La inclusividad tiene que ver con la enemistad y la amistad.
Para muchos movimientos sociales ha sido muy importante, en paralelo a su propia construcción, la construcción política de una enemistad: identificar y señalar al enemigo. Por ejemplo, el movimiento obrero tuvo que descubrir-construir a la burguesía como su enemigo de clase. (No entro a valorar esto, solo a constatarlo).
Sin embargo, la fuerza del 15-M no consiste en haber visibilizado unos enemigos. Todo el mundo requetesabía, ya antes del 15-M, que la democracia estaba corrupta y que la economía estaba podrida. La fuerza del 15-M consiste en haber construido un gran espacio de unión (personas que quieren estar juntas) desde el cual luchar con mayor fuerza (con escucha y respeto) y mejores armas (la no-violencia activa) contra esa democracia corrupta y esa economía podrida. Alguien dijo en Twitter: “No estábamos solos, estábamos desunidos”.
La celebración en Madrid del encuentro JMJ ¿Fue un test para el 15-M? ¿Cómo debe relacionarse el 15-M con la JMJ que no le gusta?
Para la izquierda, la situación está más clara. De la izquierda se puede decir que detesta a la iglesia católica por su colaboración con la dictadura franquista.
Para el 15-M la cosa es más difícil: el encuentro con la JMJ le fuerza a posicionarse sobre algo ajeno a su dinámica, sin que haya habido suficientes procesos de consenso al respecto.
Y es que el 15-M no es la izquierda. Es otra cosa. Una cosa nueva que está abriendo nuevos derroteros. Entonces, si no es posicionarse, ¿hay algo que se pueda hacer? En mi opinión, lo que corresponde a un movimiento horizontal y asambleario no es focalizarse en la presencia del papa ni de la jerarquía eclesiástica (focalizarse en la jerarquía refuerza la jerarquía), sino preguntarse por los miles de personas que convocó el JMJ. ¿El 15-M tiene algo que decir? ¿el 15-M tiene algo que escuchar de esa juventud católica, de la situación de sus lugares de origen, de sus malestares, de sus deseos…?
Vimos a esos chicos y chicas cantar, rezar, meditar, escuchar catequesis… Pero en la programación de sus jornadas no ha habido momentos para la toma horizontal de la palabra. No han hecho corros, ni celebrado asambleas. Al contrario del 15M, gente tomando la calle, sentadas en corros, haciendo uso de la palabra, haciendo consenso.
¿Podría haber algún problema común, algo que interese al 15-M y que tal vez pudiera interesar a algunos chicos y chicas del JMJ? ¿Podríamos abrir alguna superficie de contacto? ¿Podría el 15-M regalar a las JMJ una experiencia de horizontalidad y respeto? No para hacer un bloque contra bloque sino para derrumbar los estereotipos que otros/as nos aplican (perroflautas) y que aplicamos a otros/as (papaflautas).
por Amador Fernández-Savater 22-08-2011
M. José Molina Guerrero – Martes, 23 de Agosto de 2011
Yo estuve en la manifestación de Madrid del día 17 de agosto. Y estoy sorprendida de la desinformación y ligereza con que los medios están tratando todo lo relacionado con este tema.
La manifestación convocada en Tirso de Molina era una manifestación legal. Tenía autorización del Gobierno y un recorrido establecido. Cuando la cabecera de la manifestación llegó a Sol se encontró con una contramanifestación de los seguidores del Papa que le impedía seguir avanzando, puesto que el recorrido autorizado debía pasar por Sol y continuar hasta volver a la plaza de Tirso de Molina. ¿Por qué nadie refleja esto? ¿Por qué lo permitieron las fuerzas del orden cuando los ilegales eran los llamados peregrinos?
Aún así la cabecera de la manifestación intentó seguir adelante con cánticos y mucha paciencia hasta que los peregrinos empezaron a dispersarse. Mientras tanto, los miembros de la manifestación autorizada, ante el embudo que se había formado, intentaban llegar a Sol por las calles adyacentes
Cuando yo llegué a Sol la situación era un tanto caótica. Los manifestantes laicos seguían llegando a la plaza, indudablemente la gran participación de gente en esta convocatoria había desbordado los cálculos de la delegación del Gobierno. Había unos cordones de Policía que no se sabía muy bien qué función cumplían, creo que ellos tampoco. Nos impedían pasar por una bocacalle y al otro lado del cordón veíamos retenidos a más manifestantes laicos que intentaban llegar a la plaza.
Pequeños grupos de vaticanistas merodeaban todavía por Sol y los alrededores, desafiantes.
A mí, que no soy precisamente una jovencita y que no portaba ninguna pancarta ni ningún otro símbolo externo, en dos ocasiones se me encararon, gritándome en un idioma que no pude entender. Al final pude llegar de nuevo a Tirso de Molina donde un equipo de sonido emitía música de Labordeta, que nos reconfortó.
Mientras, en Sol, debió empezar el desalojo educado de los policías a las mochilas amarillas y la carga brutal, a continuación, contra los manifestantes.
La manifestación estaba convocada por plataformas laicas y de cristianos de base y el motivo de la protesta (habrá que recordarlo una vez más) era el gasto público que está suponiendo la visita del Papa en unos momentos de crisis y recortes sociales.
Es cierto que era una concentración muy grande de gente y es difícil controlar todo, pero el ambiente general que yo observé en la manifestación fue de tranquilidad y buen humor. Es más, fui testigo de cómo educadamente se le llamaba la atención a una persona que gritaba una consigna quizás no muy conveniente.
¿Por qué esa necesidad obsesiva de criminalizarnos? Por el contrario, la contramanifestación de los peregrinos parecía estar bien organizada y protegida, aún tratándose de una manifestación ilegal, sin autorización gubernativa.
Al principio he comentado que me ha sorprendido la desinformación con que se ha tratado estos incidentes. Creo que debo rectificar. En el siglo XXI toda la información está en la Red. No hay ninguna dificultad para acceder a ella. Otros deben ser los motivos por los que una buena parte de los medios de comunicación han manipulado y tergiversado los incidentes del 17 de agosto.
Tiene solo 17 años y sus ojos claros se humedecen -sin llegar a más- cuando relata la agresión que sufrió por parte de varios agentes de antidisturbios el pasado jueves en la calle de Atocha. El vídeo en el que se ve cómo los policías la abofetean y golpean junto a un joven, sin que ninguno de los dos hubiera mostrado una actitud agresiva, ha volado por la Red. Ha sido el motivo por el que la Jefatura Superior de Policía ha abierto una investigación interna para dilucidar si los agentes actuaron de forma desproporcionada en las cargas al término de la marcha laica del pasado miércoles y en las concentraciones posteriores. «Nos gritaron: ¡venga, sucios, moved el culo!», recuerda. Pero ella no tiene rabia. Cuando se le pregunta a Katerina qué siente, cómo se encuentra después de aquello, medita unos segundos y contesta: «Estoy decepcionada». Sin rabia. Sin más.
Ahora todos la conocen. Es la niña o la rubia o la joven del famoso vídeo. Ha recibido mucho cariño anónimo: «Me han parado en el metro y me han abrazado», dice. Pero también la han amenazado. «Los fachas de mi pueblo (San Lorenzo de El Escorial) me han dicho por Tuenti que van a rajarme una cruz en la frente».
Katerina acudió ayer a la asamblea que el 15-M convocó en la plaza de Oriente para hablar sobre los casos de agresiones y decidir si actúan a través de una denuncia colectiva. El día anterior, el jefe del grupo de antidisturbios, que presuntamente la golpeó, y uno de los subinspectores declararon ante el instructor del caso, que deberá decidir si abre un expediente disciplinario contra los agentes.Katerina tampoco tiene miedo. Va a seguir asistiendo a todos los actos del 15-M, aunque no va a ir a «buscar» que vuelvan a agredirla. «Lo vives como una eternidad. He visto el vídeo y sé que fueron 30 segundos, pero a mí me pareció muchísimo tiempo, solo pensaba en que se acabara ya». Esa tarde acudió a la concentración que se celebró en Sol para protestar por las cargas policiales que se produjeron el miércoles 17, durante la marcha laica, y que acabaron con 8 detenidos y 11 heridos. Hacia las diez de la noche, la policía condujo a gritos a los manifestantes desde el centro de la plaza hasta la calle de Carretas. Ella asegura que se quedó paralizada por los nervios, y por ese motivo la golpearon por primera vez.
La agresión registrada en el vídeo ocurrió poco después en la calle de Atocha. Katerina reconoce que increpó a los agentes: «Les grité que eran unos violentos». Enseguida la reconocieron. «El jefe, el que me dio la bofetada, es el que le preguntó a los otros: ‘¿Es esta hija de puta?». La golpearon en la cara y en la cadera, y a su amigo Luis Miguel, que la sacó en volandas, en el muslo y en la espalda. Ambos van a denunciarlo, aunque todavía no tienen parte de lesiones. Los cardenales de Luis Miguel son visibles.
La Jefatura Superior de Policía ha abierto una investigación interna sobre la actuación de los antidisturbios, que podrían haber incurrido en una falta grave o muy grave del régimen disciplinario, castigada con suspensión de funciones o incluso con la separación del servicio. El jefe del grupo de intervención policial, que presuntamente agredió a Katerina, y un subinspector declararon el pasado lunes en el marco de esa investigación, según fuentes policiales. Ayer lo hicieron otros agentes de la misma unidad. El instructor podría decidir esta misma semana si abre expediente contra ellos.
El mayoritario Sindicato Unificado de Policía censuró la actitud de los agentes que aparecen en las imágenes colgadas en Internet. «Han vulnerado los principios de actuación policial», dijeron a través de un comunicado. Amnistía Internacional condenó ayer también la carga «indiscriminada» y solicitó a la delegada del Gobierno en Madrid, María Dolores Carrión, que garantice una investigación «efectiva» y «exhaustiva» sobre el asunto.
En los jardines del Cabo Noval, en la plaza de Oriente, dos centenares de personas pusieron en común sus relatos de agresiones policiales. Por la mañana, un grupo de periodistas había denunciado también haber sido objeto de ataques de agentes mientras cubría las manifestaciones. Ante la abundancia de casos, el 15-M ha decidido crear un grupo específico para tratar los problemas derivados de las agresiones.
«Apalearon a mi hijo de una forma horrible. Está muerto de miedo», contó con la voz quebrada una mujer durante la asamblea. Un sonoro aplauso sustituyó al tradicional gesto de levantar las manos con el que los miembros del 15-M muestran su aprobación. Katerina la escuchaba con los ojos de nuevo humedecidos.
Antes que nada, conviene reseñar que las pesquisas del Papa en el libro ‘La infancia de Jesús’ han permitido determinar que el lugar del nacimiento no fue Belén, población de la Cisjordania ocupada, sino en Bailén, municipio de Jaén sito a escasos kilómetros de Linares, cuna de otra figura inmortal de talla internacional y que sigue contando con miles de seguidores en todo el mundo: Raphael. A partir de ahí, los equívocos y los rumores infundados se mezclan a partes iguales, siempre según la versión del pontífice. En cuanto a la fecha, el santo padre no se atreve a precisarla concretamente pero sitúa el nacimiento en el año 15 del imperio de Tiberio César, entre el 6 y el 7 antes de Cristo, coincidiendo con la emisión de la tercera temporada de ‘Hospital Central’.
En el terreno de los hechos concretos, el portal de Bailén en el que tuvieron lugar los acontecimientos era más bien un coqueto adosado de dos plantas y garaje procedente de un desahucio por impago y adquirido en pública subasta a precio de ganga. Además, en su interior no había una mula y un buey, tal y como se creía hasta ahora, sino dos motos de gran cilindrada que José y María acostumbraban a utilizar en sus desplazamientos. En cuanto a la estrella luminosa, no era tal, sino el gran Félix Baumgartner saltando desde Saturno por cortesía de una conocida marca de bebidas energéticas. En todo caso, una confusión comprensible.
Aclarado esto, Benedicto XVI aborda la cuestión clave del asunto: “¿“Es verdad que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo?”. Sí y no, viene a responder el Papa en su libro. Lo cierto que la anunciación del embarazo no corrió a cargo de un ángel propiamente dicho, sino de la criatura más parecida a un querubín alado que uno pueda encontrarse en la Tierra: un pasajero de Ryanair. Fue él quien se encargó de comunicar a María cuál era la voluntad del Señor: que adoptase de inmediato un baby, a imagen y semajanza de lo que otras mujeres como Madonna y Angelina Jolie venían haciendo de forma cotidiana desde tiempos inmemoriales. Ni que decir tiene que José se limitó a tomar buena nota y a engrasar la maquinaria burocrática a fin de que el engorroso papeleo se resolviera lo antes posible. En cuanto a la participación del Espíritu Santo en todo este asunto, el único rastro que Ratzinger ha encontrado figura en la hipoteca que José y María suscribieron con el banco portugués del mismo nombre, actualmente, rescatado con fondos europeos.
Y esto es todo por el momento. El Papa ya ha adelantado que en próximas entregas desvelará algunas otras imprecisiones detectadas en el transcurso de sus procelosas investigaciones, tales como las referentes a la multiplicación de los panes -de molde y sin corteza- y los peces -de estracción en el banco saharaui-, o la conversión del agua -de Vichy- en vino -rubí, dos años en barrica de roble, intenso en nariz, muy afrutado y con retrogusto a regaliz y frutos del bosque-.