5 millones y el de Industria, a través del Plan Avanza, una subvención de un millón y un crédito a interés ceroPara que el Ayuntamiento financie el resto de la obra.
A esta cifra habría hay que añadir la equipación material de todo el edificio, lo que eleva la cantidad final invertida a unos 12 millones de euros.