Los orígenes del caserío Munto se remontan al siglo XVI, según las crónicas, aunque algunos dicen que la construcción, (en la actualidad abandonada y deteriorada como se ve en la foto), es del siglo XVIII. El edificio sobrevivió a las guerras carlistas y al incendio que asoló la capital guipuzcoana en 1813, por lo que forma parte de la historia del barrio y dela ciudad. Fuehospital del ejército inglés durante el asedio y tiene muchas historias más que hemos comentado en esta web de Aiete.
Munto era uno de los cerca de 60 caseríos que, en el siglo pasado, se dedicaban en el barrio, a la explotación agrícola y que han ido desapareciendo con el paulatino avance de los núcleos poblacionales, que han transformado íntegramente esta la loma donostiarra. Lantxabe ha conseguido mantener la actividad en Katxola.
En los últimos años, el caserío Munto ha sido objeto de numerosos debates. Lantxabe ha llevado a cabo distintas iniciativas para solicitar su protección y evitar su deterioro.
Sin embargo, etnógrafos, responsables de urbanismo y arquitectos no han creído necesario mantener en pie el histórico inmueble a causa de la insuficiente calidad del mismo y optan por su descatalogación y los nuevos dueños por su derribo.
Otra cosa es el descuido en el que se halla el caserío y sus alrededores. Los nuevos dueños trasportaron una grúa para tirar el tejado, se supone con intención de evitar su derrumbamiento o, incluso, por temor de a los ocupas
Nacho Andrés escribe hoy en la prensa local: «Entiendo que el caserío Munto tenga su valor histórico, sentimental, etcétera… pero actualmente solo es un foco de suciedad y un criadero de ratas. La semana pasada me encontré de bruces con una rata. Mi perro que iba conmigo y que pesa 3 kilos y medio, no era mucho más grande que el roedor. Pido una solución para este tema. Rehabiliten el edificio, y si como parece, no hay dinero para nada, derríbenlo».
Es una pena porque se trata de uno de los edificios más antiguos de la ciudad, con fachada de piedra y una estructura interior de madera interesante. Munto es una de las construcciones más antiguas del País Vasco, más incluso que Santa María y San Vicente. Con las técnicas actuales se podía haber rehabilitado y lograr un edificio muy digno para usos públicos. En fin, menos mal que Lantxabe, gracias a Joakina Urrestarazu y familia, logró que su tolare volviera a dar sidra en Katxola dónde se ha construido un museo ciudadano con los restos etnográficos del caserío Munto.
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El derribo del caserío Munto, que muchos recordarán aún como punto de reunión y merendero de Aiete, será posible gracias a que el edificio ha quedado descatalogado en el nuevo Plan General, que sustituye al anterior. El documento precedente otorgaba a Munto una protección de grado II, lo que impedía que se pudiese derribar.
El cambio de catalogación fue rechazado por numerosos vecinos de Aiete que, hace dos años, llegaron incluso a recoger medio millar de firmas para solicitar que el Ayuntamiento intentase que se mantuviera en pie. Pero sus peticiones cayeron en saco roto y el Consistorio optó por dejar de proteger el edificio, que fue rápidamente adquirido por nuevos propietarios, que han esperado a que las normativas cambien. Han abandonado el viejo caserón a su suerte para proceder a su derribo.
Esteban