Reducir, reutilizar, reciclar.
La selección de los residuos urbanos, su distribucción en los diversos contenedores (verde, marrón, amarillo, etc) es una escuela de ciudadanía propia de nuestro siglo. Esa fue la motivación para de Lantxabe para lanzar aquella campaña de sensibilización y consulta ahora hace tres años (Por ciero son de las páginas más visitadas en esta web)
El trato que a esta tarea le dan los grupos concejales y la propia diputación foral es de una gran superfialidad, pensando sólo, y como siempre, en los réditos electorales que les pueden dar sus escenificaciones teatrales y hasta donde pueden llegar en cada manipulación que protagonizan, porque en cuanto a las acciones concretas, en genral, en todos los campos, brillan por su ausencia.
(¡Qué bien les viene la crisis de ingresos, están en ella como pez en el agua, es la escusa para seguir sin hacer nada!)
Debe ser cierto que existe una ciudadanía menor de edad para que tantos electos se apoyen tanto en este segmento de la población, pero lo cierto es que lo que dice Marian Fontan tiene plena vigencia y es clave para sentar las bases no sólo de un modelo de recogida de residuos urbanos, sino tambien de sistema productivo.