Cuando para justificar el tijeretazo, la concejala afirma que la ocupación media de los haurtxokos en verano es de 20 personas (una cifra que, dice, se ve aún más mermada en días de buen tiempo), y la compara con las colonias con 60 ocupantes, mezcla txurras con merinas. Lo cierto es que en el més de Julio del 2011, el haurtxoko de Aiete tuvo una media de más de cuarenta chavales por día.
Las niñas y los niños, los chavales, no son una cifra del presupuesto, ni filiales de las políticas oportunistas de los gobiernos de turno, ni tan siquiera hijos de unos padres agobiados, son personas con derechos. A estas alturas de civilización deberíamos ser más maduros o más responsables. Cerrando los haurtxokos en verano sacrificamos el bienestar de los más jóvenes y perdemos empleos ¿Para eso se hicieron tantos esfuerzos?