Septiembre, en nuestra provincia, es un jolgorio permanente –y a veces un desmadre- que se inicia en torno a las Euskal Jaiak de Donostia, las Regatas, Ordizia, Zarautz y sigue otras celebraciones. Este fin de semana varias poblaciones guipuzcoanas disfrutaron de un programa animado para distracción de mayores y pequeños que encuentran más o menos respaldo mediático y popular. Entre estas fiestas, para nosotros, destacan las más txikitas de Aiete, apoyadas por personas con un corazón que no les cabe en el pecho. Y aunque arrancan con las regtas y concluyen con el festival de cine, son una jornadas con sabor local, más personal, más de amistad y cercanía, que permiten otro disfrute festivo, preludio de lo que será la actividad cultural y vecinal de todo el curso que viene. Pero la fiesta continúa y todavía queda esta semana por celebrar los festejos patronales de Aiete.