Los agentes de la Policía Municipal y de la Ertzaintza desalojaron a primera hora de la tarde del miércoles a tres jóvenes vinculados al Movimiento 15M del edificio Bellas Artes que habían ocupado. Han quedado en libertad en espera a que sean citados por el juez tras la denuncia interpuesta por la gerente de la empresa propietaria, Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos (SADE), Koro Odriozola y el abogado Javier Olaberripor ocupación ilegal.
El Bellas Artes construido en 1914, está incluido en el Catálogo de Patrimonio Urbanístico de San Sebastián por sus características arquitectónicas. El inmueble lleva 30 años cerrado. En dos ventanas de la fachada del mismo los tres jóvenes habían colgado pancartas en las que podía leer ’15M’ y ‘Autogestión’.
En la casa ocupada de la Parte Vieja–Uxotegi– la oposición denunció que «quien estuvo el día 24 de septiembre al frente de esta ocupación fue el actual secretario del alcalde, Josetxo Ibazeta, quien llegó a identificarse ante los agentes con una tarjeta de visita en la que figura su cargo en el Ayuntamiento».
Un escrito remitido por la representación legal de la dueña del inmueble, dice que Josetxo Ibazeta se habría responsabilizado ante los policías «de lo que hicieran» los okupas, y habría advertido a los agentes favorables a intervenir que «se quedaba con su número se placa y que ya verían a ver qué pasaba».
En una rueda de prensa posterior, el alcalde, por su parte, opinó que «lo que ha pasado es que hubo un intento de ocupación» y que «se intercedió para que las cosas fueran normalmente».la actuación del consistorio en este asunto fue «correcta, rápida, y respetuosa con todas las partes implicadas», ya que en todo momento se tuvo «en consideración tanto a los dueños del edificio como a los jóvenes
En un debate público celebrado el propio miércoles a la noche Juan Karlos Izagirre parecía desconocer detalles del desalojo de los del 15M, pero afirmó que los de Uxotegi “denunciaban, con su gesto, la situación de las viviendas vacías”, mientras que esta denuncia no motiva el caso del Bellas Artes.
Estos chicos no estaban apadrinados por el consistorio, será que no son patriotas de izquierdas.
Después de casi 6 meses, pocas de las reivindicaciones que han salido del 15M están resultando utópicas. Lejos de eso, hablamos de derechos contantes y sonantes: de democracia, participación, derecho a la vivienda, o a la salud. Sin embargo también tenemos sueños, como convertir un teatro vacío en un espacio de vida. Abrir las puertas que otros cerraron 30 años atrás. Convertir una demanda histórica de la ciudad en una realidad. Pero algunos sueños acaban con 20 policías municipales forzando la puerta sin orden judicial.
Nuestra acción no era simbólica. Habíamos decidido abrir este espacio para convertir un edificio muerto en un espacio de participación ciudadana, de personas y grupos que busquen la gestión de lo colectivo y siempre bajo valores como la democracia, la confianza, la generosidad, la transparencia y el cuidado y el desarrollo de lo común. Esperábamos que permitiera desarrollar una cultura abierta y ciudadana, donde el trabajo colectivo, el debate, la experimentación y la lucha por nuestros derechos fueran lo esencial. Un lugar donde sucedieran muchas cosas, especialmente lo inesperado.
Sobre las 11:30 colgamos tres pancartas de diferentes ventanas del edificio y publicamos la acción en un blog y diferentes redes sociales con la intención de hacerlo público. Minutos después empezaron a presentarse diversos medios de comunicación, a los que se informó pertinentemente. Hacia las 13 horas, la Guardia Municipal hizo acto de presencia en la puerta del edificio. Intentamos dialogar con ellos tanto desde el exterior como desde el interior, pero no nos dieron opción. .El mando de la Guardia Municipal, al requerírsele desde el interior la orden de desalojo, nos comunicó que no iba a haber ningún desalojo, tras lo que se apartó de la puerta, ignorando todos los sucesivos intentos de comunicación. Unos instantes más tarde varios agentes de la Guardia Municipal comenzaron a forzar la puerta haciendo uso de palancas.
En ningún momento abrimos la puerta, los 20 policias (entre ellos un puñado de antidisturbios) la reventaron por medio de la fuerza como se puede ver en las imágenes. Tras su violenta apertura, los agentes entraron en el edificio, donde nos encontraron cerca de la entrada, nos identificaron y cachearon. Es cuando se nos plantearon dos formas de salir: por las malas o por las buenas. Ante esa situación, decidimos salir de forma pacífica, no sin repetidas órdenes por parte de los agentes para que abandonáramos el edificio lo antes posible.
Y así es cómo ha acontecido este leve despertar de un teatro de los sueños, frustrado una vez más por los protectores de nuestra seguridad, que amablemente nos invitaron a golpe de palanca a volver a sumir este edificio en otro eterno letargo, que continuará mientras el dinero siga reinando por encima del sentido común. Sentido común ya ausente en las declaraciones de SADE, la propiedad, como “El edificio no está abandonado, a pesar que el teatro cerró sus puertas hace 30 años” o las de la policia municipal de considerar este desalojo como un no desalojo. Pero ante esa falta de sentido común, pondremos nuestro pensamiento colectivo.
Aún no os habéis dado cuenta de que, si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir.
Las fotos de esta web ilustran la paradoja (o el despotismo nada ilustrado). Tenemos dos casos en la ciudad de ocupación de edificios. En uno, en la Parte Vieja, la Guardia Municipal se inhibió tras mediación del secretario del alcalde. Los okupas de la Parte Vieja parece que son simpatizantes de la izquierda abertzale. El segundo caso se produce en el edificio del Bellas Artes cuando gente del movimiento 15M entra en el edificio. En este caso la Guardia Municipal si actúa y con unas barras de hierro abre una de las puertas del edificio para sacar a los intrusos y posteriormente idenficarlos. ¿Qué diferencia hay entre un caso y otro? Que me lo expliquen porque no lo entiendo
Bildu dice que su actuación fue «idéntica» en la ocupación de Uxotegi y del Bellas Artes
en contra de lo dicho en un inicio, la policía local afirma que forzó la puerta
La SADE afirmó que existe una sentencia que califica el edificio en «ruina técnica»
El Gobierno de Donostia aseguró ayer que su actuación en la ocupación de Uxotegi -Gaztelubide 5- y del Bellas Artes fue «idéntica». De esta manera, Bildu quiso salir al paso de las declaraciones de los grupos de la oposición, que afirmaron el jueves que el Ejecutivo mantuvo actitudes distintas en los dos casos y le acusaron de ser más permisivo con la ocupación sucedida en el edificio de la Parte Vieja.
Bildu envió ayer por la tarde un comunicado en el que explicó que el Gobierno no interfirió «en ninguna actuación de la Guardia Municipal, que en ambos casos actuó de oficio y siguiendo los procedimientos habituales para este tipo de casos». Asimismo, aseguró entender la «demanda social por la utilización pública y social de inmuebles abandonados o en desuso», pero añadió que el Gobierno municipal «también tiene el deber de respetar el marco legal y hacerlo respetar en el marco de sus competencias».
El Ejecutivo explicó que por la mañana había entregado a todos los grupos municipales el informe de actuación de la Policía local en el desalojo de la ocupación del Bellas Artes, que llevó a cabo un grupo de tres personas vinculadas al movimiento 15-M, el miércoles pasado. Este documento relata que cuando la dotación policial llegó se encontró con el abogado y con la gerente de la SADE -empresa dueña del edificio- «los cuales indicaron que había personas en el interior y que habían manipulado las cerraduras, poniendo silicona en una de ellas y cambiando otra, no pudiendo acceder al edificio». Los representantes de la sociedad informaron de que existe una sentencia que declara «el estado de ruina de la finca». Asimismo, comentaron que el Bellas Artes se utiliza como almacén y «en su interior había material de gran valor».
Bildu apostilló en su nota que «en el análisis preliminar de expedientes que obran en poder del Consistorio no se puede concluir que haya sentencia firme alguna que declare el estado de ruina de la finca», razón por la que no ordenaron el desalojo.
¿quién abrió la puerta? El informe relata que mediante la mirilla de la puerta, la Guardia Municipal se puso en contacto con los ocupantes para «hacerles el ofrecimiento, dado el estado de ruina en que se encontraba el edificio y dado que la integridad física de las personas que allí se encontraban podría correr peligro, de solicitarles si deseaban abrir la puerta de forma voluntaria, a lo que la respuesta fue negativa».
Esta explicación contradice a la inicialmente ofrecida por la Policía local el mismo día de la ocupación: «Hacia las 14,30, los jóvenes han accedido a abrir la puerta, tras lo que han procedido a abandonar el edificio por decisión propia».
Precisamente, el jueves los ocupantes rechazaron que hubieran abierto voluntariamente la puerta y dijeron que los agentes la forzaron. Esta versión sí concuerda con el informe de la Guardia Municipal: «Dado que la respuesta a abrir la puerta fue negativa se procedió a la apertura de la misma, haciendo uso de la fuerza, con el beneplácito y consentimiento expreso de los representantes legales de la propiedad allí presentes», tras lo que los agentes indicaron la situación de «ruina técnica» del edificio y les solicitaron que «abandonasen el edificio», a lo que los okupas accedieron.
Bildu añadió que «las imágenes -tanto las que están en manos de la autoridad judicial como las que se han podido ver en los medios de comunicación- muestran el momento de entrada al edificio de los agentes municipales, pero no demuestran que hubiera habido desalojo» y añadió que «en este punto, las versiones de los miembros del 15-M y la de la Guardia Municipal difieren, no en los hechos, sino en la calificación de lo ocurrido como desalojo».
harri fernández – Sábado, 5 de Noviembre de 2011
Sobre la ocupación durante unas horas del Bellas Artes por miembros del movimiento 15M. Mientras los grupos de la oposición al gobierno municipal resaltaban la «doble vara de medir» del ejecutivo de Bildu en este episodio y en el que ha acabado transformando una casa de la Parte Vieja en un gaztetxe, los responsables del Ayuntamiento se esforzaban en hacernos ver que aquí no pasa nada: Ni desalojo, ni empleo de la fuerza, solo diálogo y buen rollo con unos okupas y con otros. Pasa que los okupas del Bellas salieron respondones y negaron que ellos salieran por propia voluntad de allí, ratificaron lo que todos los periodistas vimos -que se empleó la fuerza por parte de la Policía para entrar al edificio-, señalaron que los agentes les cachearon y les identificaron, y que salieron de allí por las buenas tras haberles dado los agentes ‘la opción’ de hacerlo «por las malas». Que la Policía entró por la fuerza, y no precisamente porque les abrieran la puerta los okupas como afirmó el gobierno municipal, es algo evidente. Que la ocupación del Bellas acabó ese mismo día, y que la de la casa de la Parte Vieja continúa mes y medio después es otra evidencia. Así las cosas, pretender hacer creer a la ciudadanía que la actuación de la Guardia Municipal ha sido «idéntica» en Uxotegi y en el Bellas causa perplejidad. Los propietarios denunciaron los hechos en ambos casos. Pero mientras en la Parte Vieja los agentes recibieron órdenes de sus mandos de retirarse -como queda patente en el informe de actuación policial- y dejaron que los okupas se adueñaran del inmueble; en el caso del Bellas, forzaron la puerta y pusieron fin a la ocupación ilegal.
Aingeru Mungia