El alcalde debería conocer de primera mano lo que estamos haciendo respecto a disponer de ambulatorio en Aiete, nuestra propuesta de bidegorri, nuestra colaboración con la casa de cultura y los trabajos en Katxola o en el Topaleku, el proyecto de escuela pública, nuestras iniciativas respecto al parque natural de Miramon, las propuestas de seguridad vial y de movilidad en el barrio, las iniciativas que nos proponen los vecinos por escrito y de viva voz, las que se describen en esta pág web, etc. Y de ahí extraer lo que él considera razonable y prioritario, llevarlo a las reuniones que ha convocado para que éstas sean eficaces, amables y la gente salgamos con la impresión de que ha merecido la pena.
La opción ha sido otra. Han empezado por el Antiguo. Alrededor de cincuenta personas asistieron al estreno del proceso que el Gobierno municipal quiere implantar enla ciudad. La reunión se celebró en la casa de cultura de Lugaritz, desde las siete hasta las nueve de la noche, y en ella, además del alcalde, estuvieron los concejales de Participación y de Bienestar Social, Axier Jaka y Jon Albizu, respectivamente, junto al delegado de Hacienda, Jabi Vitoria; el portavoz de municipal de Bildu, Josu Ruiz, y la responsable del departamento de Participación, Amaia Agirreolea. Cada uno tenía un papel muy definido en el encuentro. Jabi Vitoria puso al corriente a los vecinos de la delicada situación económica del Ayuntamiento y de su decisión de bloquear el gasto.
Izagirre, aclaró que lo que harán será priorizar entre las propuestas que se presenten. Es decir, lo contrario de los presupuestos participativos, como sabe Jon Albizu porque dinamizó el proceso anterior que fue un fiasco. Los presupuestos participativos se debaten y aprueban “sin moderadores o autoridades externas”, después se votan entre los asistentes, fijando, en la reunión, las prioridades propuestas. Entre ellas luego decide una coordinadora de los diferentes barrios. La última palabra la tienen, por supuesto, las autoridades municipales electas. Esta es una experiencia viva, aplicada en diversas ciudades de Europa y que arrancó en Sao Paulo hace diez años.
Sin embargo ahora el procedimiento es otro. A los vecinos se les escucha, con su opinión las autoridades realizan un diagnóstico de la situación del barrio y desglosan las principales preocupaciones de estos vecinos, mientras que en una segunda reunión se abordarán problemas concretos. Forma: cada asistente escribe sus impresiones sobre barrio con respecto a cinco áreas: Cultura, Economía, Urbanismo, Participación y Bienestar. Después se exponen en voz alta y una secretaria tomo nota de cara a la siguiente reunión.
En la Europa más desarrollada se consulta a sus habitantes sobre cuestiones de todo tipo. Además de mantenerse más informados en los debates previos, y conocer de las diferentes visones de los partidos políticos mediante una dinámica muy interesante y atractiva en los medios de comunicación, los ciudadanos se sienten más implicados y responsables en la buena marcha de la ciudad, que por ello mejora. Bildu presenta como principal aspiración y seña de identidad, la participación ciudadana, que las nuevas tecnologías facilitan enormemente. En tres meses el Ayuntamiento puede adjudicar una clave personal de acceso a todos los donostiarras de modo que estos puedan votar en una página web, desde sus ordenadores o en los del propio Ayuntamiento y administraciones públicas. Ya no hay excusa para demorarlas más.
Me gustaría haber leido entre las propuesta de la asociación algo respecto a la construcción del colegio público del barrio. El colegio actual (temporal) se está quedando pequeño y el proyecto del nuevo parece que está paralizado.
Debemos insistir en que el proyecto de escuela pública en Aiete se lleve hasta el final y que los plazos para contruir el nuevo edificio en la plaza Hiru Damtxo -vaguada de Lanberri- se cumplan. Desde Lantxabe hacemos un seguimiento puntual que se refleja en esta web y, aunque la construcción del edificio es responsabilidad del Gobierno Vasco, se lo plantearemos también al alcalde en las reuniones citadas.
Si se está hablando de prioridades, invertir en la educación es uno de los pilares básicos de cualquier sociedad desarrollada.
En Aiete tenemos un colegio público y ya se está quedando pequeño, no hay espacio para más aulas. Como madres/padres necesitamos saber urgentemente sobre el estado del proyecto del nuevo colegio. ¿Qué se supone que tenemos que hacer dentro de un par de años? Para los que apostamos por la educación pública, ¿que otra opción tenemos? ¿Trasladar a nuestros hijos cada día a otro colegio público fuera del barrio? Aiete es uno de los barrios más grandes de Donostia y no tenemos ni un servicio básico como es un centro de primaria que adapte a las necesidades de la demanda.
Yo también quiero insistir en la construcción del colegio público. La parcela está reservada en la vaguada de Lanberri y es un poco «curioso» que las viviendas estén terminadas, y el colegio ni haya comenzado las obras. Los alumnos de primaria de Aiete ikastetxea no tienen ni patio, ni gimnasio… adecuado a sus necesidades, pero sus padres seguimos creyendo en este proyecto tan importante para nuestros hijos.