El original es de Göring «Wenn ich Kultur hore … entsichere ich meinen Browning!»
«¡Cuando oigo la palabra cultura, saco mi Browning!» o «Cuando oigo la palabra cultura, saco mi revólver.»
Hermann Wilhelm Göring (12 de enero de 1893 – 15 de octubre de 1946), nazi fundador de la Gestapo, jefe de la Luftwaffe.
Subir el IVA a la cultura hasta el tope máximo, poner el IVA en la cultura por encima de cualquier otro país europeo, forma parte de la ofensiva de la derechona española por amordazar a las voces creativas, forma parte de las corrientes reaccionarias que en el mundo han sido para producir analfabetos y clónicos que repitan como papagallos las clichés del poder sea político, económico y mediático.
Forma parte de la ofensiva ideológica para que la gente común no levantemos cabeza y peor. Es también un nuevo paso para hacer retroceder la democracia, a poder ser, hasta un punto sin retorno.
Una sociedad que no produce arte, cultura y pensamiento es una sociedad empobrecida
Pero es más, desde el punto de vista económico, la subida del IVA para la cultura puede suponer un duro golpe para un sector que, como muchos otros, sufre doblemente la crisis como consecuencia del descenso del consumo y de los recortes del gasto público, que inciden directamente sobre las subvenciones, que además han caído en picado.
La cultura constituye un derecho y una necesidad vital para la sociedad que todo Estado debe amparar.
O los cambios en los medios públicos de información. Hace tiempo que la derecha ha renunciado a explicarse porque ha asumido los riesgos de que se le entienda. Para qué vas entrevistar a Rajoy si estás condenado a acabar titulando la charla con un “haré lo que tenga que hacer y lo que considere mejor para los españoles”, una frase que hubieran suscrito todos los gobernantes patrios que de Don Pelayo a la actualidad han sido, lo cual, por otra parte, explica cómo hemos llegado hasta aquí. En cualquier caso, Mariano sólo está autorizado por Bruselas a utilizarla en usufructo.
A Pastor no la destituyen por estimular el voto socialista con sus pérfidos cuestionarios, sino alentar a los líderes del PP a suicidarse respondiendo. Se castiga a una, pero para enseñar a cien. Esperanza Aguirre, Ruiz Gallardón, Martínez Pujalte y Mariano, sobre todo Mariano, dominan a la perfección el arte de recitar discursos en karaoke, pero cada vez que se enfrentan a una pregunta es como si les dieras una soga: se acaban ahorcando ellos solos. Los motivos por los que Rajoy debe huir de las entrevistas de Pastor son los mismos que aconsejan que rehuya los rigores a los que le sometería cualquier corresponsal de un medio extranjero.
Para llevar a buen término la legislatura, el PP necesita una simple escudería de periodistas de acompañamiento, adiestrados en sus piscifactorías, pero es que ya ni siquiera pueden permitirse esos dispendios intelectuales. Tendrán que conformarse con una recua de hoolingans. Bien mirado, no deja de ser una gran noticia. Por la boca muere el PP, la última vez al menos, así fue. Cuanto antes empiecen, antes terminaremos.
AM
Apenas unas horas después de que Rajoy -conocido en la Villa Olímpica cono ‘el hijo del viento’ a causa de las turbulencias atmosféticas que genera la ‘ese’ más fricativa del concierto de las naciones- garantizara a Obama que España es un país fiable, la selección de baloncesto se las arreglaba para perder ante Brasil sin despejar las dudas en torno a conceptos como tongo y amaño. El objetivo era perder a toda costa para evitar el cruce con Estados Unidos, cuyos jugadores operan bajo un régimen antidoping diferente al resto, una afrenta para España en una de sus disciplinas deportivas favoritas.
El espíritu olímpico dicta que lo importante es participar, pero de competir no dice ni palabra. Por eso, España echó mano de su más ancestral tradición, la picaresca, una suerte taurina basada en la creencia de que uno es tan listo que siempre puede engañar a los demás, una superstición sin fundamento que se sitúa en el germen de la crisis económica española. Al fin y al cabo, la historia del deporte español está jalonada de seudoproezas no pasaron de ser grandes chanchullos solo aptos para forofos de estricta observancia rojigualda. Sirva como ejemplo aquel 12-1 a Malta, un gol cada cinco minutos en una pachanga que, para pasmo de los niños de mi generación, la prensa nacional se tomó tan en serio que elevó la patochada balomopédica a niveles de gesta sin precedentes.
Esperemos que Obama haya entendido el mensaje: España cumplirá su palabra siempre y cuando se vea privada de cualquier otra posibilidad. En caso contrario, reincidirá en la creencia de que es mucho más lista que las demás, al punto de que intentará torearles. Ojalá reserven los dioses del Olimpo el peor de los destinos a la selección española de baloncesto. Por de pronto, sus jugadores han conseguido algo que parecía imposible: mancillar un chándal que ya era un borrón en su diseño original.
AM
El cese de de Ana Pastor, una excelente periodista que siempre puso en un brete a los poderes, merece una respuesta por parte de la ciudadanía. Se trataría de una reacción que pudiera en el centro del problema la ocupación por parte del Partido Apostólico de los medios públicos de comunicación social: una operación que tiene todas las miras de ampliarse hacia una situación totalizante en el camino de una democracia demediada.
Esta ocupación de los aparatos públicos de comunicación tiene, en mi opinión, dos objetivos: el control social de la ciudadanía y, como derivada lógica, algo que ya dejó sentado Hans Kelsen en su día. A saber, que dichos instrumentos sirvan para que “los jefes, siempre, tanto más si son abyectos o mediocres, tiendan a autocelebrarse como seres excepcionales e intérpretes directos de la voluntad y los intereses populares” [Esencia y valor de la democracia, 1929]
La ocupación de los instrumentos públicos de comunicación social, un proceso que ha avanzado en nuestro país, pretende que la incipiente deconstitucionalización del sistema político español, cifrado en el vaciamiento de la democracia política y reflexivamente orientado a la simultánea desactivación de las estructuras constitucionales básicas. Me curo en salud: afirmar que esto son alarmismos equivaldría a no querer ver lo que tendencialmente se apunta desde el Partido Popular, esto es, la identificación de este partido con las instituciones representativas.
La destitución primero de Fran Llorente y de Ana Pastor no es, pues, una anécdota. Es el arranque de un proceso torvo hacia la información única que no ha hecho más que empezar. De ahí la necesidad de una respuesta cívica de gran espesor. El boicot a Televisión española podría ser un primer paso.
Es cierto que en España casi nunca se ha ensayado esta forma de movilización porque siempre hemos estado cultivando los grandes mitos de la respuesta obrera y popular. Y así parece que todo lo que no sea una huelga general es peccata minuta. Con lo que acciones convocadas a un boicot determinado nunca fueron tomadas seriamente por las organizaciones más representativas
Como era previsible, el tejido teatral se está rompiendo por el eslabón más débil: cada vez más actores sin trabajo (y no salen en los premios Goya a denunciar). Se está poniendo muy difícil hacer teatro y vivir de ello. Los cómicos van al paro porque cada vez se montan menos obras, y se montan menos obras porque va menos gente al teatro, y van menos al teatro porque las entradas han subido, y porque el circuito de giras y bolos ha saltado por los aires, y porque los teatros oficiales han visto drásticamente recortados sus presupuestos, y, madre del cordero, porque los señores que nos gobiernan decidieron subir el IVA del 8% al 21% con la peregrina idea de recaudar más, y han conseguido -como la pescadilla que se muerde la cola- que vaya menos gente al teatro. Nuestro gobierno, claro está, dice que no hay remedio. No es cierto: es una cuestión de voluntad, de interés por la cultura. El gobierno francés, que había aumentado el IVA para libros y espectáculos en vivo al 7% en abril de 2012, lo ha bajado al 5,5% desde el pasado enero. O sea, si se puede.