El pórtico de la Estación del Norte fue construido en 1906 a instancias del Ayuntamiento para realzar la llegada y salida de los viajeros de la Estación del Norte (1864) frente al puente de María Cristina, inaugurado un año antes. Este elemento lleva pues siendo el referente visual de la estación desde el centro de la ciudad desde hace más de un siglo. Fue reformado en 1992. Se hizo un molde con las diferentes piezas ornamentales y se construyó una única pieza de hormigón. Los pilares originales se llevaron a un taller donde se vaciaron por dentro para funcionar como encofrado de un bloque de hormigón.
El Plan Especial de Renovación Urbana de la Estación de Autobuses Intermodal de Atotxa que, en su punto 3.5 dedicado a las edificaciones que con las obras quedarían fuera de ordenación, dice: «El pórtico existente deberá ser desmontado y vuelto a colocar en la zona, recuperándolo e integrándolo en el nuevo edificio resultante». Con esta redacción quedan pocas dudas sobre lo que habría que hacer con la denominada ‘puerta de Brandemburgo’. Desmontarla por piezas para luego, tras la obra de la estación de autobuses subterránea, volver a colocarla. Pero esto no parece tan sencillo cuando toda la parte superior del pórtico está construida en una pieza de hormigón.
La UTE encargada de la obra parecía inclinarse el lunes por desmontar algunas piezas, incluso dejar el primero de los arcos intacto, pero pretendía derribar el resto para volver a reconstruirlo después, una vez finalizada la obra. Esto es posible porque se ha digitalizado todo el pórtico y sería factible reconstruirlo de nuevo con otros o los mismos materiales.
La polémica suscitada por los primeros derribos dejó a lo largo del día de ayer a la obra en una situación de impasse. A la espera de una aclaración oficial, desde la obra se indicó que se procedería a desmontar los elementos decorativos de la parte superior del pórtico y después se cortarían los arcos y el entablamento por piezas, para su recolocación posterior. A lo largo de la jornada se pudo ver a varios operarios en la parte superior del pórtico iniciando esta operación de desmontaje de los elementos decorativos. El reloj central se quitó hace unas fechas y se guardó para su instalación futura.
Nadie ha podido despejar es la incógnita de en qué lugar se reconstruirá la puerta de Brandemburgo, una vez construida la estación de autobuses. ¿En la misma ubicación actual? Las dudas no terminan de despejarse porque a futuro está prevista una nueva obra, la de la remodelación de la Estación del Norte para acoger la llegada de la alta velocidad ferroviaria. Una obra de la que se encargará Adif, pero que se encuentra ahora en ‘stand by’. Madrid detuvo hace unos meses el concurso de proyectos ante la nueva replanificación del desarrollo del AVE por los ajustes introducidos por la crisis. Si en la anterior legislatura se había marcado el objetivo de que la ‘Y vasca’ echara a andar en 2016, los recortes parece que retrasarán algunos años esa fecha. Sin embargo, la estación de autobuses estará construida en el otoño de 2015. ¿Se colocará entonces el pórtico de entrada a la Estación del Norte en su actual ubicación?
En efecto, no es la primera vez y ni será la última en que el Ayuntamiento saque la excavadora a pasear y derribe todos los elementos que se interponen en sus planes urbanísticos. Fábricas, mercados, caseríos, teatros, cines, villas, palacios y lo que haga falta, lo que se opnga a sus planes y al furor desarrollista castigando al paisaje. Más allá del valor artístico, hay que poner en valor el significado, su simbolismo, lo que representa en el paisaje o en la historia de los vecinos, así como las posibilidades de conservación con nuevos usos. Nada que no se haga en otros lugares donde no arrojan su patrimonio histórico a la basura sin antes reflexionar sobre la pérdida.
Ricardo Burutaran, hirigintza zinegotziak “harrituta” dagola aitortu du autobus geltoki berriko lanen ondorioz eta Norteko tren geltokiko eraikinak botatzen hasi direnean sortu den “zalaparta” dela eta.
Autobus geltoki berria Atotxan egitea ez zela beraien ideia izan gogorarazi du Burutaranek. “Autobus geltokia Atotxan egitea defendatu zuten haiek ari dira orain kexuka, baina hasiera hasieratik zekiten zer egin behar zen Norteko geltokian, beraiek onartutako proiektua da, beraz, ez dut ulertzen zertara datozen protestak orain”.
Gainera, albiste batekin beste bat estali nahi dutela adierazi du Burutaranek. Bere hitzetan, “1992. urtean hondatu zuten Norteko tren geltokiko ondarea; orain mantendu nahi duten hori itxurakeria besterik ez da. Harriz apaindutako hormigoizko arkupeak eta elementuak dira geltokikoak, eta hori bai, ondare kulturala suntsitzea da. Horregatik, ahal den eta merezi duen guztia mantenduko dugu, eta berreraikitzen dena ondo egingo da, hau da, 1906ko ezaugarriak berreskuratuz, harrizko egiturak berreraikiz”.
Txirritak kantatua: “Modu orretan jarri zuenak Norteko ferrokarrilla, jakinduriya aundiya zuen, entendimentu abilla”. Auskalo zer kantatuko lukeen gaur Donostiako Norteko geltokia botatzen ikusita. Ez dut, ordea, tranpa egin nahi imajinatuz-edo Hernaniko bertsolariak zein adjektibo jarriko liekeen erabakia hartu dutenen jakinduriari eta entendimenduari.
Telebistako irudiak ikusitakoan, “zertan ari dira?” atera zitzaidan. Nostalgia zeraman nire protestak: Norteko estaziotik irten zen estranjeri aldera lehenengoz eraman ninduen trena. Baina protesta ez zen nostalgia hutsak eragina: eraikin baten hormak botatzen diren aldiro, historiaren parte bat botatzen da: eraikinarena; eraikinetik pasatu direnena; eraikinaren eta inguruaren arteko loturarena…
Txirritarena bezala, nire munduko jakinduria ere oso baita “azala” , burutik kendu ezinik nago zer pasatzen ote den halako erabakiak hartzen dituen baten burutik.
Anjel Lertxundi Esnal
Es difícil estos días para los viajeros que entran y salen de la Estación del Norte no girarse para comprobar cómo va el desmontaje del pórtico que desde hace 108 años preside el lugar. La intervención, necesaria para la construcción de la estación de autobuses, ha levantado una fuerte polvareda por lo emblemático de esta construcción, por su protección urbanística en el planeamiento de la ciudad y por las dudas sobre su futura reconstrucción. En unos días, el pórtico habrá desparecido. Ayer fue desmontada toda la crestería, incluida la pieza central donde un reloj de Renfe ha marcado la hora para miles de viajeros en el último siglo.
El pórtico de la Estación del Norte fue construido en 1906 a instancias del Ayuntamiento para realzar la llegada y salida de los viajeros de la Estación del Norte (1864) frente al puente de María Cristina, inaugurado un año antes. Este elemento lleva pues siendo el referente visual de la estación desde el centro de la ciudad desde hace más de un siglo. Fue reformado en 1992. Se hizo un molde con las diferentes piezas ornamentales y se construyó una única pieza de hormigón. Los pilares originales se llevaron a un taller donde se vaciaron por dentro para funcionar como encofrado de un bloque de hormigón.
El Plan Especial de Renovación Urbana de la Estación de Autobuses Intermodal de Atotxa que, en su punto 3.5 dedicado a las edificaciones que con las obras quedarían fuera de ordenación, dice: «El pórtico existente deberá ser desmontado y vuelto a colocar en la zona, recuperándolo e integrándolo en el nuevo edificio resultante». Con esta redacción quedan pocas dudas sobre lo que habría que hacer con la denominada ‘puerta de Brandemburgo’. Desmontarla por piezas para luego, tras la obra de la estación de autobuses subterránea, volver a colocarla. Pero esto no parece tan sencillo cuando toda la parte superior del pórtico está construida en una pieza de hormigón.
La UTE encargada de la obra parecía inclinarse el lunes por desmontar algunas piezas, incluso dejar el primero de los arcos intacto, pero pretendía derribar el resto para volver a reconstruirlo después, una vez finalizada la obra. Esto es posible porque se ha digitalizado todo el pórtico y sería factible reconstruirlo de nuevo con otros o los mismos materiales.
La polémica suscitada por los primeros derribos dejó a lo largo del día de ayer a la obra en una situación de impasse. A la espera de una aclaración oficial, desde la obra se indicó que se procedería a desmontar los elementos decorativos de la parte superior del pórtico y después se cortarían los arcos y el entablamento por piezas, para su recolocación posterior. A lo largo de la jornada se pudo ver a varios operarios en la parte superior del pórtico iniciando esta operación de desmontaje de los elementos decorativos. El reloj central se quitó hace unas fechas y se guardó para su instalación futura.
Nadie ha podido despejar es la incógnita de en qué lugar se reconstruirá la puerta de Brandemburgo, una vez construida la estación de autobuses. ¿En la misma ubicación actual? Las dudas no terminan de despejarse porque a futuro está prevista una nueva obra, la de la remodelación de la Estación del Norte para acoger la llegada de la alta velocidad ferroviaria. Una obra de la que se encargará Adif, pero que se encuentra ahora en ‘stand by’. Madrid detuvo hace unos meses el concurso de proyectos ante la nueva replanificación del desarrollo del AVE por los ajustes introducidos por la crisis. Si en la anterior legislatura se había marcado el objetivo de que la ‘Y vasca’ echara a andar en 2016, los recortes parece que retrasarán algunos años esa fecha. Sin embargo, la estación de autobuses estará construida en el otoño de 2015. ¿Se colocará entonces el pórtico de entrada a la Estación del Norte en su actual ubicación?
En efecto, no es la primera vez y ni será la última en que el Ayuntamiento saque la excavadora a pasear y derribe todos los elementos que se interponen en sus planes urbanísticos. Fábricas, mercados, caseríos, teatros, cines, villas, palacios y lo que haga falta, lo que se opnga a sus planes y al furor desarrollista castigando al paisaje. Más allá del valor artístico, hay que poner en valor el significado, su simbolismo, lo que representa en el paisaje o en la historia de los vecinos, así como las posibilidades de conservación con nuevos usos. Nada que no se haga en otros lugares donde no arrojan su patrimonio histórico a la basura sin antes reflexionar sobre la pérdida.
Ricardo Burutaran, hirigintza zinegotziak “harrituta” dagola aitortu du autobus geltoki berriko lanen ondorioz eta Norteko tren geltokiko eraikinak botatzen hasi direnean sortu den “zalaparta” dela eta.
Autobus geltoki berria Atotxan egitea ez zela beraien ideia izan gogorarazi du Burutaranek. “Autobus geltokia Atotxan egitea defendatu zuten haiek ari dira orain kexuka, baina hasiera hasieratik zekiten zer egin behar zen Norteko geltokian, beraiek onartutako proiektua da, beraz, ez dut ulertzen zertara datozen protestak orain”.
Gainera, albiste batekin beste bat estali nahi dutela adierazi du Burutaranek. Bere hitzetan, “1992. urtean hondatu zuten Norteko tren geltokiko ondarea; orain mantendu nahi duten hori itxurakeria besterik ez da. Harriz apaindutako hormigoizko arkupeak eta elementuak dira geltokikoak, eta hori bai, ondare kulturala suntsitzea da. Horregatik, ahal den eta merezi duen guztia mantenduko dugu, eta berreraikitzen dena ondo egingo da, hau da, 1906ko ezaugarriak berreskuratuz, harrizko egiturak berreraikiz”.
Txirritak kantatua: “Modu orretan jarri zuenak Norteko ferrokarrilla, jakinduriya aundiya zuen, entendimentu abilla”. Auskalo zer kantatuko lukeen gaur Donostiako Norteko geltokia botatzen ikusita. Ez dut, ordea, tranpa egin nahi imajinatuz-edo Hernaniko bertsolariak zein adjektibo jarriko liekeen erabakia hartu dutenen jakinduriari eta entendimenduari.
Telebistako irudiak ikusitakoan, “zertan ari dira?” atera zitzaidan. Nostalgia zeraman nire protestak: Norteko estaziotik irten zen estranjeri aldera lehenengoz eraman ninduen trena. Baina protesta ez zen nostalgia hutsak eragina: eraikin baten hormak botatzen diren aldiro, historiaren parte bat botatzen da: eraikinarena; eraikinetik pasatu direnena; eraikinaren eta inguruaren arteko loturarena…
Txirritarena bezala, nire munduko jakinduria ere oso baita “azala” , burutik kendu ezinik nago zer pasatzen ote den halako erabakiak hartzen dituen baten burutik.
Anjel Lertxundi Esnal
Es difícil estos días para los viajeros que entran y salen de la Estación del Norte no girarse para comprobar cómo va el desmontaje del pórtico que desde hace 108 años preside el lugar. La intervención, necesaria para la construcción de la estación de autobuses, ha levantado una fuerte polvareda por lo emblemático de esta construcción, por su protección urbanística en el planeamiento de la ciudad y por las dudas sobre su futura reconstrucción. En unos días, el pórtico habrá desparecido. Ayer fue desmontada toda la crestería, incluida la pieza central donde un reloj de Renfe ha marcado la hora para miles de viajeros en el último siglo.