Katxola y el anfiteatro-frontón entrada principal al Bosque de Miramón

La zona de Katxola y el anfiteatro-frontón se impone como una de las entradas principales al Bosque de Miramón. De un lado desde el plano físico, por la cercanía a la comunidad de vecinos de Aiete y su proximidad a las viviendas de la zona, además de por presentar una serie de dotaciones que ya son utilizadas por los vecinos y que dan buena muestra del carácter propio de la zona en éstos momentos. Por otro lado, desde el punto de vista más conceptual, nos parece que la presencia del caserío Katxola, una muestra viva de uno de los pocos edificios de todo el parque previo a muchas de las actividades que se han desarrollado en el Bosque, y desde luego previo a la creación del parque tecnológico, supone un vínculo etnográfico muy importante, y es una buena muestra del activo pasado que presenta la zona.

Por ello nos parece que éste elemento-concepto es de suma importancia en la zona, y que desde luego hay que potenciarlo y ponerlo en valor para reforzar la personalidad de la zona y por ende del Bosque entero.

Las actividades agrícolas con las que se relaciona el caserío son una transición

entre un bosque primigéneo, sin antropización alguna, y la modificación hecha por la mano del hombre hasta alcanzar el nivel de asepsia y urbanismo de las calles y carreteras lindantes con el Bosque de Miramón. La actividad hortofrutícola llevada a cabo por el hombre en los caseríos, se podría considerar una relación de convivencia y sometimiento a su vez para con la naturaleza silvestre, entendiendo así que supone un estadío intermedio en las relaciones hombre-Bosque.

Apoyándonos en las recientes actividades agrarias relacionadas con la manzana y la sidra llevadas a cabo por la asociación de vecinos en Katxola, y poniendo en valor el alto de grado de implicación de los mismos en el caserío y el gran arraigo del mismo en el imaginario colectivo, proponemos implantar un inexistente bosquete de manzanos de variedades distintas, todas autóctonas de regia raigambre en la zona, para poder establecer un ciclo completo de trabajo en el caserío y abrir así al público una actividad que si bien es conocida por muchos, resulta difícil de practicar en un entorno urbano.

Las laderas lindantes con el caserio Katxola, tanto al sureste como al noroeste

se presentan propicias para el fin que nos proponemos, además de ofrecer a los vecinos de la zona un parque urbano de estética bien diferenciada a los habituales jardines escenario presentes en la zona (parque de Aiete entre otros).

Su orografía y su orientación no presentan complicaciones para éste fin, y el conjunto aportará ese carácter de elemento de transición que buscamos en una frontera muy marcada entre el bosque preexistente y las casas y chalets lindantes con el parque en ésta zona urbanizada. A su vez la pantalla vegetal que van a crear los manzanos, servirá para atenuar, junto con la serie de especies perennes existentes, los ruidos de la cercana N-1.

La propuesta elegida para las laderas de Katxola buscará solucionar un problema existente ahora referente a la pérdida de visuales más que interesantes desde la terraza adyacente al caserío y que se abren a todo el conjunto de las torres de Arbide, el Kutxaespacio y el BCC, además de una evocadora vista del valle del la erreka Pakea. Proponemos abrir una serie de ventanas en la vegetación que enfoquen directamente hacia las visuales elegidas, para establecer así referencias y ubicaciones espaciales.

Las variedades elegidas para la plantación buscarán compendiar las antiguas destinadas para sidra, junto con un buen muestrario de las muchas manzanas de mesa presentes en nuestro pasado agrario.