En la Casa de la Paz de Aiete recorrimos y recordamos los caminos de Machado, soñando con él, emocionándonos hasta lo más profundo con la interpretación poética de María Jesús, Angel y Fernando.
Le acompañamos en su infancia, con sus recuerdos de un patio de Sevilla, estvimos con él en el elogio de la Institución Libre de la Enseñanza, soñamos con sus poemas de amor dedicados a Leonor y a un olmo seco, pensaremos como él pensó en Guiomar.
Ligeros de equipaje acudimos a este recital, para adorar la hermosura de sus poemas e ir hasta el fondo de su Soria fría, de invierno y de primavera, paseando por las colinas plateadas de esa tierra y le acompañamos hasta su último y más trágico viaje, pasando la frontera en aquel duro invierno del 39, hasta descansar el sueño eterno en Collieure.
La interpretación emocionada de Antonio Machado, la lectura del lírico homenaje por parte de María Jesús Garrido Calvillo, conocedora (y enamorada) de la obra del poeta, nos llegó al alma, como hasta las profundidades de nuestro ser, nos llegaron las interpretaciones, en lectura dramatizada, a cargo de dos hombres buenos, de una pieza, como los que mentaba el poeta: Fernando Mikelajauregi y Ángel Marco
De su mano pasamos por la vida íntima del poeta y de su compromiso político hasta conocer su testimonio de un tiempo y de un paisaje …
Primero fue Manuel Azaña, ayer regresamos a otra figura entrañable de la II República, el poeta Antonio Machado, los convocados nos citamos para el año que viene, por estas fechas, porque llevamos a estos hombres y a su ideal de la república en nuestro corazón