Cuando analizamos lo que pasa a nuestro alrededor observamos que la crisis económica es una buena excusa para que los poderes públicos, al ensañarse con todo tipo de recortes y no sólo de aquellas partidas que ocasionan gasto público, están construyendo un nuevo modelo de relaciones sociales y económicas, cambiando el sentido de los derechos ciudadanos y de los derechos humanos, recortando cada vez más el ejecercio de la libertas.
Así pues, este recorte de derechos, no persigue sanear las cuentas públicas, sino disminuir las escasas rentas de los que “están abajo”, para ampliar todavía más la cuenta de resultados de “los de arriba”
Cuando hablamos de derechos recordamos la declaración de derechos humanos de la ONU, derechos de salud, de enseñanza, pensiones dignas, derecho al trabajo, a la vivienda, protección social…todos ellos en precario en los tiempos que corren.
Pero al no aceptar como inapelable esa política de recortes, en Aiete se siguen reclamando los derechos de ciudad.
Aiete tiene sus propios encantos que hacen a Donostia más amable, más habitable. Desde varios puntos de Aiete se divisa nuestra hermosa ciudad pero es necesario que esa belleza se distribuya también entre los convecinos, porque son parte de la ciudad y tienen derecho al espacio público.
¿Qué espacio público?
Nueva plaza de Munto, se hizo un concurso de ideas para construir, en el solar que ha dejado el derribo del caserío Munto, una plaza que sea recuerdo de aquel emblemático caserío, lugar agradable de paso y zona de estancia para los niños, las personas mayores y los jóvenes.
En el concurso de ideas se recibieron más de 100 propuestas que ahora, junto al ayuntamiento, ordenaremos. Por nuestra parte defenderemos la más adecuada al proyecto de plaza.
La visión de conjunto de las 100 ideas propuestas nos plantea la necesidad de “boulevarizar” Aiete, es decir, lograr un barrio integral, con un centro atractivo y poderoso, cuyos pilares son Casa de Cultura, Parroquia, Jolastoki, futuro centro de salud y la nueva plaza. Complementariamente se requiere la peatonalización de las calles y paseos más transitados por las personas del barrio.
En su centro, los jardines del Palacio, deben unir y no separar al barrio. Sustituir sus desvencijados muros por verjas que protejan el jardín, al mismo tiempo que se muestran sus encantos a los paseantes. Hacer un amplia Avenida con aceras en ambas lados ahora que todavía se está a tiempo. Esta Avenida, como un caudaloso río al que tienen acceso los barrios de Bera Bera, Gurutze, Morlans, Puio-Lanberri, que se prolonga por el Alto de Errondo y Oriamendi. Es un problema de planificación mirando Aiete, no como un ensanche sino como una pequeña ciudad de más de 16.000 habitantes.
Aiete es un barrio con sus propias características, ofrece urbanizaciones diversas, de difícil comunicación entre ellas por lo que es necesario que el Paseo de Aiete se convierta en una gran avenida o en un gran boulevar. Este eje vertebral, a pesar de las reformas que se lograron en el 2006, en el marco de los presupuestos participativos, ha vuelto a ser una carretera de obstáculos, con algunos tramos infernales.
Además las aceras del paseo de Aiete -y otras del barrio- están en lamentables condiciones por la forma invasiva en que se ha heho las nuevas construcciones
“Bosque” de Miramon, decidido el proyecto ganador en el concurso de ideas, se está en la fase de implementación, que, probablemente, se iniciará por la zona de Katxola, Teatro, Estanque, los caminos de asfalto, llamados de la cota 85, que recorren el Bosque y, posteriormente, la 2ª pasarela que facilite el acceso del Bosque al barrio de Amara. En las siguientes fases se renovará el bosque, potenciando las especies autónomas y eliminando las invasivas, al mismo tiempo se logrará asentar y hacer crecer la fauna propia del lugar.
Un barrio sin espacio público no tiene personalidad. El barrio necesita espacios, plazas, zonas deportivas y de paseo, lugares propios para hacer deporte, descansar, pasear, hablar.
Zona de juegos, Jolastoki, se ha celebrado -varias veces- el 50 aniversario de los equipos de balonmano que dieron prestigio a la cancha. El reto actual es que ese espacio central sea realmente público, zona de práctica deportiva abierta y lugar de encuentro de los sectores juveniles del barrio.
Otras plazas públicas consolidadas y más o menos frecuentadas son la más antigua plazoleta de Etxadi, la más moderna Iru Damatxo y Munto-Berri, que ha cogido una gran fuerza.
El eje central del barrio, los jardines del palacio de Aiete y su casa de cultura, el punto de reconocimeinto universal de Ayete. Una pega: el edificio del palacio ha sido enajenado al barrio. Convertido en Casa de la Paz como especialización de la casa de cultura de Aiete, en la actualidad es sede de eventos, conferencias y plataformas en las que la vecindad está perfectamente ninguneada. Viene gente importante, hace grandes declaraciones, ocupa las portadas de los medios y se van.
Por su parte las Piscinas de Etxadi siguen ofreciendo problemas tanto en las instalaciones como en la gestión de las mismas. Desde el principio se sacrificó la participación vecinal por la monumentalidad y las prisas, el resultado está a la vista.
Sin embargo ¡cuánto ha cambiado Aiete en los últimos 10 años gracias a la vecindad organizada!.
Decíamos entonces que “Aiete tiene su personalidad guardada en papel de celofán”. Y pedíamos:
Abrir el palacio de Aiete a los vecinos y construir allí una casa de cultura. Ahora en ella Lantxabe desarrolla un amplio programa de literatura (en forma de ciclos, el último dedicado a la literatura latinoamericana), cine, teatro (el último, hace unas fechas, protagonizada por el donostiarra grupo Marasmo), conferencias se temas asociados a estos ciclos y de actualidad (15M, la crisis en Europa), o a los viajes culturales por la propia Europa.
Rehabilitar el parque de Miramón, hacerlo más visible, accesible y practicable. Ahora tenemos un proyecto concreto para implementar en varias fases plurianuales.
Dotar al barrio de una o varias plazas públicas: la vaguada-escombrera de Lanberri, hoy es Hiru Damatxo, y tenemos las otras dos citadas más arriba.
Abrir Katxola al público, hoy es centro de referencia de la cultura material de Euskal Herria y centro de interpretación del Bosque de Miramón. El día de Santo Tomás se volvió a prensar la manzana del lugar en el trasplantado tolare de Munto. Y de Katxola partió un karreto-barrika hasta la Bretxa. El camino elegido, por Amara, puso en evidencia las carencias del paseo de Aiete.
Decíamos que las piscinas de verano de Etxadi no pueden ser una rémora para invertir en sus instalaciones deportivas porque Aiete también debiera existir en los presupuestos municipales. Ahora tenemos un polideprotivo, aunque sea problemático
Pedíamos también la restauración de Munto pero no fue posible.
Aiete tiene urbanizaciones y zonas que deben merecer la atención de las Instituciones Municipales.
Muchos convecinos de Donostia y de la provincia visitan sus jardines y parques y vienen en verano a las piscinas de Etxadi. Varios autobuses lo recorren –no siempre ni en los trayectos, ni en los horarios, ni en las condiciones mejores-; se ha abierto algún vial para los automóviles–el de Amara-, pero los accesos peatonales al resto de los barrios de la Ciudad son muy incómodos. (Anoeta, Pío XII, Morlans, Plaza de Easo, bajadas al Antiguo, Miraconcha, Añorga, Galarreta)
A su vez el barrio de Aiete y sus lugares más emblemáticos (jardines del Palacio y casa de cultura, Piscinas de Etxadi, Bosque de Miramón, Nueva plaza de Munto) deben ser accesibles al resto de los habitantes de la ciudad, tanto en trasporte público, como peatonal.
Entre los Derecho de Ciudad que plantamos estaba el de una Escuela Pública. Ha costado muchos años, pero el último trámite para tener un nuevo edificio escolar -puesto que la escuela, y de alto nivel educativo, se había conseguido- se aprobó el pasado 19 de diciembre en la reunión que se celebró en Lakua.
Nos queda conseguir el Derecho a equipamientos sanitarios, a un centro de salud. Gobierno Vasco y Gobierno municipal, andan jugando al ratón y al gato, pero estamos buscando una solución para que este pasatiempo pueda terminar en un ambulatorio que tanto Osakidetza, como la vecindad, consideran necesario.
Por último seguimos reclamando el derecho a un barrio limpio. Abandonar los barrios periféricos es un comportamiento habitual de las autoridades municipales, y es un error, porque ciudad somos todos y la calidad de vida es igualmente necesaria para todos.
Aiete, enero de 2014