El pasado jueves 22, en el centro cultural, tuvimos una reunión informativa, a la que asistieron vecinos y familias, principalmente de Bera Bera, y los responsables municipales de medio ambiente.
El punto de compostaje se colocará sobre una zona verde cerca de la rotonda de entrada al barrio –ver foto Google– y tiene unas dimensiones de 7 por 4 metros cuadrados. Está vallado, tiene llave, y dentro alberga cuatro compostadoras de 700 litros y dos contenedores de 200 litros en los que hay ramas y hojas, el llamado material estructurante. Del punto de compostaje se van a ocupar 16 familias, en dos grupos de ocho, que gestionarán su funcionamiento y conseguirán compost para sus jardineras, huertos o tiestos.
Ni tan siquiera es reciclaje, sino un punto anterior que la normativa europea prioriza: reducir la cantidad de los que se echa a la basura.
¿Ventajas? Cumplir la legalidad europea, ahorrar dinero porque se reduce el tonelaje del sistema convencional y por tanto el coste de su recogida y transporte, utilizar una práctica sostenible y, por fin, potenciar una iniciativa social, educativa y de toma de conciencia.
Las familias que quieran participar se pueden apuntar en el teléfono 943 483390 o en el correo ingurunea@donostia.org.
En principio solo está previsto que puedan participar 16 familias. Por encima de 16 se mantendrá una lista de espera. La experiencia del compostaje comunitario termina enganchando, permite que, como se hace en el mundo rural, también en el urbano sea posible conseguir compost propio de sus residuos orgánicos.
Se recuerda que en Aiete fue la opción más votada y que se utiliza ahora para los residuos orgánicos (todos los vinculados con la alimentación), implantado en Amara Berri y Gros.
Parece ser que el contenedor marrón y el reciclaje comunitario se complementan muy bien y, además, ambos se ubican en ámbitos distintos. En el primero se habla de reciclaje de residuos, en el segundo, de prevención, porque esos residuos no entran en la recogida convencional. En ambos casos producimos composta, uno a pie de barrio, otro en Lapatx (Azkoitia).
Para Bera Bera –y para las otras experiencias- será el Ayuntamiento quien proporcione el llamado material estructurante, el que surge de la poda municipal (no del individual).
Conlleva la retirada de los contenedores de la calle y su sustitución por postes en los que colgar la basura. En los ayuntamientos en los que se ha puesto en marcha –Hernani, Usurbil, Oiartzun y Antzuola—, se ha aumentado enormemente la recogida y reciclaje de residuos. Los que lo apoyan dicen que podría hacer factible alcanzar el 89% de recogida selectiva, mientras que el 11% restante se almacenaría en un vertedero de inertes.
Sus detractores tachan de “delirio” estos objetivos y aducen que, aunque el PaP pueda ser viable en zonas de baja densidad de población, su generalización a todos los municipios con más densidad, sin tener en cuenta las distintas realidades urbanas, es una locura.
A lo que se alega que ciudades europeas con densidades parecidas a la de Donostia, como Aarhaus (Dinamarca), con 250.000 habitantes, Niort (Francia), con 64.000 habitantes, y Monza (Italia), con 123.000 habitantes, han implementado este sistema con éxito.
El alcalde de Aarhaus es Jacob Bundsgaard, de los Socialdemócratas; Niort es feudo del Partido Socialista Francés; y Marco Mariani, de la conservadora nacionalista Liga del Norte, ha gobernado como alcalde Monza hasta las elecciones municipales de septiembre, en las que ha ganado el representante de una coalición progresista.
¿Extremistas? No creo.
Lo que pediría a los políticos y políticas de este país es que pongan los debates en sus contextos, y no confundan a la gente con licencias retóricas equívocas.
Hablemos en serio de la basura, sin ideologías.
Gracias. Al lado están las denominadas casas inglesas, por su estilo británico. Cada casa tiene un nombre, en euskara, de un hongo o seta. Gracias a Street View de Google Maps se pueden ver los nombres vía internet. De abajo a arriba son (con su traducción al castellano y nombre científico): Errotari (mojardón, Clitopilus prunulus), Urbeltz (coprino, Coprinus sp.), Ardotsu (amanita rojiza, Amanita rubescens), Urdintxo (¿?), Urretxa (carbonera, Russula cyanoxantha), Lur izar (estrella de tierra, Geastrum fimbriatum), Onto zuri (calabaza y boleto reticulado, Boletus edulis y Boletus reticulatus), Idi min (hígado de buey, Fistulina hepatica), Gibelzuri (rúsula, Russula sp.), Oin urdin (pie azul, Lepista nuda), Lerdeki (gonfidio, Gomphidius sp.), Ziza ori (rebozuelo, Cantharellus cibarius), Ardagaya (nombre ambiguo, referido a varias especies) y Gibelurdin (varias especies, en especial la seta de cura, Russula virescens). Los nombres también se ven en b5m.gipuzkoa.net/web5000/callejero/donostia-san_sebastian/berabera_ps_de . Me pregunto quién elegiría los nombres y qué seta será urdintxo, la única sin identificar aquí. Gracias
Urdintxo posiblemente equivalga a urdintxa, el champiñón silvestre (Agaricus campestris). Saludos