Desde los inicios de este taller-laboratorio en el que se debate y trabaja sobre las adaptaciones de
buenas novelas llevadas al cine (al buen cine) -asunto este que no siempre se logra y con resultados casi siempre discutidos-, los organizadores del ciclo han tenido mucho interés en la banda sonora de los filmes que se iban a proyectar, diferenciando dos tipos de música, aquellas bandas sonoras que se basan en piezas conocidas del mundo clasico -Tchaikovsky, Brahms, Puccini, Rachmaninov,- o las otras compuestas expresamente para la cinta objeto.
Al pricipio se hacía presente esta inquietud escuchando la obra musical base de la banda sonora, mientras se esperaba el inicio de la sesión. Era una experiencia incómoda porque ese es un espacio dedicado a los saludos y se desistió.
Pero el pasado viernes en la Casa de Cultura de Aiete, los participantes en la sesión de cine, vieron que este proyecto (sueño) “conocer a fondo la banda sonora de una película” se hizo posible gracias a la insólita por inusual presencia en la sala del maestro Luis de Pablo, autor de la música de película “la busca”.
Fernando Mikelajauregi le preguntó en qué se inspiró para realizar la banda sonora y porqué un autor de música clásica participa en esta tarea tan distinta.
Luis habló de la película, de la novela de Baroja en la que está inspirada, de Don Pío, de la dictadura, de las necesidades económicas de los creadores artísticos y de la libertad que le dio Angelino Fons para la composición.
Recordó que las bandas sonoras pueden basarse en obras musicales conocidas, como se dice más arriba, pero “la busca” tiene su propia creación. Dos movimientos, fundamentalmente piano, para las escenas dramáticas, y cuarteto de cuerda para las más tranquilas o de transición.
Luis consigue su objetivo. La música de la película es un elemento fundamental en este film, un protagonista clave, ayuda a potenciar el ambiente trágico o de suspense, la sordidez del mundo que describe Angelino desde su propia lectura de “la busca”. Por su parte Luis de Pablo describe los estados de ánimo de cada personaje a golpe de notas musicales.
La presencia de Luis de Pablo fue recibida con mucho cariño por los asistentes, que le hicieron un cálido homenaje.
Gracias Luis, muchas gracias, ha sido un gran placer tenerte entre nosotros.