En el Bosque de Miramon aparte del robledal mixto podemos encontrar algunas especies como la aliseda ribereña, que está protegida en toda la Unión Europea. De esa misma categoría son también los sistemas de agua dulce que atraviesan la zona; las regatas y charcas, que permiten el asentamiento de especies acuáticas y anfibias, tanto de fauna como de flora.
La combinación de hábitats boscosos y acuáticos aumenta, además, el potencial del sistema para albergar especies, y a pesar de la difícil situación en la que está el Bosque -limitaciones del lugar y su condición de “isla” por culpa de la autopista- es capaz de albergar un ave tan rara como el pico menor, y en cualquier caso el silencio del Bosque siempre viene acompañada de las soñadoras sinfonías de los pájaros. A ello habría que añadirle los mamíferos de tamaño medio, erizos, entre ellos, cuyas crías se suelen comer algunos perros, cuyos dueños están obligados a vigilar.
Gracias a la situación periférica de Miramon en la ciudad, y a sus elevadas pendientes, se ha podido desarrollar un sistema boscoso seminatural, que ahora tenemos la oportunidad de conservar, aunque partimos de una estructura pobre, a la que que le faltan no solo árboles de distintas edades y estados, sino el estrato arbustivo entero, en gran parte de su superficie.
Desde luego se ha de cambiar la gestión del Bosque y este es el reto que tenemos por delante