La idea que planteamos se centra en la construcción de un nuevo edificio que respete las señas básicas de identidad de su predecesor, tanto arquitectónicamente como en lo que hace referencia a su dedicación.
Así, se propone la reconstrucción de un caserío de 3 plantas en el que desarrollar dos ejes de actividad plenamente enraizados en lo que suponía el antiguo caserío Munto.
Por un lado, se recuperaría el espíritu de merendero/sidrería mediante dos actividades plenamente compatibles:
-Una Sociedad Gastronómica Abierta (sin socios), a la que cualquier ciudadano pudiera acceder previa reserva;
-Y un espacio más puramente hostelero, centrado lo más posible en la cultura sidrera de Donostialdea; en Munto existió uno de los últimos tolares de Donostia. Se piensa en algo similar a un bar abierto al público, pero con una amplia representación de las distintas sidras producidas en la comarca, presentando al público a sus productores, ubicaciones, temporadas, etc. Lo que se podría definir como una Sagardo-Etxea.
Estas actividades de carácter gastronómico se ubicarían en la planta baja del caserío y contarían con una pequeña parcela a cielo abierto, recordando al viejo merendero.
El segundo eje de actividad del nuevo Munto se centraría en la creación de un espacio cultural dedicado a la reconstrucción y revisión histórica de los caseríos significativos de Donostia, explicando las diversas actividades que se desarrollaban en ellos (gaztagintza, sagargintza, esnegintza…), pudiendo mostrar reproducciones a escala de los caseríos más significativos, fotografías, planos, explicaciones didácticas, etc. Se prestaría especial atención a los caseríos que existieron en la zona de Aiete.
Esta actividad museística se desarrollaría en las dos plantas superiores del edificio.
Creemos que la combinación de lo gastronómico y la muestra de esa parte tan importante de nuestra cultura -la arquitectura y actividad del caserío-, casan perfectamente con lo que fue el antiguo Munto; la ubicación de la finca, muy cercana a varios colegios, así como al Palacio de Aiete y su Centro cultural, hacen creer que ambas actividades podrían desarrollarse con éxito y constituir un nuevo punto de encuentro y reclamo turístico para donostiarras y visitantes.