El parque tecnológico aportará 1,3 millones para reformar la zona verde
Esta entidad, el Ayuntamiento y los vecinos de Lantxabe acuerdan que el caserío Katxola sea centro de interpretación.
Carolina Alonso Noticias de Gipuzkoa
El bosque de Miramon ha dado un nuevo paso para transformarse. A mediados del presente mes de octubre, el Parque Tecnológico convocó un concurso de ideas y ocho equipos de especialistas, entre ellos arquitectos y paisajistas, deben presentar antes de mediados de noviembre sus propuestas para mejorar distintos aspectos de esta zona verde, que lleva años siendo objeto de estudios y planes de transformación aún sin ejecutar.
El Parque Tecnológico de Miramon destinará 1,3 millones de euros con el fin de abordar una reforma respetuosa con el entorno que permita, además, no perderse en el frondoso bosque y disfrutar de los paseos por el lugar con mayor comodidad. La aportación económica del parque empresarial obedece a un convenio suscrito en 2004 entre el Consistorio y la agrupación de empresas. El Ayuntamiento permitió la ampliación de las zonas destinadas a edificios empresariales, en detrimento de las áreas verdes; a cambio, el parque se comprometió a financiar la transformación del entorno natural situado junto a él, con la aportación de una suma económica.
Ocho años después de aquel convenio, los implicados se han unido y tanto la dirección del parque, como el Ayuntamiento y la asociación de vecinos de Aiete Lantxabe, que ha reclamado de modo incansable el cumplimiento del convenio, han apoyado el concurso de ideas restringido por invitación, con el fin de acelerar los trámites y que las obras puedan empezar a la mayor brevedad. De hecho, cada una de las tres partes implicadas ha propuesto a varios equipos, de entre los que surgirá el ganador. El proyecto costará 50.000 euros mientras que el resto de la aportación se destinará a la propia ejecución.
Si bien Donostia dispone de muchos parques cuidados y publicitados -Cristina Enea, Aiete, Miramar, Ametzagaina…-, el de Miramon, un resto de la naturaleza intacta del pasado, no se ha considerado como uno más. Con los cambios que sufrirá, este entorno con senderos, bosque y regatas será más accesible para todo tipo de público, aunque mantendrá su carácter y denominación de bosque. Esta última palabra ha sido elegida no sólo por los numerosos árboles que acoge el entorno sino también para evitar que la posible confusión derivada del nombre Parque Empresarial de Miramon, que se encuentra junto a él.
La zona verde tiene en la actualidad varios accesos, aunque carecen de indicaciones, al igual que sus rutas interiores. Solo quienes conocen bien la zona saben adentrarse por las inmediaciones de la Policlínica, el Basque Culinary Center, el llamado anfiteatro de Miramon, el caserío Katxola y la carretera de Illunbe. En el futuro, todos estos puntos quedarán señalizados convenientemente para que un mayor número de gente pueda disfrutar de ella.
Una vez esté terminada la obra, el caserío Katxola pasará a convertirse en un centro de interpretación sobre el bosque. Ejecutadas la obras que resulten del proyecto ganador del concurso de ideas, el Ayuntamiento se hará cargo del mantenimiento de la zona verde, aunque los vecinos de Aiete y los más asiduos a esta zona colaborarán en las tareas de cuidado e informarán sobre posibles desperfectos.
¿Y por qué un concurso «cerrado», si además es de ideas? Lo justo es que todos los que quisiésemos hubiésemos tenido una oportunidad. Ya estoy harto de todos estos concursos promovidos por ayuntamientos e instituciones públicas, pero con invitación, por supuesto, ¡no vaya a ser que la idea mejor o más innovadora no sea la del amiguito de turno!
Yo también soy arquitecto y somos muchos los que pensamos como tu, que es vergonzoso que proyectos de este alcance e impacto en la ciudad no sean abiertos. Si se quiere con un proceso en dos fases, con objeto de garantizar que la mejor idea y un equipo cualificado sea el que realice finalmente el proyecto. Desgraciadamente, seguimos con estas prácticas antidemocráticas en las que unos pocos se aseguran que sean siempre los mismos a expensas de toda la ciudadanía quienes se beneficien . Lo peor de todo es que la calidad final se resiente, lógicamente, de este sistema que no premia la calidad sino el amiguismo ( por lo menos en la fase inicial) y nos quedará como resultado otro desastre que habrá que arreglar o soportar en el futuro. Eso si ahora todos se felicitan… Decepcionante, tenemos lo que nos merecemos.