Reclamar el centro de salud es un clásico en el barrio
Se remonta a hace más de cinco años, cuando la población empezaba a rondar los catorce mil habitantes y, tanto la vecindad como Osakidetza -organismo autónomo dependiente del gobierno vasco- consideraron que era el momento de descentralizar los colmatados ambulatorios de Amara y el Antiguo, destino de los usuarios del viejo, y alto, distrito donotiarra.
Dada la confluencia de intereses, por aquellas fechas, Lantxabe tomó contacto con la gerencia de Oskidetza y encontramos una buena acogida.
Lantxabe, de esta forma, asume el papel de mediación en el barrio, no el de representación porque una asociación de vecinos no se presenta a las elecciones, son iniciativas que “tomamos por nuestra cuenta” pero sabedores que ese es el sentir de la vecindad, manifestado, además, como prioridad cuando se le pregunta (y está en los programas electorales de los cuatro grupos municipales).
Para Lantxabe es fundamental, al construir la ciudad y barrios, dotarlos de centros potentes que ejerzan de base para el ejercicio de una ciudadanía plena. En consecuencia queremos que el servicio de salud esté en ese núcleo central.
El espacio actual que ocupa el Jolastoki, transferido al municipio -anteriormente era un campo propiedad del obispado de Donosita- y, en consecuencia, libre de cargas, podía ser el lugar ideal para edificar el servicio de salud y, en su día, así les pareció a Osakidetza y al gobierno municipal, pero también es un lugar adecuado para la práctica del deporte y organizar eventos festivos, esa es su tradición. Esta parcela, adaptada a los actuales tiempos, modernizándola, haciendo que sea pública y asequible a todos los vecinos de Aiete, fortalece la existencia del núcleo central en un barrio que tiene fama de disperso; esta dispersión, además, debilita las aspiraciones ciudadanas del vecindario.
Lantxabe ha dedicado todos estos meses a buscar un nuevo espacio en el centro del barrio, formado por la casa de cultura, los jardines del palacio de Aiete, la parroquia, la nueva plaza de Munto, el Jolastoki y una nueva dimensión vecindaria que se ha ido construyendo en esa zona, incluyendo la Plaza de Munto-Berri y el Coro Easo.
Es un centro muy apretado porque además está el Convento de las Hermanas Oblatas, la ampliación de la parroquia, hotel, centro de Emaús…Pero necesitamos salir del círculo vicioso en el que se han colocado los dos gobiernos, el central y el municipal.
EL Gobierno Vasco no presenta la partida presupuestaria correspondiente al centro de salud en Aiete con la excusa de que el ayuntamiento no cede la prescriptiva parcela; el Ayuntamiento dice tener cuatro parcelas, que no pone a disposición, ni da a conocer a Osakidetza, ni a los otros grupos municipales, ni a la asociación de vecinos.
El Gobierno Vasco, en los Presupuestos Generales del País Vasco, ha incluido una raquítica partida para los servicios de salud en Donostia de 880.000 € (la mitad de lo destinado a Mungía, por ejemplo, con 15.000 habitantes) pero no dice donde y aunque el año pasado Jon Darpon, a una pregunta de Borja Semper, contestó que no destinaba partida alguna a Aiete, porque el ayuntamiento no le proporcionaba el terreno, este año, si se consigue el trámite que exige el gobierno vasco, se pueden dedicar una parte de esos 880.000 euros, al estudio de la implantación y características del ambulatorio de Aiete.
En el último pleno municipal, celebrado el pasado 30 de enero, el PP volvió a interpelar al ejecutivo municipal con el objeto de que comunicara al Gobierno Vasco, a la mayor brevedad, qué parcela pone a disposición de la consejería de Salud para comenzar a materializar el equipamiento sanitario.
Tras el debate, el pleno municipal acordó por unamidad mandatar al gobierno para cumplir este trámite, paso previo imprescindible para comenzar a definir el proyecto de ambulatorio. (Ahora bien, el Pleno ha aprobado a lo largo de la legislatura, contando esta última, tres declaraciones institucionales por unanimidad para hacer realidad este objetivo, pero el gobierno municipal no ha dado los pasos necesarios, no ha “hecho los deberes”).
¿Qué gantías tenemos de que ahora los hará?
En el pleno los cuatro grupos municipales estaban informados de las gestiones que Lantxabe había hecho con las “Hermanas Oblatas”
Las Hermanas disponen de dos edificios y una amplia zona ajardinada en el centro del barrio, pegando a la parroquia. Se trata de un amplio terreno, con dos ampios edificios, bien orientados y aireados, con amplios frontales delante, en medio y detrás de los edificios, y un amplio jardín de uso privado por la vecindad.
Es un lugar que fortalece el centro del barrio y el más accesible para el usuario del ambulatorio.
Ya no se puede seguir mareando la perdiz. Tenemos el lugar adecuado, en opinión de los cuatro grupos, para construir el ambulatorio. El gobierno municipal señaló hace unos meses que estaba a la espera de mantener una reunión con los responsables de Sanidad para tratar de este asunto. Esa reunión se produjo y de Aiete no se ha sabido nada. Ahora afirman la disposición de cuatro parcelas más, aunque parece ser que en realidad manejan una, en Pagola, en un extremo de la ciudad y del barrio. Hacer allí el centro de salud rompería las dos condiciones que tiene hacerlo en el núcleo de Aiete.
El gobierno municipal ha pedido una cita con el gobierno vasco. Lantxabe la ha pedido con la gerencia de Osakidetza. Esta no tendrá lugar hasta que el gobierno vasco no reciba la propuesta del gobierno municipal. Se está perdiendo demasiado tiempo. Entre unos y otros están consiguiendo que la construcción del nuevo ambulatorio de Aiete se retrase.
Pero la buena noticia es que podemos tener el ambulatorio en Aiete, si Osakidetza considera que los locales y espacios que ofrecen las Hermanas Oblatas, y previo acuerdo con ellas, reúnen las condiciones que el servicio público de salud exige.
Por su parte, Lantxabe ha tenido un contacto telefónico con Osakidetza a la espera de que se produzca la citada reunión interinstitucional. De esa relación se obtiene que, a falta de un revisión sobre el propio terreno, las instalaciones de las Hermanas Oblatas reúnen de sobra, los requisitos que se exigen para la prestación de los servicios ambulatorios.