Con su personalidad kaxkariña, las 415 niñas y niños de los colegios Aleman “San Alberto Magno” ikastetxea, 111; Axular Lizeoa, 80; Jesuitinas (Aiete) ikastetxea, 101; Inglés San Patricio ikastetxea Saint Patrick’s, 123, y los casi 5.000 niños y niñas de todos los centros escolares de la ciudad
(Fotos tomadas del Diario Vasco)
, como dicta la canción: «Beti pozez, beti alai», golpearon sus tambores con toda su fuerza, vitoreando el nombre de cada colegio cuando se acercaban al desfile y siguiendo el ritmo de la música de Sarriegi cuando desfilaban.
La decisión de que el desfile infantil no se suspendiera, como se barajó, fue adoptada a las 10.30 horas por Donostiako Festak y puso fin a muchas horas de nervios y preocupación, tanto de los protagonistas, como de los padres y madres y decenas de voluntarios que ayudan a cada compañía en su organización.
Tras una noche atacada por los elementos, con ramas caídas y contenedores de basura aparecidos fuera de lugar, la tropa musical aietearra se dirigió en autobuses a Alderdi Eder. Y apareció el sol
Y el tiempo aguantó y, de modo intermitente, aparecían restos de sol detrás de un cielo amenazante que, media hora después, no tuvo piedad y se despachó a gusto sobre Donostia.
Hasta entonces, las distintas compañías lucían sus trajes sin plastificar, pero tras comprobar que la llovizna se transformaba en chaparrón, muchos responsables de centros escolares sacaron de la chistera plásticos transparentes para proteger, malamente, a los pequeños.
La chaparrada, hacia las 13.00 la lluvia se suavizó y chavales y familia pudieron finalizar su fiesta con mayor comodidad.