Un lunar en el enjambre de nuevas viviendas

El gobierno local quiere rehabilitar el histórico inmueble pero PSE y PP creen que la inversión no se ajusta a la actual coyuntura económica. El inmueble es propiedad de una sociedad que estaba a punto de derribarlo y que ahora podría cederlo al Ayuntamiento

975.000 euros. Es la partida que el gobierno municipal ha destinado en su proyecto de Presupuestos a la rehabilitación del caserío de Munto en Aiete. El Ejecutivo local no se plantea derribarlo como estaba previsto y quiere rescatarlo sin tener todavía definido cuál puede ser su funcionalidad en un futuro. Una guardería municipal, un ambulatorio, un centro de día, un albergue, un equipamiento cultural… las opciones que baraja son múltiples. La pega es que no todos los grupos de la oposición respaldan que en la actual coyuntura económica el gobierno municipal reserve un millón de euros para rehabilitar una propiedad que por el momento es de titularidad privada y no municipal. La partida para Munto es una más de las muchas que no comparte la oposición en el proyecto de Presupuestos presentado por el gobierno municipal. PSE, PP y PNV consideran que el Ejecutivo no tiene bien enfocados los campos en los que debe y no debe invertir, y por ello esta semana han elevado enmiendas a la totalidad.

PSE y PP defenderán que se retire la partida del millón de euros, mientras que el PNV coincide con el gobierno local en mantener el caserío en pie y rehabilitarlo, pero con la condición de que no acarreé una carga para las arcas municipales en un futuro y sí sea una inversión de la que poder obtener beneficios económicos, por ejemplo, con una posible venta cuando ya esté rehabilitado.

El inmueble data del siglo XVIII y se encuentra actualmente en estado de abandono. Su tejado pende de un hilo y su deteriorada fachada es un lunar en el enjambre de nuevas viviendas que se han levantado a su vera. Nada queda del hermoso caserío-merendero por el que pasaron cientos de donostiarras en el cruce del paseo de Aiete con el paseo del Doctor Marañón. Vecinos de Aiete reclaman hoy al Ayuntamiento que se derribe por el estado ruinoso en el que se encuentra; otros piden preservarlo por considerarlo de interés arquitectónico, histórico y cultural. Claudio Artesano, de Aiete Auzoko Ondare Kultur Historiko Elkartea, defiende en un escrito remitido a este periódico, que su valor es «indiscutible». «El caserío ha sido testigo estratégico de las guerras de Sucesión, la guerra de Convención y luego las guerras Carlistas», asegura.

Para ser justos, este inmueble, si no es por el empeño del gobierno de Izagirre, tenía que estar ya derribado si atendemos a los pasos que se habían dado en los últimos años. Porque la sociedad ‘Zuritza 7 y Canchas del Manzanares’, con sede en nuestra ciudad, cuenta, de hecho, con todos los documentos en regla para poder iniciar el derribo del edificio que compró en 2006 a las hermanas Juani y Joaquina Urrestarazu.

Un largo camino

El camino hasta disponer de la licencia para poder derribar el caserío no ha sido fácil porque el inmueble, primero, estaba protegido con el Grado II por el Plan General de Ordenación Urbana de 1995, o lo que es lo mismo, la normativa prohibía a la sociedad actuar en su interior, modificar su fachada o ser derribado.

La aprobación del Plan General en junio de 2010, sin embargo, hizo que Munto fuera descatalogado, que perdiera su grado de protección, y la sociedad pudiera entonces presentar ya en el Ayuntamiento el proyecto definitivo de derribo. Todo estaba listo para que entraran las máquinas, en julio de 2010. El caserío podía ser derribado con una condición: la sociedad inmobiliaria no podría construir un edificio de viviendas en este solar del Paseo de Aiete, que tras el derribo debía quedar limpio de escombros para generar aquí un jardín para el barrio. A cambio, el Ayuntamiento cedió a la sociedad un terreno edificable en Aiete, en la zona de Goiko Galtzara Berri, en el que sí podría levantar viviendas. La operación estaba encaminada. Hasta hoy. La llegada de Bildu a la alcaldía ha parado en seco esta posibilidad y ahora no se baraja otra opción que no sea mantener el caserío en pie.

El gobierno municipal baraja distintas opciones para alcanzar un acuerdo con la sociedad inmobiliaria que le permita hacerse con el caserío. El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutarán, está en conversaciones para conseguir la cesión gratuita del caserío y abonar a la sociedad los 326.000 euros que le hubiera costado a ésta derribar el histórico inmueble más el gasto que conlleva enrasar el espacio liberado. Burutarán es «optimista». Los técnicos municipales trabajan en la elaboración de un Plan Especial que permita contemplar desde el punto de vista urbanístico el mantenimiento del caserío, un trámite que podría estar listo en un plazo aproximado de «cuatro meses».

25.03.12

ÁLVARO VICENTE avicente@diariovasco.com  SAN SEBASTIÁN.

 

1 comentario en “Un lunar en el enjambre de nuevas viviendas”

  1. Las reacciones en la corporación municipal

    RICARDO BURUTARÁN CONCEJAL DE URBANISMO
    «Estamos elaborando el Plan Especial que permita el mantenimiento de la urbanización»

    SUSANA GARCÍA CHUECA PSE
    «Es injustificable en este momento; es un capricho del gobierno municipal que nadie ha pedido»

    JOSÉ LUIS ARRÚE PP
    «El gobierno dice que no hay dinero para la Casa de Socorro y, en cambio, sí para un caserío en ruinas»

    IÑAKI GURRUTXAGA PNV
    «Hay que rehabilitarlo pero sólo si se obtienen recursos y no un gasto mayor para el Ayuntamiento»

    La oposición municipal en general

    El Plan Especial deberá pasar por Pleno para ser aprobado. Es aquí donde puede llegar un nuevo obstáculo porque, salvo el PNV, en el consistorio no están por la labor de invertir un millón de euros en un inmueble que se cae -el edificio ha sido objeto de hasta ocho expedientes que se tuvieron que efectuar en distintas épocas dada la situación de riesgo que conllevaban las caídas de tejas y piedras-. PSE y PP entienden que hay otras prioridades en la ciudad. Así la socialista Susana García Chueca denuncia que es «injustificable» apostar por Munto en la actual coyuntura económica y que la rehabilitación es un «capricho» del gobierno local porque «los vecinos, de ninguna manera, han pedido que se intervenga porque está que se cae».
    En la misma línea se pronuncia el popular José Luis Arrúe, quien recientemente interpeló al gobierno al respecto en la Comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio. «Munto no tiene ningún valor. Es muy grave que el Ayuntamiento pida un esfuerzo en la ciudadanía para arreglar el caserío con un millón de euros y no haya dinero para continuar con la Casa de Socorro». El PP reprocha al gobierno que rescate con dinero público un edificio que los técnicos han considerado que no tiene «ningún valor histórico». «Según el criterio del gobierno, cualquier ciudadano que tenga una casa en mal estado puede pedir que sea rehabilitada con dinero público», advierte.
    El edil del PNV, Iñaki Gurrutxaga, insufla algo de aire a la apuesta del gobierno municipal por conservar Munto. «Hay que rehabilitarlo pero sólo si se generan recursos. Otra posibilidad es rehabilitarlo sólo si está comprometida la venta. Quizás la Diputación de Gipuzkoa, como ha hecho en otros casos, podría hacerse con el edificio».
    El caserío de Munto aguarda a que se tome una decisión definitiva. Acercando el oído a la piedra de sus paredes, en un ejercicio de imaginación, todavía se escucha el sonido seco del lagar y las canciones de los bertsolaris que se daban cita en él. ¿Se escuchará algo diferente a lo largo de esta legislatura?

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