El 31,43% es la pérdida de espectadores para las artes escénicas desde que el Gobierno de nuestro país decidió subir el IVA. El periodo analizado solo abarca cuatro meses, desde el mes de septiembre, fecha en que entró en vigor la subida, hasta el mes de diciembre.
Según los datos facilitados por el sector del teatro y la danza, las ventas on-line y los informes de la Sociedad General de Autores, se concluye que se han dejado de ingresar más de 33 millones de euros, es decir, un 32,98% de la recaudación neta. Y el Estado, lejos de conseguir una mayor recaudación fiscal, ha empeorado su tabla de ingresos y ha contribuido a que se pierdan casi 600 puestos de trabajos directos y, en consecuencia, haya disminuido la aportación a la Seguridad Social en casi tres millones de euros.
Las consecuencias de la subida del IVA han resultado desastrosas: destrucción de la oferta y el consumo, reducción de la producción escénica, descenso de los ingresos y un serio empobrecimiento del nivel cultural y competitivo de las carteleras, imposibilitando la movilidad de espectáculos y artistas.
Cuando se anunció la subida del IVA -ver entrada de 4 de agosto- advertíamos que “desde el punto de vista económico, la subida del IVA para la cultura puede suponer un duro golpe para un sector que, como muchos otros, sufre doblemente la crisis como consecuencia del descenso del consumo y de los recortes del gasto público, que inciden directamente sobre las subvenciones, que además han caído en picado”.
Y opinábamos que “subir el IVA a la cultura hasta el tope máximo, poner el IVA en la cultura por encima de cualquier otro país europeo, forma parte de la ofensiva de la derechona española por amordazar a las voces creativas, forma parte de las corrientes reaccionarias que en el mundo han sido para producir analfabetos y clónicos que repitan como papagallos las clichés del poder sea político, económico y mediático”.
“Una sociedad que no produce arte, cultura y pensamiento es una sociedad empobrecida”
“La cultura constituye un derecho y una necesidad vital para la sociedad que todo Estado debe amparar”.
Hoy en día la respuesta a esta pregunta está más clara que hace unos años, aunque hay que reconocer que se trata de una respuesta desesperada y vencida: llamamos arte a todo. A todo aquello que salga originalmente de mano humana, sea susceptible de ser expuesto y vendido, y no sirva nada más que para mirarlo. Nueva definición del arte.
Si eres asiduo de Twitter te habrás encontrado alguna vez con algún tuit conformado por varios caracteres que formaban un dibujo. Bien. Quizás no lo sabías, pero estabas ante una muestra de “tweet art”.
Los argentinos, siempre al quite de lo más nuevo, han introducido este año en su festival de arte urbano (el Puma Urban Art, que se celebrará el próximo 4 y 5 de mayo en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires) un concurso de “tweet art”. La convocatoria está abierta a cualquiera que esté dispuesto a crear “algo” con tipografía y en 140 caracteres. Las piezas ganadoras serán expuestas durante el festival.
Podría llamarse ingenio, chiste, guiño…, pero no, se le llama “art”. Quizá para darle empaque, o estatus artístico, hay quien se ha referido a estos tuits como grafitis on-line, pero la equivalencia es difícil de percibir. Existe un libro titulado Buenos Aires Street Art, editado por Textura Dos, que recoge fotografías de murales increíbles en la capital argentina, verdaderas obras de arte en la calle. Mirándolo, uno se pregunta ¿qué tiene esto que ver con ^_^ O_O :-)? La respuesta es la misma que planteamos al principio: arte es todo. Aunque sea un chicle para los ojos 🙁