No hay peor ciego que el que no quiere Wert

Si el ministro Wert se ve a si mismo como un “toro bravo”, conviene no tratarlo como un cabestro y estar atento a las embestidas. Otra cosa sería Wert Toro Sentado, pero no está el ruedo político para sutilezas. La embestida goza de mucho prestigio en la historia simbólica de nuestro pais. Es más. Está tatuada en el imaginario colectivo. El ciudadano corriente trata de evitar cruzarse con las comitivas oficiales porque el instinto le dice que en fracción de segundos, bien porque hable o bien porque calle, puede verse en el riesgo de ser acometido no solo por algún morlaco subalterno, sino incluso sufrir la cornada doctrinaria del mismísimo titular de Educación y Cultura. Siempre estamos buscando alguna paloma entre halcones en la fauna conservadora dominante. Pero el ecosistema ha sido destrozado. Ocupado por depredadores y carroñeros. En la mejor época de Suárez, triunfaron las palomas sobre los halcones. Fue también el período más fértil de la democracia. Con Aznar los halcones se tomaron la revancha. La última paloma quemada fue Alberto Oliart, que había resucitado RTVE, y que los halcones han vuelto a hundir con su habitual eficacia. Para Maquiavelo, el gobernante debería conjugar la fuerza del león con la astucia del zorro. Puede aparentarse la fuerza del león, o irrumpir en el ágora como un toro bravo, poniendo fin a la conversación civilizada. Es mucho más difícil alcanzar la calidad de zorro. Cuando Wert anuncio con estruendo cornúpeto la Contrarreforma educativa, me acordé de otro animal mitológico. El perro de Alcibíades. Este gobernante griego le cortó en público el rabo a su perro. ¿Por qué? Para que la gente hablase del perro de Alcibíades y no de su mal gobierno. Ahora, aquí, hablamos del toro de Wert. Al final siempre gana la embestida.

A estas alturas, da igual que si la gestión de Wert sea acertada o no: para cuando dé sus frutos, buenos o envenenados, ya no estará en el cargo. Lo único cierto es que ahora mismo tiene a todos los gremios afectados en su contra y en estos casos la percepción de la realidad opera igual que si fuera la propia realidad. No es que el ministro de Educación haya crecido con el castigo, sino que los recortes le hacen parecer más grande, un efecto óptico. Más que a la del toro bravo, Wert pertenece a la estirpe de la vaquilla propia de las fiestas de pueblo, enloquecida por el acoso de los mozos. Por no mencionar la cuestión de qué pintaría un toro bravo al lado Rajoy, un especialistaz en espantadas que sólo alcanzará la categoría de Curro Romero el día que consiga completar una lidia más o menos digna frente a la ganadería Merkel.

En cuanto a la teoría de que el ministro es tan sólo una cortina de humo (el perro de Alcibíades) para que no hablemos de los temas importantes, como fumador activo con una dilatada experiencia en ambientes irrespirables me veo obligado a presentar una enmienda a la totalidad. La educación es importante, la cultura también lo sería en cualquier otro país europeo y el deporte, no lo es pero lo parece. Wert está en desventaja: ante el castigo, tan sólo se crece, mientras que, por el contrario, sus rivales se multiplican. En el mejor de los supuestos, pasará a la Historia como el ministro de Educación que alumbró la primera generación catalana de castellanoparlantes independentistas.

12 comentarios en “No hay peor ciego que el que no quiere Wert”

  1. Nosotros tenemos nuestro propios demonios ¿o son dioses?

    A la espera de que Urkullu tome posesión de su cargo como lehendakari en una legistura marcada por el enorme vacío dejado por los iPads no comprados, volvemos al atrezzo iconográfico tradicional vasco, a base de crucifijo de plata y biblia de Duvoisin. Hay algo zafio en encomendarse al dios de los más necesitados cuando uno se dispone a recortar prestaciones sociales, a la vez que su partido rechaza de plano incrementar el impuesto de sociedades, todo ello en un clima generalizado de dietas que se abonan sin necesidad de presentar factura. Por otra parte, tampoco se entiende bien qué placer puede extraer alguien del hecho de humillarse ante Dios, cuando para eso ya están Bruselas y la troika comunitaria.

    Para no incurrir en agravios comparativos, es de esperar que Urkullu lea en un folio todo eso de «ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el árbol de Guernica, juro desempeñar fielmente mi mandato». Lo contrario menoscabaría la imagen de un candidato capaz de recitar de memoria toda la retahíla de plegarias mientras recurre a la ‘chuleta’ en pleno debate televisivo para desgranar su programa electoral: hemos elegido al presidente de la comunidad autónoma, no al sacerdote de la parroquia. También es de justicia reconocer que, a diferencia de lo sucedido con Rajoy, Urkullu no incumplirá sus promesas electorales y si lo hace la infracción pasará inadvertida: nadie recuerda cuáles fueron, si es que alguna vez llegaron a conocerse.

  2. No es Wert todo lo que parece

    O ser capaces de ver lo que Wert esconde.
    O las apariencias engañan.
    O no es Wert todo lo que reluce
    O, no se lo crean ustedes, Wert no es solo un “cabestro” o un provocador.
    Los obispos españoles están cerca de apuntarse una de sus mayores victorias educativas de los últimos 35 años. Han negociado en silencio hasta conseguir que el proyecto de ley de enseñanza que ha presentado esta semana el Gobierno de Mariano Rajoy colme una de sus históricas reivindicaciones: que los alumnos que elijan no cursar la asignatura de Religión tengan que estudiar una materia alternativa fuerte. Se llamará Valores Culturales y Sociales en primaria y Valores Éticos en secundaria. Además, también se ha cumplido otros de sus deseos: que se suprima la polémica Educación para la Ciudadanía.

    Los obispos ganaron durante la Transición la batalla de la clase de Religión en todas las aulas, tanto en los centros concertados católicos como en los públicos. La Iglesia perdió entonces su dominio sobre la enseñanza en España, pero logró que el Estado firmara en 1979 los acuerdos con la Santa Sede, que tienen un capítulo dedicado a la educación. Gracias a ese pacto, los prelados consiguieron que la Religión se siguiera impartiendo en todos los colegios e institutos y obtuvieron la libertad para elegir a los docentes, cuyo sueldo sale de las arcas públicas.

    Eso sí, la asignatura dejó de ser obligatoria. Y el empecinamiento de los obispos en las últimas tres décadas se ha centrado en endurecer la alternativa a la clase de Religión para evitar un efecto disuasorio. Este asunto ya provocó litigios en los noventa y una retahíla de comunicados de la Conferencia Episcopal Española entre 2005 y 2007, mientras el anterior Ejecutivo socialista elaboraba y desarrollaba a través de reales decretos la Ley Orgánica de Educación (LOE). Los obispos, incluso, se sumaron a la multitudinaria manifestación contra esta norma que se celebró en Madrid en noviembre de 2005.

    La Iglesia también ha logrado que se elimine Educación para la Ciudadanía

    Juanjo Picó, responsable de comunicación de Europa Laica, cree que tras la insistencia de la Iglesia católica en que se regule (y endurezca) la alternativa hay un intento de esquivar la progresiva “secularización” de la sociedad. Según su interpretación, es la forma de evitar la “caída vertiginosa” del número de chicos que cursan Religión. Entre el curso 2000-2001 y el 2009-2010, se registró un descenso de más de ocho puntos, según los datos del Ministerio de Educación. En primaria, se pasó en una década del 83,32% de matriculados en Religión al 74,19%. En secundaria, del 63,71% al 54,39%. Y del 47,68% al 41,14% en bachillerato. La caída es mucho mayor en la pública y a medida que los chicos crecen y ganan libertad para elegir.

    Respecto a las alternativas a la materia confesional, los desarrollos de la vigente LOE establecieron tres vías en secundaria: estudiar Religión, cursar Historia de las Religiones o una “adecuada atención educativa”. En la práctica, según reconoce el socialista Bedera, la opción de Historia de las Religiones es “residual”. La inmensa mayoría de los alumnos o estudia Religión o recibe esa atención educativa, que se traduce en horas de biblioteca o en salir antes del instituto. Wert enmienda esta situación al eliminar la opción de la atención educativa y situar en su lugar la nueva materia de valores culturales, sociales y éticos, como querían los obispos. La Iglesia ha argumentado hasta ahora que elegir Religión no podía suponer discriminación.

    La Conferencia Episcopal se ha apuntado el tanto desde el silencio. Frente a la pública y callejera estrategia que emplearon contra la LOE, los obispos se han movido en esta ocasión en los despachos. La Consejería de Educación de Andalucía, contraria a la solución que se ha buscado para Religión, asegura que este asunto nunca se trató en las reuniones sobre la reforma que el Gobierno ha mantenido con las comunidades. No fue hasta el pasado lunes, víspera del encuentro entre el ministro y los consejeros autonómicos, cuando apareció plasmado en el proyecto de ley. En el texto que Wert presentó a finales de septiembre no se mencionaban las alternativas a la materia confesional, algo que escamó a responsables de la Iglesia.

    Pero, entre el proyecto de septiembre y el que se difundió el lunes, los obispos han sabido jugar sus cartas. “Estamos en fase de diálogo”, dijo el 4 de octubre el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. “Religión tiene que ser ofrecida en condiciones de libertad para quien la elija, pero como una asignatura equiparable a las fundamentales”, añadió el sacerdote, quien mostró “una cierta preocupación” al no haber encontrado en el proyecto de septiembre una “fórmula” que le convenciera.

    “La alternativa dura es la excusa para que Religión exista”, dice Europa Laica

    El Ministerio de Educación, preguntado sobre si habían mantenido encuentros con la cúpula de los obispos, primero dijo que no, y, horas después, una portavoz aclaró a este periódico que la secretaria de Estado Montserrat Gomendio se ha reunido con responsables de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. Esto no se publicitó como los encuentros con otros sectores.

    Los obispos han sido los que han tratado directamente con ella. En los temas relacionados con la educación religiosa el ministerio tiene tres interlocutores clásicos. Por un lado están la Conferencia Episcopal y la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (Concapa), que suelen ir de la mano en sus reclamaciones. El tercer actor es la patronal católica FERE, que mantiene una actitud pragmática y centra su atención en la reivindicación de los conciertos educativos, que también se benefician con la reforma de Wert.

    “Nosotros no hemos tenido conversaciones con el ministerio sobre la asignatura de Religión”, reconoce José María Alvira, responsable de la Secretaría General de FERE. Admite que de ese asunto se ocupó directamente la Conferencia Episcopal. Sin embargo, Alvira aplaude, al igual que Concapa, que se haya armado una alternativa fuerte a la clase confesional porque sirve “para que se tome en serio” la materia. Pero lo cierto es que los asociados de Fere no han tenido muchos problemas con este asunto, ya que los alumnos que se matriculan en sus centros suelen aceptar el ideario católico y pocos son los que se decantan por no cursar Religión.

    No ocurre lo mismo en otros concertados de carácter no confesional. “Es pedagógicamente más lógico tener una alternativa más clara”, sostiene Rafael Caamaño, secretario general de la patronal CECE Andalucía, donde están representados centros privados católicos y no confesionales. Caamaño afirma que sus colegios e institutos han tenido “problemas” para atender a los alumnos que no querían cursar Religión.

    La patronal de los concertados aplaude los cambios

    El otro tanto que se han apuntado ahora los obispos ha sido la supresión total de la asignatura Educación para la Ciudadanía, puesta en marcha por el anterior Gobierno socialista y que fue respaldada por el Tribunal Supremo tras años de polémica y ruido. Es más, en la reforma de Wert las asignaturas que se perfilan como herederas de Ciudadanía son, precisamente, las dos alternativas a Religión, es decir, Valores Culturales y Sociales y Valores Éticos.

    Alejandro Tiana, ex secretario general de Educación del anterior Gobierno socialista, cree que “concebir la Religión como una alternativa a los valores sociales, cívicos o éticos” es una opción “totalmente rechazable”. Para conocer los contenidos de las dos materias alternativas a Religión habrá que esperar todavía al desarrollo que tiene que realizar el ministerio después de aprobar la reforma. También habrá que aguardar hasta ese momento para saber cómo se evaluará la materia de Religión (y sus alternativas).

    Hasta ahora, según explica Tiana, la fórmula por la que se habían decantado los distintos responsables de la Administración educativa era por la de “una asignatura evaluable, pero no computable”. Es decir, los alumnos se tenían que examinar de Religión y las calificaciones figuraban en su expediente y contaba para repetir curso (aunque el nivel de suspensos en Religión es ínfimo). La nota, en todo caso, no contaba para la media para acceder a la Universidad o para lograr una ayuda o beca. La duda es si el Gobierno mantendrá esta situación cuando se empiece a aplicar la reforma. Lo que sí ha hecho ya el ministerio es dejar fuera de la nueva reválida de secundaria a la Religión y su alternativa.

    También resta por saber si la victoria del sector católico será completa y consigue que en el Bachillerato gane peso la asignatura de Religión. El ministerio ha decidido ahora situar esta materia entre las 11 asignaturas optativas de esta etapa no obligatoria. De esas 11, los alumnos deben elegir dos o tres. Dentro de la Iglesia ya han surgido voces que piden un cambio para que la Religión reciba una atención especial en esta etapa (en la que menos de la mitad de los alumnos se decantan ahora por la materia confesional).

  3. poner las cartas encima de la mesa

    Iñigo Urkullu pronunciará este miércoles el discurso más importante, hasta ahora, de su vida política. Lo será, obviamente, porque esa alocución constituirá su tarjeta de presentación, su declaración de intenciones, como el quinto lehendakari desde la restauración de la democracia en Euskadi. Pero en este caso, las circunstancias revisten la investidura del presidente del PNV de una trascendencia que va más allá del acto solemne de su proclamación. La crudeza de la crisis y los cambios que está operando no solo en nuestro arraigado bienestar, sino también en la capacidad de la política institucional para anticiparse e imponerse a los rigores económicos, obligan al todavía candidato a Ajuria Enea a clarificar sus propósitos en este terreno con mayor concreción que lo que ha trascendido de su ronda de contactos con los partidos y del traspaso de poderes con los socialistas. Esa concreción, a la que el líder peneuvista también está forzado por la dureza con que él y los suyos han ejercido la oposición en los últimos tres años y medio, tiene un reverso arriesgado para los jeltzales: poner las cartas encima de la mesa y comprometerse con ellas implica diseñar un camino en el que difícilmente podrán hacer coincidir a todas las fuerzas del hemiciclo, lo que complicaría esa búsqueda de pactos a varias bandas a la que el PNV fía el arranque de un mandato en mayoría minoritaria. Pero al margen de lo explícito o no que acabe siendo, Urkullu tiene ante sí un reto más sutil y complejo: cautivar con sus palabras aunque estas describan una realidad turbia y amenazadora. La ‘prueba del nueve’ de la retórica con la que también se hace posible la política.

    El contraste entre los propósitos que exprese Urkullu en materia económica, pero también en pacificación y sobre la reforma del estatus político de Euskadi, y lo que sostenga Laura Mintegi en la misma tribuna de oradores permitirá empezar a calibrar hasta dónde llega en el “nuevo tiempo” la ‘relación amor-odio’ que llevan años cruzándose los jeltzales y la izquierda abertzale. También será el discurso de su vida para Mintegi: el tiempo dirá si su peripecia política perdura o si ha llegado definitivamente hasta aquí, motivada por el encarcelamiento de Arnaldo Otegi y la falta de sincronía entre la autorización de las listas de Bildu y la legalización de Sortu. La contraposición entre los discursos de Urkullu y Mintegi, aunque solo el primero tenga opciones de ser designado lehendakari, es coherente con los objetivos inmediatos que se ha fijado la izquierda abertzale en su regreso al Parlamento: dar a entender que hace política de “otra manera” y que esa manera está lejos, además, del modo en que se conduce el PNV, la referencia en los últimos 30 años del nacionalismo institucional. Pero el desigual mano a mano entre Urkullu y Mintegi visualizará otra imagen: la de una hegemonía soberanista representada en los dos únicos candidatos que reivindicarán sus proyectos en la tribuna, con el PSE de López y el PP de Basagoiti recomponiéndose tras haber aletargado el ‘Gobierno del cambio’.

    PD: La ausencia de mayorías incontestables deja en el aire la renovación de los cargos de elección parlamentaria que precisan de un apoyo cualificado. En el caso de EITB, existe un precedente de una situación de interinidad que se prolongó siete años. Tras ser elegido el 1999 gracias al respaldo de EH en la legislatura de Lizarra, Andoni Ortuzar, hoy presidente del Bizkai buru batzar y previsible relevo de Urkullu al frente del PNV, permaneció como director general del ente entre marzo de 2001 y enero de 2008 sin pasar la reválida parlamentaria, ante la imposibilidad de configurar una nueva mayoría absoluta para refrendarle o avalar una candidatura alternativa.

    Lourdes

  4. POR JAVIER OLAVERRI
    Vamos a estrenar nuevo Gobierno, que se presenta como capaz de encabezar la salida de la crisis. A mí me parece más bien que nace débil y sin aliados, lo que desgraciadamente le imposibilitará acometer un programa claro de reformas. Ya hemos tenido un Gobierno sin mayoría suficiente estos últimos cuatro años y no es posible aguantar otro período similar, porque todos sabemos que la crisis nos está devorando social y económicamente.

    Así que me atrevo a pedirle al nuevo lehendakari que, en su discurso de investidura, nos hable como a personas adultas y nos evite promesas vagas que nadie cree. Todos sabemos que no se va poder tirar del endeudamiento (ni público ni privado), porque lo prohíben las leyes y porque no hay prestamistas que nos presten. También sabemos que los ingresos fiscales no responden como se esperaba y que han retrocedido al nivel del año 2007, mientras los gastos de funcionamiento se han disparado. Por lo tanto, el único mensaje creíble que se me ocurre es aquel que dice que el dinero necesario para un relanzamiento económico va de salir de ahorrar con inteligencia.

    Y, en mi humilde opinión, eso significa que habrá que simplificar el entramado institucional vasco y suprimir docenas de sociedades públicas y fundaciones de supuesto “derecho privado” que sirven fundamentalmente de asiento y pesebre a muchos “amigos”. Y significa establecer una política que lleve a que el coste del trabajador del sector público, y del trabajador de muchas de las contratas que trabajan para el sector público, sea similar al de los trabajadores privados que realizan la misma función y no un 35% más alto, como lo es en la actualidad.

    También significa que hay que introducir la cultura de la eficiencia en los proyectos de inversión, de manera que se abandonen aquellos proyectos que carezcan de rentabilidad futura. Una solución posible y sencilla sería aprobar una ley que exigiera a todo proyecto de inversión pública el venir acompañado por un estudio técnico competente que avale que esa infraestructura tendrá una rentabilidad económica futura mínima del 3% y/o una rentabilidad económica-social mínima del 5%.

    En cuanto a los ingresos, este último cuatrienio ha demostrado que el sistema foralista no funciona y que para salvar las apariencias solo se alcanzan acuerdos de mínimos totalmente insuficientes, por lo que tendrá que darse protagonismo al Parlamento vasco. No es casualidad que la reforma del IRPF de Rajoy haya sido más progresista y eficaz que la vasca y todos recordamos la resistencia cerrada de la Diputación de Bizkaia a abordar un plan conjunto de lucha contra el fraude. Esa resistencia es tanto más llamativa cuanto que el Gobierno Rajoy ha terminado por adoptar duras medidas antifraude, que limitan el pago en metálico y que amenazan con seriedad a los bienes situados en el extranjero. La obligación de declararlos ante el fisco y el alargamiento de los períodos de prescripción, en algunos casos haciéndolos imprescriptibles, son medidas que sin duda pueden dar mucho juego en el futuro a la inspección de Hacienda. Es de esperar que ahora nuestras diputaciones terminen copiando esas medidas que no querían ni ver en pintura hace unos meses.

    Y como, pese a todo lo que se haga, es previsible que las cosas sigan degradándose en lo económico, le pido que para compensar a ese ciudadano sufriente, tome medidas que aumenten la calidad de nuestra democracia. Este país necesita una verdadera ley de transparencia que permita a los ciudadanos vascos controlar hasta el último euro que paga con sus impuestos y hasta el último contrato que firman nuestros políticos, porque el hedor de la corrupción, del amiguismo y del despilfarro se ha hecho insoportable. Estas medidas legales afortunadamente no cuestan dinero por lo que no creo que tenga dificultad en aprobarlas.

    Por supuesto, me alegraría oírle que tiene soluciones mejores que estas.

  5. La de los funcionarios del Ayuntamiento. Quien iba a decirlo, un consistorio plagado de técnicos en desobediencia civil acata sin rechistar las directrices económicas de Rajoy. No hay mejor símbolo del trayecto recorrido por nuestra ciudad en los últimos años, ni prueba más elocuente de que nuestra apuesta por la convivencia va en serio. Frente a quienes ponen palos en las ruedas, abonando su sueldo íntegro a los trabajadores públicos, he aquí un paso en la dirección adecuada hacia la normalización, entendida como el proceso de homogeneizar todas las opciones políticas

  6. ¿Qué te parece la desobediencia en plena batalla? ¿Y la desobediencia del enferemo ante el médico? ¿Y la del padre/madre de famila que desobedece sus obligaciones familiares?.

  7. El PP y el PSOE, lejos de ser los instrumentos políticos para sacar adelante el país, se han convertido en un serio problema a los ojos de los ciudadanos, que han perdido por completo la confianza en ambos. Lo venían diciendo todas las encuestas y lo confirma la que publicó este periódico el pasado domingo. Los políticos comparten con los banqueros y con los obispos el más absoluto suspenso de los ciudadanos, componiendo así un cuerpo oligárquico al que solo faltan los militares para recordar tiempos pasados. Los dos partidos piensan que sus malos resultados ante la opinión pública son simplemente la expresión del malestar por la crisis, pero que cuando la economía recupere pulso todo volverá a su sitio. Es un doble error: no hay ninguna señal de que la situación económica y social pueda mejorar sensiblemente a medio plazo y el desencuentro con los dos principales partidos españoles es estructural, porque la ciudadanía hace tiempo que no los ve de su lado. En su impotencia, aparecen como instrumentos de otros, sin capacidad de proponer y decidir por sí mismos, instalados en la estricta defensa de unas posiciones de casta.

    El régimen español surgido de la Transición está gripado. Necesita una reforma a fondo si no queremos que la democracia se reduzca definitivamente a una pura ficción. El Gobierno, abonado a los decretos leyes, practica cada vez más el autoritarismo posdemocrático; el Parlamento crece en irrelevancia y ausencia de debate de fondo; la corrupción, correlato de la mercantilización general de una sociedad en la que todo puede comprarse, tiñe todo el panorama de negro; el secretismo se pone de moda en la relación entre políticos; la jefatura del Estado y la presidencia del Gobierno están bajo chantaje, y el derecho a decidir se convierte en una barrera infranqueable que bloquea todo debate político con Cataluña y, ahora, con el País Vasco. Todo ello en un momento en que la crisis ha evidenciado las deficiencias de un estado autonómico motor de clientelismo y de caciquismo posmoderno. El Estado del bienestar se está desmantelando con la coartada de las exigencias europeas, sin que nadie dé la cara para justificar unos cambios que cada vez afectan de manera más cruel a la vida cotidiana de las personas. El Gobierno solo sabe decir que no puede hacer otra cosa. Ninguno de los dos grandes partidos es capaz de presentar un proyecto político digno de ese nombre, y simplemente se dedican al estéril juego de intercambiar insinuaciones de falsos consensos, que solo buscan su propia supervivencia. La ciudadanía tiene a la vista todos los días señales de desmoronamiento del régimen y de fractura social creciente, y para los dos grandes partidos nunca pasa nada.

    Esta semana se ha alcanzado una alta cota en estos ejercicios de falsificación de la realidad. Con la Monarquía, metida en un espiral autodestructivo que nadie logra detener, el presidente del Gobierno dice solemnemente que la Corona “tiene un gran respaldo ciudadano”, basándose en una leyenda de la Transición ajena a la mayoría que no vivió de primera mano aquellos acontecimientos.

    Los dos grandes partidos se han acomodado a una situación dramática. Las imposiciones de Bruselas, de Alemania, de la troika, se han convertido en coartadas que los libran del coraje de asumir lo que están haciendo: liquidar parte de las conquistas sociales adquiridas. No es extraño que la muerte de Thatcher haya generado melancolía en la derecha. Ella, por lo menos, hablaba claro y sin complejos.

    El régimen político español necesita una refundación. Los dos partidos políticos que deberían emprenderla ni tienen la confianza de la ciudadanía ni muestran ninguna intención de emprender cambios que supongan una verdadera redistribución del poder. En nombre del sentido del Estado se han instalado en un conservadurismo que puede llevarse la democracia por delante. Dicen que hay que evitar una situación como la italiana. No hacer nada es la vía directa al desgobierno. Desde el fascismo, Italia es maestra en experimentos que después se propagan por Europa. Que el PP no quiera que nada cambie, mientras de tapadillo va liquidando el Estado del bienestar, podría entrar en la lógica de la derecha; pero que todo lo que el PSOE aporte sea una vaporosa propuesta de reforma de la Constitución que ni siquiera entra en el debate monarquía o república, es un signo de su desorientación. La principal obligación del PSOE es demostrar que es capaz de renovarse a fondo para que este país no siga sin alternativa de gobierno y como paso previo a relanzar la ineludible dinámica de cambio que necesitamos. Si no, que vengan otros.

  8. Wert y Jordi Évole.

    La agencia Reuters dedica un reportaje a «Salvados», «un exito de la TV que emerge de las cenizas de la crisis española» que disgusta al ejecutivo de Mariano Rajoy: «Hace preguntas trampa, siempre lleva ventaja», dice el Ministro de Educación, Cultura y Deporte. El medio compara el estilo del presentador de laSexta con el de Michael Moore
    11.04.2013
    La popularidad de Salvados no se limita al territorio español. Reuters ha dedicado un reportaje al programa de reportajes que emite laSexta y que dirige y presenta Jordi Évole.

    Bajo el título «Un exitoso programa de TV que emerge de las cenizas de la crisis española», la prestigiosa agencia de noticias analiza las claves que han convertido al formato en un fenómeno mediático, así como las reacciones que genera entre los políticos.

    Wert, sobre Évole: «Hace preguntas trampa, siempre lleva ventaja»

    Uno de los que ha respondido a Reuters ha sido José Ignacio Wert. El Ministro de Educación, Cultura y Deporte ha criticado duramente al presentador y al formato en el artículo: «Hace preguntas trampa, siempre lleva ventaja (con el entrevistado)», ha declarado.

    «Algunos idiotas a mi aldededor estaba a favor de que fuera al programa»

    No ha sido lo único que ha comentado sobre Salvados. También ha indicado que fue tentado a compartir una charla con Évole, pero declinó la oferta: «Algunos idiotas a mi alrededor en el departamento de Educación estaban a favor de que apareciera en el programa, pero mi hijo, que es más sensato, me dijo que ni me lo planteara», explica.

    Por esta última declaración de Wert, el periodista de laSexta ha replicado, en su cuenta de Twitter, con su habitual tono de humor:

    El «discurso izquierdista» de «Sálvados» molesta al ejecutivo de Mariano Rajoy

    La opinión de Wert, se nos cuenta en el reportaje, sirve para representar lo que el grueso del ejecutivo dirigido por Mariano Rajoy piensa sobre el espacio: lo que Reuters define como «discurso izquierdista» no gusta a los principales reresentantes del gobierno.

    No obstante, el político le concede a Évole algún comentario más positivo. En concreto, dice de Salvados que a veces puede resultar original y hasta divertido.

    «Pone cara de ingenuidad y cuenta cosas dramáticas de manera sencilla»

    Junto a las declaraciones del político, también aparecen laas de expertos en televisión y medición de audiencias. «Pone esa cara de ingenuidad y cuenta cosas muy dramáticas, muy complejas, de manera muy sencilla», explica Ricardo Vaca, presidente de Barlovento Comunicaciones, para explicar el éxito del programa. El reportaje recuerda que Salvados está cerca de triplicar la media de laSexta, que se mueve en torno al 6% de share.

    «Se ha convertido en un nombre marca de la casa. Existen asuntos de los que la gente quiere saber», añade.

    Reuters compara el estilo de Évole con el de Michael Moore

    En el artículo, Reuters también desglosa el surgimiento y auge durante el último año en lo que a audiencias se refiere: «Es el programa de televisión española más visto de los domingos y con una audiencia tan alta como cualquier informativo de cualquier canal durante el resto de la semana».

    Además, compara el «enfoque informal y su voluntad de tramar temáticas complicadas con gran resonancia en una sociedad en la que más de un cuarto de la población está desempleada» con el del famoso documentalista y activista Michael Moore, responsable de Bowling for Columbine o Fahrenheit 9/11.

    Évole también habla para Reuters

    Por supuesto, en el texto no faltan las declaraciones del propio Jordi Évole, que tiene su propia explicación para el seguimiento que, semana a semana, obtiene de los espectadores: «Habrás visto cuando un dibujo animado corre hacia un muro, le sale un enorme chichón en la cabeza y unas estrellitas dan vueltas alrededor de su cabeza. Bien, estamos en ese punto en España, preguntándonos ‘¿qué demonios nos ha pasado?'», dice.

  9. Wert ficha a Mourinho

    Saltó la noticia. Mientras que que la mayoría de periodistas deportivos elucubraban sobre la inminente llegada de Mourinho al Chelsea, Wert da la campanada anunciando el fichaje del técnico luso como mano ejecutora estrella para aplicar la LOMCE a partir del curso 2014-2015.

    Según narra Wert, el propio Mourinho ya ha participado en la elaboración y redacción de la LOMCE e incluso les ha dado consejos acerca de la estrategia comunicativa a seguir.“Sí, Mou fue quien nos aconsejó la estrategia que estamos siguiendo actualmente…Él es un máquina manejando los medios, ¿sabe?”. La estrategia era clara: lanzar el cebo de la asignatura de religión, dejar que hiciera mucho ruido y que lo que se distribuyera fuese “han vuelto a incluir la asignatura de religión” para luego salir y decir “la asignatura de religión sigue siendo optativa”, sin explicar que en realidad cuenta para la nota, y por tanto para las Becas, etc.» Y que todo ello sea una magnífica maniobra de distracción para los cambios más profundos que propone la LOMCE.

    Hemos tenido acceso a la libreta en la que Wert y Mourinho cocinaron la táctica de la LOMCE ( ya conocido como el falso 9 educativo) y numerosas ideas sobre cómo aplicarla. En exclusiva (gracias a la providencial intervención de Pepe y Casillas, nuestro topos en el vestuario de la ley Wert), os mostramos un informe detallado con extractos de la ley y explicaciones sobre los planes de ambos:

    “La LOMCE (…) pretende ser gradualista y prudente, basada en el sentido común.”

    Al parecer Mourinho quería incluir a esta frase “basada en el sentido común de ganadores natos”, pero Wert pensó que sería demasiado explícito y que bastaría con recurrir a ese extraño totem para justificar una reforma educativa… El sentido común. Ejem. Pos vale.

    “La LOMCE pretende mejorar los resultados internacionales.”

    Este sí fue un punto propuesto por el propio Mourinho. Aunque Wert se negó expresamente a hablar de “estudiantes de Champions”, sobre todo teniendo en cuenta el reciente fracaso del técnico luso a este respecto en 3 años como técnico madridista. Ambos se planteaban usar a Rafael Nadal o Fernando Alonso como referentes internacionales, pero ante las dudas acerca de cómo tributan ambos sus impuestos, se ha enfriado esa posibilidad ya que podría plantearle problemas en su defensa de la españolidad a Wert.

    “Todos los estudiantes poseen talento, pero la naturaleza de este talento difiere entre ellos, por lo que el sistema educativo debe contar con los mecanismos necesarios para reconocerlos y potenciarlos.”

    Mourinho está ilusionado con la aplicación de este punto. Su idea consiste en organizar la I Liga Educativa Estudiantil Be The Special One. En ella, los estudiantes que no hayan mostrado tener “el Factor X” serán expulsados de la escuela. Al parecer, Wert dudaba del rigor de este punto y al hacérselo saber a Mourinho, éste le contestó: “No te preocupes, si surge la pregunta, le diré al periodista de turno: TALENTO soy yo”.

    “Mejorar el nivel educativo de los ciudadanos supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global.”

    Wert y Mourinho tienen planteado dejar claro que los trabajos de baja cualificación no son dignos ni merecen unas condiciones de vida digna. El luso y el otro consideran que España necesita referentes claros. Así, han pensado en sí mismos: “Los españoles deben aspirar a entrenar al Real Madrid o ser Ministros, si no, serán unos desgraciados”.

    “La finalidad establecida en el apartado anterior no podrá amparar que los resultados de las evaluaciones del sistema educativo, independientemente del ámbito territorial estatal o autonómico en el que se apliquen, puedan ser utilizados para valoraciones individuales de los alumnos o para establecer clasificaciones de los centros (…) “Las acciones de calidad educativa, que deberán ser competitivas, supondrán para los centros educativos la autonomía para su ejecución, tanto desde el punto de vista de la gestión de los recursos humanos como de los recursos materiales y financieros.”

    Este es probablemente otro de los puntos preferidos de Mourinho. Cada centro educativo participará en la I Copa Jose The Best de Centros Escolares. A medida que vaya avanzando la competición, los centros que reciban las mejores puntuaciones serán patrocinados por grandes marcas (como ocurre ahora mismo con TVE). En cambio, los Centros Escolares con malos resultados y que resulten eliminados serán demolidos (probablemente en directo, con todo el personal del centro en su interior, incluídos estudiantes, también en TVE y también con patrocinadores).

    “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país.”(…) Los criterios de evaluación serán establecidos por el Gobierno para todo el Sistema Educativo Español.”

    Por último, Wert dará plenos poderes a Mourinho para ser el Supra-Director de Directores de centros educativos. Él establecerá los criterios de evaluación, tanto de centros como de estudiantes. A Wert no le preocupa que Mourinho no tenga experiencia educativa porque “es un ganador nato”. Tampoco le preocupa el hecho de que parezca que la ley no favorezca ni la investigación ni la reflexión ya que, como dice Mourinho, “mi religión no es la católica, mi religión es la de GANAR”.

  10. Hay al menos una cosa en la que estoy de acuerdo con quienes ayer arremetieron contra la docena de estudiantes que protagonizaron un desplante al ministro Wert: en esta vida, hay ocasiones en las que tienes que saludar a gente que no te cae bien. Y ahí se terminan las coincidencias porque no creo que la de ayer fuera ni por asomo una de ellas. Aprender a distinguir las unas de las otras quizás forme parte de la vida, pero sostengo que el esfuerzo en sus estudios que les hizo acreedores a los premios nacionales fin de carrera del curso 2009-2010 les concede la prerrogativa de elegir, a sus veinte años, a quién deciden saludar y a quién no.

    Como es obvio, a la escudería Wert no le ha sentado nada bien el gesto y ha puesto el grito en el cielo invocando la coartada de la educación, ese formalismo que tan a menudo se confunde con hacer el José Luis López Vázquez y su “póngame a los pies de su señora”. Los hay incluso quien se ha molestado en recoger las declaraciones de dos supuestos empresarios -probablemente, de idéntica estirpe que los vaporosos e intangibles amigos americanos de César Vidal- para avisar: “Nunca les contrataría”, una hipérbole desbordante de humor negro en el país plumarquista en destrucción de empleo. En compensación, habrá que consignar que igual somos bastantes, quién sabe si incluso muchos, los que sí les quisiéramos como compañeros en el trabajo, otro brindis al sol.

    Cada vez que el desencuentro se fumiga con el pesticida por excelencia que es la campanuda frase de “tiene razón pero le han perdido las formas” detecto que alguien ha sido pillado en flagrante falta y que recurrirá al argumento más peregrino con tal de eludir cualquier posibilidad de que se llegue a la confrontación de argumentos, incluida la interesada confusión entre cortesía y pleitesía. Si hemos de recibir lecciones de buenas maneras procedentes de un servidores públicos que comparecen en plasma, huyen por la claraboya, escapan de la transparencia debida, ignoran las solicitudes de entrevista y se abonan al formato de rueda de prensa sin preguntas vamos dados.

    Radicalmente en contra de los tartazos en la cara o cualquier otra forma de agresión, creo que el derecho a ignorar olímpicamente cualquier presencia indeseada constituye la forma más elevada de educación, un conjunto de normas a las que devalúa hasta los niveles del bono basura y se eviscera de todo significado cada vez que se ejecutan por humillante obligación. Cultivar los afectos y administrar las animadversiones es una de esas cosas que o aprendes a hacer a los veinte años o ya te puedes preparar para ver pasar la vida desde el insondable abismo en el que reposan los pies de su señora.

  11. [I don’t know how to put this more diplomatically… But that’s rubbish].
    La Comisión Europea ha desmentido la información salida del Ministerio de Educación, que dirige José Ignacio Wert, donde se dijo ayer que España va a salir perdiendo con el nuevo reparto de fondos de Bruselas para las becas Erasmus. El portavoz de la Comisión ha dicho literalmente: «No sé cómo decir esto más diplomáticamente… Pero es basura»
    amaika bat

Deja un comentario

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll al inicio