Noticias publica una entrevista con nuestro amigo Giuliano Mezzacasa
Giuliano Mezzacasa es miembro de Kalapie y como corresponde a un buen ciclista urbano, se presentó a la entrevista montado en su bicicleta. La reciente aplicación de sanciones a ciclistas le parecen «fuego de paja» y considera que deberían hacerse campañas periódicas de concienciación.
En Aiete no tenemos bidegorri por eso no podemos tener puntos conflictivos. Es un barrio que no merece la atención de la corporación municipal, si acaso podemos beneficiarnos de una partida para todo Donosti, de 100.000 €, destinada a estudios de movilidad vertical e introducida por enmiendas de los grupos de oposición en el último pleno.
Sin embargo seguimos interesados en el desplazamiento en bicicleta y somos usuarios de los bidegorris de la ciudad, aunque subiendo y bajando de aquella manera, por eso trascribimos la opinión de Giuliano. (La foto es de Gorka Estrada)
¿Qué le parece que se haya comenzado a aplicar sanciones por las infracciones de los ciclistas?
Debemos de poner por delante que la ordenanza que ahora se está aplicando se redactó en el 2005, por lo que me parece un poco raro que haya pasado tanto tiempo sin que se haya aplicado. Tengo la sensación de que esto es otro fuego de paja. Yo creo que sería mucho más efectivo que este tipo de campañas o acciones se llevaran a cabo con menos bombo y con más frecuencia. Periódicamente se podría hacer algo para los ciclistas que no se comportan adecuadamente, que son los menos. En Donostia, el itinerario ciclista tiene bastantes puntos de conflicto con el peatón y ahí surge la polémica.
Entonces, ¿cree que la aplicación de la ordenanza volverá a dejar de aplicarse en breve?
No lo sé, pero viendo cómo ha sido la historia hasta ahora puede que así sea. Siempre vamos a golpes. De repente da la sensación de que los ciclistas son criminales y eso no es así.
¿Cree que la imagen del ciclista está deteriorada?
Un poquito sí. Pero si analizamos los datos de los accidentes producidos por bicicletas recogidos en la memoria anual del Observatorio de la Bicicleta, veremos que son poquísimos y no de gravedad. Si ponemos en la balanza los distintos problemas que se producen en el viario público, los causados por los ciclistas son mínimos. Son mucho más conflictivos ciertos comportamientos de algunos conductores de coches, motoristas… Además, generan consecuencias más graves. Esto parece estar asumido desde hace mucho tiempo, pero la cuestión ciclista es un tema relativamente nuevo.
¿Le parece que las sanciones son adecuadas en correspondencia con las infracciones?
Me parece que la infracción, por ejemplo, de circular con auriculares y hablar por el teléfono, que se sanciona con 200 euros, es bastante fuerte.
Hay otros usuarios que usan los carriles bici que no son ciclistas. ¿Cómo es la convivencia?
En un principio, la ordenanza prevé que los patinadores también hagan uso de esa infraestructura. Y yo creo que no hay conflicto.
¿Y con personas que lo usan para correr?
Con esa gente tampoco. Yo creo que hay una convivencia adecuada. Lo que es peor es la ocupación de los bidegorris por peatones despistados… Eso es algo, que el tiempo irá arreglando. Hay gente que aún no sabe que hay unos espacios delimitados para los ciclistas.
¿Qué opina de los trazados del itinerario ciclista de Donostia?
El asunto de la conflictividad se da, a veces, en puntos de cruce, de paso conjunto. El Ayuntamiento, por la cuestión de escasez de espacio y por no quitar espacio a los coches, ha diseñado el trazado ciclista muy cerca del peatón o compartiendo área con él, generando áreas de conflicto. Si se dedicará un poco más de espacio al ciclista, restando espacio a los coches, se podrían hacer itinerarios más separados y reducir los puntos de conflictos.
¿Dónde ocurre esto?
En Sancho el Sabio, por ejemplo. En el tramo que discurre entre el parque de Araba hasta la plaza de El Sauce, se ha metido el bidegorri por donde se supone que los peatones no van, pero la realidad es que ese espacio pertenece a los peatones.
¿Qué opina de la red de bidegorris en general?
Yo creo que está bastante bien, pero creo que es mejorable. Uno se puede mover bastante bien por Donostia. Lo que creo que sí hay que hacer es ampliar las zonas 30.
¿Por qué motivo?
En el barrio de Gros, por ejemplo, hay una parte, cerca de la de la avenida de Navarra que es zona 30 y creo que se puede ampliar a todo el barrio. Además, la configuración del viario no permite ir a mayores velocidades. Si extendemos la zona 30, se considerará que el ciclista está más protegido y podrá andar por la calle sin que los coches le piten por detrás.
¿Deberían aplicarse las zonas 30 a toda la ciudad?
Sí, exceptuando en algunos ejes principales, como los del río. Para que el ciclista se pueda mover con cierta seguridad es que el viario sea compartido y que tenga ciertas garantías de seguridad, claro. Es lo de siempre, se reduce a la lucha por el espacio entre los ciclistas, el peatón, el transporte público y el coche particular. Dentro del orden de prioridades es la siguiente: peatón, ciclista, transporte público y, después, el coche privado. Pero la realidad no es esa. El coche particular todavía tiene mucho peso.
Harri Fernández – Domingo, 3 de Junio de 2012
Nota.- Faltaba la pregunta de qué pasa con los bidegorris en los barrios altos