La Mesa de Contratación del Ayuntamiento donostiarra ha dejado fuera al Club Natación Easo al no haber «acreditado solvencia técnica suficiente». Quedan dos clubes para gestionarlo: el Tenis de Ondarreta y el Fortuna. Será la primera semana de mayo cuando se sepa cuál de los dos se hace con la gestión una vez que el Atlético San Sebastián abandonara la dirección año y medio después de inaugurarse las instalaciones.
El Atlético San Sebastián ganó el concurso para gestionar estas instalaciones tras presentar una propuesta muy ambiciosa en lo deportivo y en lo económico, que rebajaba de 120.000 a 67.000 euros la cantidad anual a percibir del Patronato como ayuda para la gestión. Los problemas empezaron pronto. Las pistas de pádel, uno de los platos fuertes del recinto, presentaban deficiencias en su construcción y hubo que realizar a lo pocos meses un arreglo, que no contentó al club. Las canchas no se podían utilizar para competiciones. El Atlético llegó a cifrar en 120.000 euros el perjuicio económico que causó en sus arcas este mal estado de las pistas.
Estas cuestiones agriaron las relaciones entre el club y Donostia Kirola hasta el punto de que el Atlético se desvinculó. El Patronato asumió transitoriamente la gestión.
Ahora la entidad que resulte seleccionada podrá explotar el polideportivo durante diez años, prorrogables en dos periodos quinquenales sucesivos, sin que la duración pueda sobrepasar los 20 años en total.
El espacio, de más de 10.000 metros cuadrados de superficie, dispone de dos piscinas cubiertas de 25 y 12,5 metros de longitud y conectadas al exterior, además de otra piscina descubierta de 25 metros y una más ubicada en los jardines exteriores para niños.