FAGOR ama da. Honela definitu zuen atzo Ainhoa Larrañagak, Mondragon Unibertsitateko irakasle, zuzenbide kooperatiboan doktore eta formazio kooperatiboan adituak, Fagor Etxetresnak kooperatiba, hartzekodunen konkurtso legera jo zuela jakin zenean. Fagor ama da eta ama oso larri dago.
La anunciada proliferación de expertos al socaire de la debacle de Fagor obliga a pasar los apuntes a limpio. Y el primer punto se refiere a que el libre mercado que encumbró a la cooperativa de Arrasate es el mismo que ahora le ha hundido en el pozo. Esto equivale a recordar otra obviedad y es que el éxito de Fagor se edificó sobre el fracaso de otras empresas del sector, dado que este sistema económico, se basa en la supervivencia de los más aptos y el resto es atrezzo para esa feria de disfraces en el que se ha convertido el discurso dominante. (La ideología dominante es la ideología de la clase dominante, K. Marx)
Esta aptitud no tiene por qué cifrarse exclusivamente en la fabricación de los mejores productos para su venta a los mejores precios, sino que también puede apelar a la capacidad para situarse correctamente en el complejo entramado económico-institucional. Por ejemplo -y no me refiero a Fagor-, si la adminstración construye 3.000 pisos de VPO, alguna empresa deberá suministrar otros tantos frigoríficos, calentadores de agua, placas de inducción y lavadoras. La firma afortunada lo será en detrimento de sus competidoras. Por la misma lógica, si dejan de construirse viviendas, caerá la demanda de equipamientos para el hogar.
Volviendo a Fagor y a la implacable lógica de los principios económicos que rigen el funcionamiento del mercado, convendrá asumir si en algún momento alguien hizo las cosas bien y tomó las decisiones correctas, en algún otro de su abultada historia hubo quien las hizo mal y erró estrepitosamente. Porque el frigorífico no ha sido sustituido por un ingenio aún más avanzado que lo haya sumido en la obsolescencia. Ahora mismo, alguien está acumulando los beneficios que obtiene mediante la fabricación y venta de este electrodoméstico. Estos colapsos dejan a su paso dos fenómenos: el asombro por su doble condición de enfermedad silente y fulminante, y la maraña que desemboca en la ausencia de responsabilidades concretas. ¿Por qué cuatro años de pérdidas han bastado para dar al traste con un proyecto de sesenta?.
¿Puede que detrás de la ruina de Fagor esté la ruina del actual sistema político-social y económico, o al revés?
Aquel calentador de butano que de niño me parecía un dragón; giraba una y otra vez el grifo rojo para contemplar, maravillado, la llamarada. El frigorífico Edesa que funcionaba a 125 y que con un transformador antediluviano encima y ni sé cuántas capas de pintura plástica aguantó hasta que terminé la universidad. La primera lavadora superautomática que guarda mi memoria, aunque fuera en la casa de una vecina porque en la mía no había posibles para esos lujos. Una gorra que decían que había llevado Txomin Perurena clavada con chinchetas en la grasienta pared de un bar de barrio… Fagor no es solo la enésima empresa que se va a pique dejando a verlas venir a miles de trabajadores. Es, además, un trozo de la historia sentimental de las generaciones que asistimos a la entrada en las casas de comodidades impensables para nuestros abuelos y a los albores de lo que luego supimos que se llamaba consumismo. Y, de propina, cuando tuvimos edad para comprender la diferencia entre una compañía convencional y una cooperativa, el descubrimiento de que había otro modo de salir al mercado y triunfar.
Seguramente por todo ese bagaje vital, cuando hace unos meses empezamos a recibir noticias sobre las dificultades que atravesaba, dimos por supuesto que se encontraría cómo volver a levantar cabeza. ¿No se habían sorteado antes tres, cuatro, cinco crisis? Pues esta, también. Pero hoy los titulares demuestran que estábamos equivocados, al tiempo que nos hacen poner en barbecho algunos de los principios básicos que nos dan a comer como potitos de un tiempo a esta parte. Por lo visto, no siempre es mano de santo lo de la inversión en I+D, la internacionalización ni la competitividad obtenida tocando las nóminas. Hay ocasiones -y esto debería servir de enseñanza para todo tipo de empresas y trabajadores, por doloroso e injusto que suene- en las que hacer las cosas bien no garantiza el futuro.
Lo que al principio era una manera de sacar una empresa adelante entre todos a base de achuchar en la época de vacas flacas, se ha convertido (también en las c…ooperativas que ganan dinero) en jóvenes acomodados que saben que hagan o no hagan, rompan o no rompan, produzcan o no produzcan, hagan bien que hagan mal, a fin de mes van a cobrar igual-igual, son intocables y el índice no se lo bajan ni con aceite hirviendo, y es lo que ha llevado a esta situación: gente (familias enteras) confiadas en que la gallina de los wevos de oro seguiría dando dividendos, pintxo-poteo, furgoneteo, hazte un peta que me hago otro, casita en Zarauz al Euribor+0% de interés, y cuando las lavadoras o frigoríficos no sean rentables ya vendrá la cooperativa de al lado a darnos dinero. Sí pero, ¿hasta cuándo? Hace más de 10 años que se hablaba de que Electrodomésticos no era rentable. No hay mayor ciego que el que no quiere ver. Si el primer año que Fagor Electrodomésticos perdió dinero los socios-de-trabajo hubieran puesto del bolsillo el montante de la pérdida, para el tercer año o los directivos estaban colgados de un árbol o ya habían dejado de fabricar lavadoras al doble de precio (y a la mitad de calidad) que el txinito de turno.
Aún no he visto las fotos de los directivos (o miembros del Consejo Rector) que mediante mentiras, engaños, secretismos y grandezas de “jugar a empresarios” han llevado la deuda a unos valores multimillonarios que casi hay que poner bote en Maritxus para pagar al jardinero. A quién se le ocurrió la Bilbainada de crecer-crecer-crecer, ¿a cualquier precio y en cualquier dirección o mercado? Si un año que ganas 16 millones de euros (que no es poco) compras una fábrica francesa que te cuesta 160 millones de euros, no vale hacer cálculos y decir: “en 10 años lo tenemos pagado”. Es como comprarse un Ferrari a plazos (a pagarlo en 10 años) y siniestrarlo al de 15 días y tenerlo a terceros. No salen las cuentas.
Ahora, que ya es tarde, la gente se sube por las paredes cuando se les dice que cada socio deberá pagar 100.000 euros para poder hacer frente a pérdidas y deudas. Y Urkullu diciendo que hay un vacío legal que dice que liquidando (malvendiendo) la empresa se puede pagar la deuda. Sí, pero y si el txinito-comprador (que tampoco es tonto) te dice que aunque la empresa entera valga 1000 millones de euros, (suficiente para liquidar deudas) ahora no vale más de 200 millones, y el resto del agujero lo paguemos entre todos l@s vasc@s? Si la deuda es con hacia los proveedores, en otro país puede ser un problema gordo, pero si la deuda es con un banco, o es primo-hermano tuyo y se hace el despistado y mira hacia otro lado (Caja Laboral) o aunque escondas durante 4 meses (o los últimos 10 años) la cabeza debajo de la tierra el tiempo sigue pasando y a la deuda inicial se le suman los intereses.
Me entra la risa cuando aparece gente medio llorando pidiendo que les devuelvan las aportaciones voluntarias, según ellos los ahorros de toda la vida. Sí, vale, pero que cuenten para qué se utiliza ese dinero (y en qué han malgastado o reinvertido los intereses bien jugosoos que han sacado de ese dinero): si un Banco o Caja de Ahorros da un 3% de interés al plazo fijo, y la cooperativa (que necesita liquidez) te da un 7,75% (porque a la empresa un Banco le deja un préstamo al 10% por ejemplo), la operación es un txollo para la empresa, pero esque el cooperativista ESTÁ ROBANDO a su propia empresa, pidiéndole unos intereses mayores que lo que realmente vale ese dinero, y la operación se satura y explota. En resumen, en las aportaciones voluntarias los cooperativistas se han aprovechado, se han reído, le han robado, se han enriquecido a cuenta de la cooperativa, y ahora lloran. Lo ideal (que con el tiempo llegará) hubiera sido que en vez de meter los ahorros en Banco Popular o en Banco Espíritu Santo al 3%, los cooperativistas “presten” su dinero a la cooperativa al mismo precio (Euribor+2 por ejemplo?) que los plazos fijos del mercado, así la cooperativa gana y el cooperativista no pierde. Teniendo en cuenta que la mayoría de los cooperativistas han tenido y tienen hipotecas ventajosas (a un irrisorio Euribor+0%) y que las aportaciones voluntarias (otras como preferentes) daban unos intereses del 5 ó 7,75% quiere decir que esos socios se han estado enriqueciendo a cuenta del sistema cooperativista, y ahora les da miedo que se acabe el negocio.
Y ahora, los políticos “quedabién” diciendo tonterías de que hay que inyectar dinero público. Sí, claro, y todas las Sociedades Anónimas que se han cerrado, ¿por qué eran menos que esta cooperativa que está en quiebra tecnológica y financiera? Y los sindicatos que no pintan nada en esta película, diciendo barbaridades del sistema ccooperativo. Bastante tienen con conseguir unos convenios del metal dignos como para meterse en historias que no les salpica.
Por otro lado, algún socio-“funcionario” se acuerda de los más de 2000 eventuales que se van a la calle en todo el Grupo Fagor (los becarios-proyectistas no tendrán ni paro porque ni cotizaban), o solo les preocupa dónde les van a rehubicar, si sus ahorros (aportaciones voluntarias) van a ir a fondo perdido, o si podrán volver a enchufar a sus hijos en la cooperativa? Porque, las cooperativas, el valle entero, se va a saturar con 1200 socios-fijos-fiuncionarios-deporvida que se van a “comer” el trabajo de jóvenes que acaben de estudiar tanto FP como Infgenierías para los próximos 10-15 años. Es esto bueno para la cooperativa, para el Debagoiena y para el resto del sistema cooperativo? O un boom tan grande tensa tanto la cuerda que MCC deja de tener sentido, y que cada cooperativa se busque la vida hasta que le llegue el día de cerrar?
Son comentarios que he oido más de una vez: que con el sistema de meter a un hijo como socio cuando se jubila el padre, lo que hacían era meter al hijo “tonto”, enchufarlo porque no valía para nada, y el hijo “listo” ya se buscará la vida. Así las cooperativas se han llenado de jóvenes egoistas, acomodados y que muchos de ellos van fumados y bebidos a trabajar y así van las cosas.
Lo más fácil es decir que si se cierra totalmente Fagor Electrodomésticos los siguientes serían Lagun Aro y Caja Laboral. Sí, claro, y la abuela fuma. Si Lagun Aro tiene paro de 1200 socios SOLO para 4 meses es porque ni en sus peores sueños había calculado que ese supuesto paro idealista lo iba a tener que utilizar alguna vez. Que viene el lobooo, que viene el lobooo, y cuando viene la casa hecha de paja. Y la única manera de cerrar Caja Laboral es obligándole a donar dinero a cooperativas al borde de la quiebra, simplemente por patriotismo y sentimentalismo.
La solución es bien clara y fácil: cambiar la ley de cooperativas, que a partir de ahora ya nadie sea fijo, y que para seguir trabajando haya que ganarse el puesto y valer. El resto (exdirectivos incluidos), una huerta y a sobrevivir.
Con Fagor Electrodomésticos, ya están algunos “vivos” autorehubicándose antes de que les manden a Irun o a Tudela, haciendo entrevistas para ir a otras cooperativas (del Grupo Fagor o no), porque ya han calculado que los puestos “buenos” en el resto de cooperativas se van a acabar pronto. Y ahora, como siempre, el responsable de Recursos Humanos de turno, meterá a su familiar o amigo en este o aquel puesto, y el resto llegará tarde.
Plan B: todos, todos, todos, todo el valle, todos los cooperativistas, todo el país, todo el continente, a trabajar 6 horas al día (de 8 a 14, ó a 2 relevos de 8 a 14 y de 14 a 20h), cobrando el 75%, y donde antes trabajaban 3 personas a 8 horas cada uno ahora que trabajen 4 a 6 horas cada uno. Se crea empleo, damos trabajo (y de comer a nuestros familiares e hij@s en paro), se reparte la riqueza, y sobre todo se consigue eso que no se compra con dinero: tiempo libre. Estamos dispuestos a bajarnos los pantalones, rebajarnos el sueldo un 25% para que el vecino pueda trabajar (y llevarse un trozo de pan a la boca)? Pero todos, los de índice 1,5 como el de índice 6.
Si los gobiernos, los ayuntamientos, los gastos militares, la iglesia, todo está inflado y despilfarrando dinero-riqueza, también las cooperativas están infladas, con innumerables directivos con índices desorbitados, que si la cagan en una parte son trasladados a otro sitio con el mismo índice y hasta que se jubile a robar.
Si Jose Maria Arizmendiarrieta levantara la cabeza…
Los 230 trabajadores de Edesa, que permanecen encerrados en las instalaciones de la fábrica, fueron siniestramente engañados por el fatuo José Luis Bilbao cuando dijo que había llegado a un acuerdo con los responsables de Fagor para apartar a Edesa del concurso de acreedores a cambio de conceder tres millones de euros en avales. Y lo hizo en plena asamblea de trabajadores.
Los aplausos de estos a las palabras del DG, diciendo que sacaba a Edesa de la crisis de Fagor, fueron poco edificantes, cuando menos.
Hoy se les ha visto llorar.
Muchas cosas estamos aprendiendo, quizás “el régimen” no debería frotarse las manos porque todo le salga bien.
Raton Marga
Fagor era noticia junto a Eroski desde hace bastante tiempo, pero Fagor lo está siendo en especial más últimamente por el miedo a la pérdida de un buen número de puestos de trabajo de forma directa y otros indirecta. Toda esa gente afectada o en riesgo de serlo, tiene todo el derecho del mundo de quejarse y pedir soluciones a su situación.
La prensa en general habla mucho de ello, pero hay otro sector de gente, que sin quererlo ni beberlo se ha encontrado en una situación igualmente injusta y problemática, me refiero a aquellas personas que un día determinado decidieron hacerse con aportaciones de Fagor (yo soy uno de ellos) por consejo y engaño de unos asesores de Caja Laboral Popular, en su momento, Laboral Kutxa actualmente.
Tengo casi 59 años de edad, 38 años cotizados a la S.Social después de trabajar en cuatro empresas diferentes. Después de cobrar una compensación de cierta importancia en una de ellas, me «asesoraron» en Laboral Kutxa comprar acciones de Telefónica. Tras unos años (no muchos) perdí un porcentaje de mi inversión (sabía que podía ocurrir porque La Bolsa es así) por lo que decidí cambiar de sitio mis ahorros y volví a solicitar asesoramiento a la misma entidad, no sin antes recordarles que no quería riesgos.
Tras ponérmelo todo muy bonito me dijeron que la mejor opción era comprar ‘Aportaciones Fagor’ porque me daban unos intereses anuales garantizados y podía recuperar mi dinero en cualquier momento de forma total. Cual es mi sorpresa que el pasado verano de 2012 la información sobre mis fondos dio un vuelco tal que me encontré con que no tenía todo mi capital ahorrado, sino que era casi la mitad. Tras los últimos acontecimientos ese fondo es el 10% de lo que ingresé. Mis ahorros a la puñetera basura, por no decir otra cosa que suena peor y es poco decoroso.
Toda la prensa habla de los trabajadores y de su futuro, yo soy un trabajador como ellos y en este momento inmerso en un ERE que me convierte en casi un mileurista, pero nadie habla en la prensa de mí y de muchos otros en la misma situación. ¿Qué va a hacer el Gobierno Vasco, Fagor Electrodomésticos, Laboral Kutxa, etc. con esta otra situación? Me temo que nada pues parece que no somos ni mediáticos, ni trabajadores con situación precaria, ni nada que se le parezca. Quiero transmitir desde este comentario la necesidad de una solución también para los que sin ser trabajadores de Fagor nos encontramos inmersos en el problema.