Se podía haber puesto un título mucho más expresivo y, quizás, acertado: Aiete queda fuera del mapa de Donostia
Adjuntamos el plano municipal de la red peatonal, obtenido de la página web del ayuntamiento (donostia.org).
El plano es muy significativo de cómo se ve el barrio desde el ayuntamiento. Una comunidad de más de 15.000 vecinos, carece de relevancia para ellos. De hecho se olvidan, a todos los efectos, del “Bosque de Miramón”, ni siquiera aparece en el plano y por supuesto no se cuenta entre uno de los itinerarios mejor dotados para el paseo peatonal y de montaña.
En la señaléctica que adjuntamos en esta misma web, se puede observar que para el gobierno municipal en Aiete no existen “itenerarios peatonales”, (por supuesto “ni entre opuentes”, ni “costeros”), ni escaleras mecánicas, ni ascensores, ni calles peatonales, ni ambulatorio…
Tenemos, sí, “itinerarios por parque urbanos” (los de los jardines de Aiete) y Casa de Cultura, Piscinas y pistas de padel.
La gente de Aiete reclama esos derechos primarios de ciudadanía, lo viene haciendo desde hace años.
Siguiendo con el mapa peatonal, en la mencionada pág web se afirma que “Somos ya mayoría los donostiarras que nos desplazamos por nuestra ciudad caminado, representando el 43% de la población total. Por ello, consideramos que es importante destacar la figura del peatón como protagonista principal de la ciudad”.
Y este principio fue el que nos guió para exigir los planes de seguridad vial y movilidad de calidad en el barrio, que algunos denostaron entonces, incluso desde voces de prensa autorizadas, diciendo que el paseo de Aiete era una carretera y no deberían ponerse trabas a la velocidad. Hoy, a la chita callando, han quitado los obstáculos y desde el gobierno municipal ni siquiera se contesta a nuestra demanda de poner un semáforo de botón en Munto Berri.
En la web se termina diciendo “Son de sobra conocidos los numerosos beneficios que reporta el caminar. Aparte de ser un deporte sano y económico, favorece la socialización y ayuda a combatir el estrés. Sin embargo, desplazarse caminando no sólo favorece al propio peatón sino también al conjunto de la sociedad, ya que permite ahorrar inversiones en infraestructuras, favorece una imagen de ciudad más viva y a escala humana, no emite gases contaminantes y además es un medio silencioso”. Además se debe tener en cuenta que el peatón es el usuario más débil de la vía pública.
Y de esos beneficios se excluyen a los vecinos de Aiete, simplemente porque han elegido vivir en un barrio de la periferia de la ciudad.
Tenemos tanto derecho como cualquiera a nuestro ambulatorio, a nuestros pasos peatonales y semáforos, a nuestros ascensores, a nuestras calles peatonales, a la moderación de la velocidad, bidegorris y zonas 30.
¡Tenemos derecho!