Hay que morir inspirando amor (si se puede): Joseph Joubert.
Compartimos totalmente este pensamiento. Y sabemos que que así han muerto Antonio Ferrero, Josune e Isabel, compañeros del alma, inspirando amor entre sus familiares, entre sus amigos, entre nosotros que tuvimos la suerte de conocerlos. Hoy, nuestro recuerdo es ambivalente: Por un lado, sentimos una profunda tristeza porque murieron seres maravillosos; por otra parte, una felicidad extraordinaria porque estas personas nos honraron con su amistad o con su compañía, porque tuvimos la suerte de compartir con ellas algunos momentos de alegría, de esperanza, de ilusión y de vida.
Antonio Ferrero, autor de este poema escrito unos días antes de su fallecimiento, era un andaluz honesto y luchador, entrañable amigo de alguna de nuestras compañeras de recreo y de trabajo. Va por todas ellas, personas que sentimos su ausencia.