El ser humano no solo sueña en solitario. También hay sueños colectivos que nos atañen a todos. Esos sueños nos pintan el cuadro de un mundo libre, feliz, redimido del sufrimiento.
Cuando leemos “El jardín de los Finzi-Contini” del escritor italiano Giorgio Bassani nos sentimos parte de su ficción, de su arte y aspiramos con él, a ese mundo donde poesía, prosa y pintura se fusionan -vale decir cine y literatura- en un arte único. De eso van (al menos para algunos) las tertulias y los cine-forum en Aiete. Estos reunidos vemos en la literatura y el cine una alternativa, al menos en ese breve momento, a la triste realidad de nuestro tiempo. Y podemos tener la ilusión de Bassani “All lost, nothing los” (Cuando todo está perdido, nada está perdido)
El pasado viernes vimos una película, durísima, de un realismo sucio, la emigración en masa de un pueblo, el albano, a un territorio PIGS -cerdo en inglés- Italia, y se nos abrió el alma en canal. Bassani nos llevó al cielo de la esperanza, Gianni Amelio al infierno de la dignidad.