Entendemos que este derribo se hará respetando lo que unánimemente se comentó en la reunión celebrada hace unos días en la casa de cultura de Aiete. En ella propusimos condicionar la autorización de los trabajos de arruinar el histórico baserri a tener el proyecto (o, al menos, un estudio previo) de las condiciones en que quedará el espacio resultante. Probablemente las condiciones del caserío fueran peores de las que se expusieron en la citada reunión y la decisión de tirar el caserío se haya precipitado.
Si el derribo del caserío respeta esos acuerdos, el espacio no queda reducido a una pura ruina y la nueva plaza se construye en torno al espacio simbólico del caserío, el nuevo proyecto (o estudio) debería estar consensuado entre el Ayuntamiento, paisajistas, expertos, artistas y la representantes de los vecinos (Lantxabe).
No tenemos ninguna información, nada nos ha comunicado el ayuntamiento de la incitativa de llevar la piqueta hasta el caserío de Ayete, cumpliéndose una vez más el carácter instrumental con que nos ven desde este, y desde los anteriores ayuntamientos, a las asociaciones de vecinos y a los ciudadanos organizados, que en este caso hemos velado por el mantenimiento de los equipamientos culturales del barrio; pero si se elimina todo vestigio del baserri, una vez más, haciendo de su capa un sayo, este ayuntan¡miento como los anteriores, habrá defraudado a la opinión pública de Aiete, donostiarra y a la voluntad popular