La Auñamendi Eusko Entziklopedia dice del barrio de Aiete que está situado en una zona de colinas que dominan la bahía de la Concha, entre Miraconcha, Alto Amara, Isturin y Antiguo. Es la prolongación rural donostiarra que une San Sebastián con Hernani. Su término quedaba comprendido en el Fuero de San Sebastián de Sancho el Sabio de Navarra (1150-1194), sin que sepamos si existía entonces como entidad. En 1960 tenía I.926 habitantes y 334 edificios. Posee un núcleo de construcciones cerca de la parroquia del Santo Cristo que celebra sus fiestas patronales el 14 de septiembre.
En la web municipal encontramos la descripción de Aiete como un barrio en el que predomina el uso residencial del suelo, siendo la dispersión de viviendas y población una de las características de este extenso barrio. En los últimos años, los nuevos viales y viviendas construidas han cambiado su configuración, y añade que se pueden diferenciar distintas zonas como el casco central, alrededor de la Iglesia, Munto-Berri, Etxadi, BeraBera, Oriamendi, Miramón, Puio, Melodi, Alto de Errondo, Pagola, Hiru Damatxo, Catalina de Elizegi…Se producen grandes cambios pero se mantiene el mismo centro.
La composición de la población según sexo es de mujeres, 7.981, y hombres, 7.681. Aiete tiene en el año 2011, habitantes 15.662.
En cincuenta años el barrio de Aiete ha multiplicado su población por 8. Y ha generado una cultura, unos problemas, unas iniciativas, un prototipo poblacional correspondientes a un barrio urbano, con sus peculiaridades, conocidas y controvertidas. Con sus más de 15.600 habitantes, tiene más población que la mayoría de los pueblos de Gipuzkoa. No hay ningún barrio en San Sebastián que tenga más de 5.000 habitantes y carezca centro de salud.
Aiete ha mantenido como centro geográfico y simbólico el que se nuclea en torno a la parroquia y el palacio. Allí se ha construido la Casa de Cultura que moviliza a cientos de aietearras cada día y cada semana, allí está Munto –el ayuntamiento debiera tener alguna iniciativa para que el caserío no desaparezca arruinado-, allí está una de las plazas públicas más importantes del barrio, allí están los jardines del palacio (una joya inestimable) y el Topaleku. Es normal que Osakidetza pida que el centro de salud se localice en esa zona (y la gente también, porque es el centro y porque tiene fácil acceso en autobús y porque si no queda más remedio en su zona baja hay parking para coches y ambulancias. Calles Mendialai y Goiko Galtzara).
El Jolastoki se destina en la actulidad a la práctica deportiva esporádica y espontánea: El Ayuntamiento se comprometió con Lantxabe a estudiar con la Delegación de Deportes la posibilidad de encontrar una parcela municipal alternativa. Y la tiene.
En la zona de vestuarios está ubicada la sociedad cultural-gastronómica-recreativa ACD Aiete, de antigua tradición.
El Ayuntamiento sigue buscando la existencia de algún local en el barrio que pueda albergar estas actividades culturales y recreativas, con la obligación de que sea público y abierto a todos los vecinos.
Hay que tener en cuenta que más allá de los principios de legalidad, que se deben respetar, faltaría más, la A.C.D. de Aiete, es un club de solera. El Ayuntamiento ha de encontrar la forma más adecuada de velar por los intereses colectivos de la ciudadanía, en este caso los intereses de su salud, sin perjudicar a esta minoría testimonial. Y viceversa. La minoría debe respetar los derechos a la salud de la ciudadanía aietearra. Entre ambos derchos parece obvio que prevalezcan los más básicos y masivos.
Tenemos pues, por una parte, el Jolastoki, un emblema para Aiete y, por otra, que alberga una sociedad tradicional que no se debe menospreciar.
Y tenemos también el hecho de que el barrio ha sufrido una muy profunda trasformación y necesita un ambulatorio en el centro del barrio, en el lugar más simbólico y accesible posible.
¿Derechos fundamentales vs derechos históricos?
Construir el centro de salud en el Jolastoki es la mejor manera de resolver la necesidad de que se haga en el centro geográfico y simbólico del barrio. Vistas así las cosas, el problema no es encontrar una parcela alternativa para el centro de salud puesto que esa parcela no existe –los equipos del ayuntamiento le han dado cien mil vueltas a Aiete- sino encontrar el sitio más adecuado, y digno, a esta sociedad cultural-gastronómica de amplia solera.
El centro de salud no se va a construir de la noche ala mañana. Elprimer paso es que el ayuntamiento ceda la parcela a Osakidetza (quedan pocos días para que acabe el año). Después el ente autónomo aprobará sus presupuestos y la partida dedicada al centro de salud de Aiete. En este tiempo se puede encontrar una salida justa a la ACD.
A estas alturas no podemos olvidar dos cuestiones fundamentales:
1. La construcción del ambulatorio corre por cargo de Osakidetza (al ayuntamiento no le cuesta un duro). Por su parte Osakidetza, de no hacer el centro de salud en Aiete, lo construirá en otra zona de Gipuzkoa. (No se olvide que esta operación lleva consigo movimiento de la economía y creación de puestos de trabajo)
2. Cuando se hace la permuta entre el obispado (propietario del Jolastoki) y el Ayuntamiento (sobre la parcela permutada el obispado ya ha construido una eficiente casa parroquial), la zona correspondiente al Jolastoki es traspasada al ayuntamiento libre de cargas, como además obliga la legislación vigente.
Y un corolario: ¿Cabe mejor futuro a nuestro Jolastoki que ser un centro ambulatorio para todos los habitantes de Aiete, pero especialmente para los más niños y los más mayores?