El carbonero más famoso de Gipuzkoa ha recorrido, con paso tranquilo y sonrisa franca, los barrios más populares de Aiete. Tras un largo viaje desde las montañas, la primera incursión que ha realizando ha sido en Aiete para conocer a las niñas y niños que le esperaban atónitos y alegres. Eran chicas y chicos que nos conocíamos de otros años, pero la mayoría, muy peques, eran nuevos en este desfile tan particular.
El Olentzero ha partido a las 11,30 de la plazoleta de Etxadi -algunos le han llamado plaza de Oleta- bueno-, allí ha visitado los comercios de sus soportales, mientras el coro de acompañantes entonaban diversas canciones de navidad (algunos sacaban fotos y otros grababan vídeos), luego se ha detenido en el Topaleku y tras atravesar los jardines del palacio de Aiete en una larga y festiva comitiva han llegado a la Casa de Cultura.
Hoy ha sido un día de estreno para el Olentzero, por primera vez visitaba el haurtxoko. Allí le esperaban otro grupo de niñas y niños, amas y aitas. (Ayer estuvo recogiendo las cartas de los peques). El encuentro ha sido muy emocionante y muy bonito. El Olentzero no quería abandonar el lugar, pero le esperaban en Munto-Berri.
Desde la Casa de Cultura la comitiva ha crecido y en la plaza de Munto hemos acabado todo el repertorio. Nos hemos juntado un montán de personas celebrando la llegada del Olentzero y de la Navidad.
Fuera de hora hemos llegado a la Parroquia que también está de aniversario y de
obras. Nos ha recibido el párroco y nos ha obsequiado a todos, txikis y mayores, con un piscilabis y un ardo goxo, después de la despedida ante un más modesto nacimiento que otras veces, por las obras.
Por fin hemos tenido con nosotros al ilustre casero en persona -las rogativas de años anteriores se han cumplido- pero ya no será la última, ha venido para quedarse y aquí lo tendremos la próxima Nochebuena.
Quién sabe si nuestro Olentzero traerá algunos animales (un montón no puede porque somos un barrio modesto ¿ovejas y burros por ejemplo?), pero el nuestro Olentzero venía con un saco que el año que viene llenaremos de caramelos, olentzeritos de chocolate y carbón que repartirá durante su recorrido. Lo prometido es deuda.
Hasta entonces muchas gracias a todos, especialmente a aquellas chicas y chicos que han elegido recibir al Olentzero y contribuir, aunque se pueda decir que muy modestamente, a que Cáritas pueda contar con esos pequeños fondos. (Así se forman además jóvenes solidarios ¿Verdad amigas y amigos?)
Nota.- No hemos cortado al tráfico en ningún momento, salvo al cruzar por los pasos de cebra. Los autobuses no han cambiado de paradas, ni de recorridos. Creo que no las hemos ocasionado, pero si es así, perdonen las molestias.