Los 8.190.000 euros no van a la basura, sino a UTE-Gipuzkoa*

incineradora dLa Diputación de Gipuzkoa y las empresas que en su día ganaron el concurso para la construcción de la incineradora de residuos del territorio han llegado a un acuerdo sobre las indemnizaciones a abonar por la no ejecución de las obras. Serán 8.190.000 euros con los que el Consorcio de Residuos deberá indemnizar a las empresas adjudicatarias de las obras, según han explicado el gerente de las constructoras Karmelo Aguas y la presidenta del Consorcio de Residuos, Ainhoa Intxaurrandieta, en un acto, eso sí, sin preguntas.

Todo esto se parece mucho a los siniestros festejos que de vez en cuando nos ofrecen desde el gobierno central.

No hacían falta preguntas, bastaba con ver la ancha sonrisa de Karmelo y Ainoa, se frotaban las manos, era uno de esos días felices para ellos, habían hecho un negocio redondo. (Lo malo es que el representante de la diputación también sonreía ¿de qué –de quién- se reía?)

¿Quién paga la juerga?

La Hacienda pública.

Con 8.190.000 euros se arregla el talud de Miramón (200.000 €). Se construye la escuela (5.600.000 €), una primera partida del servicio de salud (1.500.000 €), la plaza de Munto (100.000 €) y quedaría presupuesto para semáforos, limpieza vial y de los parques y jardines, etc. En Aiete

Una vez más podemos decir “no es una crisis, es un despilfarro”. Eso sí un despilfarro propio, de los de aquí, decidido aquí, por gente de aquí.

Sobre los mismos ciudadanos guipuzcoanos pesa la amenaza de que el dinero entregado y malgastado, sin ningún plan alternativo que permita garantizar una gestión sostenible de los residuos urbanos, y con los vertederos a rebosar, sirva de excusa para que en la siguiente legislatura, gobernados por otras, también de aquí, se vuelva a llamar a Karmelo Aguas y a Ainhoa Intxaurrandieta para que nos construyan una incineradora.

No es una broma de mal gusto.

Se admiten apuestas.

UTE-Gipuzkoa*: formada por FCC, Zerbitzu Elkartea, Altuna y Uria, Murias y AE&E ganaron en la legislatura pasada el concurso para la ejecución de la planta de Zubieta.

10 comentarios en “Los 8.190.000 euros no van a la basura, sino a UTE-Gipuzkoa*”

  1. Todo queda en casa. Las empresas UTE-Gipuzkoa, también son de «aquí». ¿Los actuales poderes públicos (siempre suele ser así) no son los encargados de traspasar el dinero público a manos privadas, a las SA? ¿De qué extrañarnos? En eso -en casi todo- los de aquí son igual que los de alli

  2. 8,1 millones por parte del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa ( GHK ) por renunciar a la incineradora proyectada en Zubieta, en San Sebastián.
    Es una decisión ilegítima en términos políticos, escandalosa en términos económicos y temeraria en términos ambientales.
    Se ha consumado el peor de los escenarios. Las tasas de basura que pagamos los guipuzcoanos sirven para comprar la libertad de Bildu con las empresas y abandonar el Plan Integral de Gestión de Residuos, condenando al territorio a perpetuar la realidad insalubre y obsoleta de los vertederos.
    Denis I

  3. El gasto de esos 8 millones que tanto os escandalizan podía haberse evitado, si en septiembre de 2011, una semana antes de que la Gestión de Residuos de Gipuzkoa pasara a manos de Bildu, el PNV y el PSE-EE no hubieran aprobado definitivamente la construcción de la planta incineradora. Lo hicieron a sabiendas de que las urnas se habían expresado por un cambio de la mayoría que estos dos partidos ostentaban, los cuales condicionaron así el futuro con una absoluta falta de ética. Así es que quedó hipotecado el proyecto de la planta incineradora (sobre un coste final de 400 millones), que se ha resuelto no construir a costa de pagar 8 millones de euros por la decisión que en su día tomaron los partidos citados. Lantxabe y compañía, un análisis muy parcial el vuestro con una ironía un tanto sobrada. ¿Por qué será?

  4. 8,1 millones de euros más 5 millones

    La indemnización por la planta incineradora costará 5 millones más
    Gipuzkoa sigue sin dar solución a 60.000 toneladas anuales de basura no reciclable
    cambio de romper el contrato, la entidad que acoge a las mancomunidades municipales de Gipuzkoa abonará a la Unión Temporal de Empresas encargada de la construcción de la polémica instalación una compensación de 8,1 millones de euros, a los que hay que sumar otros 2,18 millones por los trabajos ya realizados, consistentes en desmontes y acondicionamiento del terreno. Ainhoa Intxaurrandieta e Iñaki Errazkin, presidenta de GHK y diputado foral de Medio Ambiente, respectivamente, no podían ocultar su satisfacción en la puesta en escena del acuerdo, no en vano, impedir la construcción de este elemento central del Plan Residuos de Gipuzkoa era una promesa electoral de Bildu. El objetivo está cumplido pero el contencioso aún sigue abierto, por ejemplo, con los bancos con los que se acordó la financiación del proyecto, a los que GHK ha denunciado ante los tribunales y donde están en juego indemnizaciones millonarias. Pero más allá de las onerosas consecuencias que todo este proceso está teniendo y, puede tener, para el bolsillo de los ciudadanos, el fondo del asunto, la gestión y eliminación de las basuras que se generan en Gipuzkoa, dista mucho de estar despejado. De momento, el plan vigente sigue siendo el PIGRUG Plan Integral de Gestión de Residuos de Gipuzkoa, ahora amputado en la parte final con la decisión de prescindir de la incineradora. El resto del plan, es decir, la construcción de plantas de tratamiento de residuos mecánico, biológico y metanización, continúa siendo válido, según los representantes de Diputación y GHK. El problema es el tiempo, ya que en dos años de legislatura, envueltos en la polémica de la incineradora y en el puerta a puerta, apenas se ha avanzado nada y los vertederos están próximos a colmatarse. Errazkin llamó al consenso para acelerar el proceso y sin duda harán falta grandes dosis de acuerdo para encauzar el grave problema de los residuos. Y desde luego, no parece la mejor estrategia ni ejemplo de entendimiento la actitud de Bildu allí donde gobierna, empecinado en el puerta a puerta aún a costa de dividir a la población como ha ocurrido en Legazpi, Bergara o Lezo, entre otros.
    Editorial de Noticias

  5. A la atención de Etxaun

    Lo malo de la ironía es que la broma es interpretada al revés por los que se dan por aludidos. Lantxabe dice que los señores que van a cobrar 8,1 milones de euros -la UTE-Gipuzkoa- (los gastos parece que se incrementan en cinco más), en cuanto los promotores de la incineradora vuelvan a ganar las elecciones, cosa que no parece improbable, retomarán el proyecto y la hacienda guipuzcoana pagará a la UTE, nueva o vieja, los nuevos correspondientes gastos de edificación. Es decir, se pagará dos veces a esas empresas, a cuyos representantes el otro día veíamos tan felices.
    El editorial de la web de Lantxabe, sustancialmente, manifiesta un profundo excepticismo sobre la forma de hacer política en nuestro entorno, no de ahora, sino desde hace tiempo. La política está corroída y los nuevos cargos se contaminan demasiado pronto de los vicios de los anteriores, eso es lo que se quiere decir. Y se añade que los desatinos de la política, o de los políticos, salen muy caros a la hacienda pública.
    Etxaun añade una nueva gota a ese vaso de la indignación: los anteriores gobiernos hicieron lo que no debieron aun después de perder las elecciones y saber que «saldrían» del gobierno.
    En lo que se refiere a las basuras o recogida de los residuos urbanos, Lantxabe, en solitario, hizo una encuesta en Aiete,»on line» y por correo ordinario, en la que participaron 1202 personas.
    Eran dos preguntas sobre preferencias y rechazos. Ganó el quinto contendor (51,7 % de votos); puerta a puerta (33.1 % de votos); dejarlo como está el resto minoritario.
    En la segunda pregunta se rechazó la incineradora por mayoría de 644 votos (53,6 %); a favor 258 (21,5 %); “no se, no deseo contestar a esa pregunta”, 300 respuestas (25%). Los resultados completos se pueden ver en esta web en la entrada del jueves 14 de abril de 2011.
    Estos resultados no gustaron ni a los partidarios de la incineradora, ni a los partidarios del «Puerta a Puerta», pero, en mi opinión, así piensan la mayoría de los ciudadanos de Aiete y de Donostia. No se casan con ninguna de las dos «extremosidades»
    Con la encuesta y la campaña que se hizo en torno a la recogida de residuos sólidos urbanos se pretendía hacer crecer la sensibilidad en el barrio sobre este grave problema de civilización. Por el contrario no se consiguió que el gobieno municipal de entonces diera paso alguno, ni contra la incineradora, ni con el quinto contenedor. No manifestaron ningún interés para recibir la encuesta y analizar sus resultados, por supuesto que parciales y no vinculantes, para nada.
    Hace 10 años Lantxabe se extrenó en Aiete, en el Topaleku, con un debate sobre la incineradora. Participaron un representante de la Dipu, a favor, y uno, de la coordinadora en contra. La sala estaba repleta, algunos de los aistentes siguen siendo personas activas contra la incineraodora, colaboradores, a su forma, con Lantxabe.
    Por su parte Lantxabe es una asociación de vecinos, su razón de ser es defender los derechos de la ciudadanía de primera, segunda y tercera generación, entre ellos la recogida ordenada y selectiva de basura. Creemos que la mayoría de los que viven en Aiete -y por extensión de Donostia- está en contra de la incineradora y del puerta a puerta, confiamos en la gente, en las personas, ellas saben dar el mejor uso quinto contenedor y similares, pero para eso “las autoridades” deben dar ejemplo y no lo dan.
    Félix

  6. Igual es que yo me pongo serio con esto de los residuos porque me parece un tema trascendente, bromas aparte. Personalmente, considero que el tratamiento que hacemos de la basura es muestra de nuestra cultura.
    Y al hilo de lo que estamos tratando, en el artículo que ayer firmaba Iñaki Petxarroman en el Berria, exponía que en las declaraciones hechas al Berria en marzo por Iosu Madariaga, el diputado de Medio Ambiente de Bizkaia, que Zabalgarbi podía ser la única planta incineradora de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En la misma entrevista Madariaga sugirió que el Gobierno Vasco comparte este planteamiento. Así que, mi querido Félix, quizás aún si ganaran los promotores de la incineradora no es del todo problable que vayan a construir otra. De todos modos, me parece que aun es pronto para poder vaticinar algo en este sentido. Durante los próximos meses van a ser necesarios acuerdos para poder gestionar el tema de los residuos de la mejor manera posible.
    Por lo demás, más allá de la podredumbre de la partidocracia, sería deseable que ello pueda hacerse acercándose a un clima de encuentro y entendimiento inclusivo. Tal como por ejemplo desarrollais desde Lantxabe, con iniciativas como las que has comentado sobre el tema que en este momento nos ocupa de las basuras, como la de esta ventana y foro que es vuestro blog, lo mismo que los interesantes ciclos de literatura y cine que organizais, y por los que me acerqué a vuestro barrio. Saludos. Iñigo

  7. Coincido con que “el tratamiento que hacemos de la basura es muestra de nuestra cultura”. En mi opinión, pone cota a nuestra civilización y si me apuras es un síntoma de nivel democrático (no del funcionamiento partitocrático).
    Ese nivel creo que en Aiete y en Donostia es suficientemente alto para que su vecindad pueda organizarse y hacer una recogida de residuos urbanos limpia (pulcra se puede decir). Es cuestión de compromiso, de poner en marcha campañas en las que pueda identificar la ciudadanía. Y para eso los electos deben comprometerse, ser ejemplares y no lo son. En ninguno de los dos sentidos: ni responsables políticos, porque convierten el problema de las basuras en asunto “partidario-electoral”, ni el sentido de cómo, hoy por hoy, se recogen las basuras. Perdona la expresión, pero el sistema de tres, cuatro o cinco contenedores, se lo pasan “por el forro”. La forma de recogida, la situación de los contenedores y, si me apuras, la pura indiferencia con la que trataron la encuesta que hicimos en Aiete, es un síntoma de lo que les importa la recogida de las basuras, y la ciudadanía no puede -o no quiere- hacer más de lo que hace.
    No se si es posible “residuos cero” pero había que intentarlo, todo menos la incineradora y si al final es obligatoria una, creo que la información que facilitas de Iñaki Petxarroman, es la menos mala. Disculpa la “txapa”, pero la polémica incineradora-“puerta a puerta” es una nueva escenografía de pelea partidaria, en la que no parece importarles la pedagogía de los diversos sistemas de recogida. Estoy convencido que el sistema “puerta a puerta” bien explicado, complementado con el contenedor marrón y el sistema de contenedores en general, encontraría un mayor apoyo ciudadano. O dicho de forma más comprometida, en mi opinión, la mejor solución para la recogida selectiva de basuras, «hemen eta orain», es una mixta entre contenedores y puerta a puerta.
    En definitiva estamos pidiendo al ciudadano que se implique en asuntos colectivos trascendentales y eso es pura democracia. La recogida selectiva de basuras es una escuela de ciudadanía.
    Por último, respecto a tu nota, sinceramente no se cómo se puede “acercar a un clima de encuentro y entendimiento inclusivo” ¿Quién ha de llevar la iniciativa?.
    Demasiado interés controlador de los partidos electos, demasiada desconfianza, el viejo concepto de “correa de trasmisión” es de plena actualidad y bien que lo sufrimos organizaciones celosas de su independencia como la nuestra.

  8. Se os olvida decir que en Bara-Bera una docena de familias participan en el proyecto de bioresiduos para la jardinería y consiguen compost que utilizan posteriormente en jardinería, huerta etc.

  9. Todos comulgamos con el hecho de que hay que tratar el 100% de los residuos urbanos. Es decir, que no hay que verter ningún residuo sin antes tratarlo

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